El aumento del colesterol en el organismo: sus causas y las graves consecuencias
Por Dr. Franco Lotito C. – www.aurigaservicios.cl
Conferencista, escritor e investigador (PUC)
A pesar de los reiterados avisos que entregan las autoridades de salud acerca del peligro que representa para la vida de una persona el hecho de tener un alto nivel de colesterol en la sangre, y no obstante la abundante información disponible en los medios de comunicación acerca de este tema, se calcula que alrededor del 60% de la población ignora el nivel de colesterol que circula por su organismo al momento de leer esta información, en tanto que un 20% nunca se ha hecho el examen para medirlo.
Lo grave de esta situación, es que existe un alto número de personas que sufren de colesterol alto sin saberlo, debido a que esta condición no presenta síntomas: no duele, no arde, no da fiebre, no pica, hasta que se producen los graves problemas, ya que “cuando en la sangre circula más colesterol del que necesita el organismo, el exceso se deposita en las paredes de las arterias”, lo que puede terminar en un peligroso bloqueo de las mismas y conducir a una “arterioesclerosis, es decir, el estrechamiento y endurecimiento de las arterias debido a la acumulación de una sustancia cerosa de tipo grasa en sus paredes”.
Esto reduce el flujo de sangre, y si las arterias se obstruyen, puede provocar un infarto cardíaco, generar accidentes cerebrovasculares, o bloquear la llegada de sangre a las piernas, con peligro de amputación, si muy pronto no se subsana el problema. Si bien, el colesterol es: (a) una sustancia rica en energía, (b) un importante combustible para el funcionamiento del organismo, (c) esencial para la formación de hormonas, vitamina D y ácidos biliares, su exceso es, definitivamente, muy perjudicial para la salud de las personas.
El colesterol que circula en la sangre tiene dos orígenes: (a) el hígado, que produce una gran cantidad, a saber, entre el 60% y el 75% de todo el colesterol, (b) y el intestino, que absorbe el colesterol de los alimentos que consumen las personas.
Uno de los grandes problemas radica en tratar de bajar el nivel de colesterol una vez que éste está alto, ya que se debe actuar sobre distintos factores, tales como: seguir una dieta saludable, realizar regularmente actividad física, bajar de peso y dejar de fumar, con la finalidad de: (a) reducir los niveles de colesterol malo (LDL), (b) aumentar el nivel de colesterol bueno (HDL), (c) reducir los triglicéridos, (d) bajar el nivel de azúcar en la sangre, (e) controlar la hipertensión arterial.
Uno de los grandes mitos al respecto del tema colesterol, es que “más del 40% de la población cree que con sólo seguir una dieta va a ser suficiente para controlar el colesterol en exceso que circula en el organismo”, lo cual es totalmente falso. La dieta ayuda, pero es insuficiente.
El colesterol malo puede aumentar debido a factores genéticos, así como también debido a: 1. Una dieta poco saludable rica en grasas saturadas tales como carnes rojas, lácteos enteros, alimentos procesados y fritos, etc. 2. El sedentarismo. 3. El sobrepeso u obesidad. 4. El tabaquismo. Otros factores menos conocidos que también pueden influir en la producción de colesterol malo son el estrés crónico, la edad, el consumo excesivo de alcohol y el uso de algunos medicamentos tales como: los betabloqueadores, ciertas pastillas anticonceptivas, esteroides anabólicos, ritonavir, etc.
Para quienes desconocen las diversas consecuencias del factor estrés, deben saber que el estrés –entre otros efectos negativos– “aumenta el nivel de colesterol, principalmente, a través de la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina que hacen que el hígado produzca más colesterol y grasas en la sangre”.
Asimismo, el estrés crónico también puede provocar la inflamación en las arterias y, por esta vía, facilitar la acumulación de placa de colesterol y un aumento del colesterol malo, al mismo tiempo que reduce el colesterol bueno.
Fuente información: flotitoc@gmail.com
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A pesar de los reiterados avisos que entregan las autoridades de salud acerca del peligro que representa para la vida de una persona el hecho de tener un alto nivel de colesterol en la sangre, y no obstante la abundante información disponible en los medios de comunicación acerca de este tema, se calcula que alrededor del 60% de la población ignora el nivel de colesterol que circula por su organismo al momento de leer esta información, en tanto que un 20% nunca se ha hecho el examen para medirlo.
Lo grave de esta situación, es que existe un alto número de personas que sufren de colesterol alto sin saberlo, debido a que esta condición no presenta síntomas: no duele, no arde, no da fiebre, no pica, hasta que se producen los graves problemas, ya que “cuando en la sangre circula más colesterol del que necesita el organismo, el exceso se deposita en las paredes de las arterias”, lo que puede terminar en un peligroso bloqueo de las mismas y conducir a una “arterioesclerosis, es decir, el estrechamiento y endurecimiento de las arterias debido a la acumulación de una sustancia cerosa de tipo grasa en sus paredes”.
Esto reduce el flujo de sangre, y si las arterias se obstruyen, puede provocar un infarto cardíaco, generar accidentes cerebrovasculares, o bloquear la llegada de sangre a las piernas, con peligro de amputación, si muy pronto no se subsana el problema. Si bien, el colesterol es: (a) una sustancia rica en energía, (b) un importante combustible para el funcionamiento del organismo, (c) esencial para la formación de hormonas, vitamina D y ácidos biliares, su exceso es, definitivamente, muy perjudicial para la salud de las personas.
El colesterol que circula en la sangre tiene dos orígenes: (a) el hígado, que produce una gran cantidad, a saber, entre el 60% y el 75% de todo el colesterol, (b) y el intestino, que absorbe el colesterol de los alimentos que consumen las personas.
Uno de los grandes problemas radica en tratar de bajar el nivel de colesterol una vez que éste está alto, ya que se debe actuar sobre distintos factores, tales como: seguir una dieta saludable, realizar regularmente actividad física, bajar de peso y dejar de fumar, con la finalidad de: (a) reducir los niveles de colesterol malo (LDL), (b) aumentar el nivel de colesterol bueno (HDL), (c) reducir los triglicéridos, (d) bajar el nivel de azúcar en la sangre, (e) controlar la hipertensión arterial.
Uno de los grandes mitos al respecto del tema colesterol, es que “más del 40% de la población cree que con sólo seguir una dieta va a ser suficiente para controlar el colesterol en exceso que circula en el organismo”, lo cual es totalmente falso. La dieta ayuda, pero es insuficiente.
El colesterol malo puede aumentar debido a factores genéticos, así como también debido a: 1. Una dieta poco saludable rica en grasas saturadas tales como carnes rojas, lácteos enteros, alimentos procesados y fritos, etc. 2. El sedentarismo. 3. El sobrepeso u obesidad. 4. El tabaquismo. Otros factores menos conocidos que también pueden influir en la producción de colesterol malo son el estrés crónico, la edad, el consumo excesivo de alcohol y el uso de algunos medicamentos tales como: los betabloqueadores, ciertas pastillas anticonceptivas, esteroides anabólicos, ritonavir, etc.
Para quienes desconocen las diversas consecuencias del factor estrés, deben saber que el estrés –entre otros efectos negativos– “aumenta el nivel de colesterol, principalmente, a través de la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina que hacen que el hígado produzca más colesterol y grasas en la sangre”.
Asimismo, el estrés crónico también puede provocar la inflamación en las arterias y, por esta vía, facilitar la acumulación de placa de colesterol y un aumento del colesterol malo, al mismo tiempo que reduce el colesterol bueno.
Fuente información: flotitoc@gmail.com
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