Evolución, costos y desafíos del rodeo femenino en el sur

Consuelo Ampuero
En un nuevo episodio del podcast Raíces y Horizontes, la abogada y corredora osornina Consuelo Ampuero profundizó sobre la integración de la mujer en el rodeo chileno, repasando desde los tiempos de prohibición reglamentaria hasta la profesionalización actual del deporte y el bienestar animal.

En el marco de la tercera temporada del programa Raíces y Horizontes, conducido por Rocío Gambra y Eduardo Winkler, se abordó la creciente presencia femenina en las tradiciones rurales del sur de Chile. La invitada en esta ocasión fue Consuelo Ampuero, abogada de familia y activa participante del rodeo, quien compartió su experiencia personal y la transformación histórica que ha vivido esta disciplina ecuestre.

Ampuero, proveniente de una familia de tradición ganadera en el sector de Rupanquito y el asentamiento Baquedano, explicó que su vínculo con el campo fue heredado de su padre, Juan Ampuero. A pesar de ejercer el Derecho, su pasión por los caballos la llevó a ingresar al mundo del rodeo, un espacio que hasta hace poco tiempo presentaba barreras normativas para las mujeres. Según relató la abogada, aunque el rodeo fue declarado deporte nacional en 1962, se mantuvo como una práctica exclusiva para hombres hasta hace poco más de una década.

"El año 2009 el presidente Piñera decidió derogar esa norma donde decía que solo podían correr hombres", señaló Ampuero, recordando que anteriormente las mujeres debían participar de manera no oficial, a veces incluso ocultando su identidad. Su debut oficial en la competencia se concretó en 2018, durante el primer rodeo femenino organizado en Purranque, donde corrió junto a su hermana.

Durante la entrevista, se analizaron también los aspectos técnicos y económicos de la disciplina. Ampuero destacó que el rodeo es un deporte que requiere una inversión considerable, no solo en la inscripción —cuya tarjeta puede costar entre cien y ciento veinte mil pesos por serie— sino en la mantención del equipo, que incluye caballos, arregladores y peticeros. Asimismo, enfatizó la evolución en las normativas de protección, asegurando que "cada vez se ha preocupado más la Federación de Rodeo Chileno de velar por el bienestar animal", citando como ejemplo el acolchado de las quinchas y la penalización de golpes en zonas no permitidas.

Finalmente, la invitada valoró el carácter familiar que está retomando el rodeo en las zonas rurales, diferenciando el ambiente de los grandes eventos en Osorno con los de localidades más pequeñas como Río Negro, donde la convivencia es más cercana. Actualmente, Ampuero transmite esta tradición a su núcleo familiar, destacando que su esposo se ha convertido en criador y su hija Josefa, de doce años, ya comienza a mostrar interés por la equitación.


Fuente información: Podcast Raíces y Horizontes
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