SAG inicia vigilancia de la polilla del racimo de la vid

Pto. Montt. Fuente: Ximena Pino.

A partir de este año en la Región de Los Lagos el Servicio Agrícola y Ganadero comenzó a trabajar para vigilar la eventual presencia de la polilla del racimo de la vid o Lobesia botrana.

“Para cumplir con esta labor se contrató personal técnico con dedicación exclusiva en esta materia. Además, ya se encuentran instaladas 50 trampas (de feromonas) las que están ubicadas entre Osorno y Chiloé, en predios con plantas de vid o en lugares cercanos a la comercialización de uvas provenientes de otras regiones”, explicó Carolina Giovannini, Encargada Regional de Protección Agrícola y Forestal.

“Las actividades de vigilancia de Lobesia botrana en la región también consideran acciones de fiscalización (al comercio) y verificación documental de cargas de uva proveniente de la zona central del país (transporte)”, agregó Giovannini.
Cabe señalar que Lobesia botrana fue detectada por primera vez en Chile en la zona de Linderos, Región Metropolitana, en abril de 2008. Tras detectar su presencia, el SAG colocó en marcha el Programa de Control Oficial que busca conocer la real dispersión de la plaga en el territorio nacional y que abarca medidas de vigilancia, cuarentena, control y eliminación, todo ello con el propósito de lograr su erradicación.

Particularmente, en materia de vigilancia se establece en el año 2009 una red de trampas ubicadas entre las regiones de Atacama y La Araucanía, más la Región de Aysén. No obstante, a partir de este año se amplía la vigilancia de la plaga hacia todas las regiones del país.

Aprenden de la experiencia de la Región del Maule

Precisamente a raíz del inicio de las actividades de Vigilancia de Lobesia Botrana, una delegación de 11 funcionarios(as) del SAG Región de Los Lagos viajó hasta la Región del Maule con el objetivo de conocer en terreno el trabajo de Vigilancia en la polilla del racimo de la vid que se encuentra implementado en esa región, la cual se caracteriza por sus extensas plantaciones de vides y por su importante producción de vinos para el mercado nacional y extranjero.

La delegación de funcionarios (as) de la Región de Los Lagos fue encabezada por el Director Regional, Washington Guerrero, y estuvo integrada por profesionales y técnicos de oficinas sectoriales de Castro, Puerto Montt, Puerto Varas, Río Negro, Osorno, Laboratorio Osorno, y Dirección Regional.

Las actividades partieron con una visita a una Estación de Monitoreo ubicada en la localidad de Sagrada Familia donde se realizan labores de vigilancia con trampas y prospecciones, dos veces a la semana, a 400 racimos, en búsqueda de larvas y huevos de la polilla del racimo de la vid.

En esta Estación de Monitoreo la delegación de la Región de Los Lagos logró identificar bayas con huevos del insecto. Luego, asistieron a una charla donde se les explicó en detalle los alcances del Programa Oficial de Control de Lobesia botrana (PCOLB).Los 11 funcionarios (as) también asistieron al Laboratorio Regional de Entomología ubicado en Curicó, lugar donde pudieron observar muestras de ejemplares de la polilla en sus estados de pupa, larvas y adultos. Además, recibieron una completa explicación de las características del insecto.

“Para nuestros funcionarios(as) es fundamental conocer las características de esta plaga que ataca a los viñedos porque de este modo nos facilitará la labor de vigilancia que partió recientemente en la región, y por cierto facilitará una eventual detección”, dijo Washington Guerrero.

“Hemos quedado muy impresionados por la magnitud del trabajo que se realiza en la Región del Maule, por los conocimientos de los profesionales y técnicos vinculados al Programa de Control de Lobesia botrana, y por otro lado, no es menor la impresión que nos deja ver el daño que ocasiona esta plaga en las plantas de vid”, puntualizó Guerrero.

¿Qué es la polilla del racimo de la vid? ¿Cuál es su impacto en la agricultura?
La polilla del racimo de la vid o Lobesia botrana es una plaga originaria de Europa, que ataca a los viñedos. Su larva provoca un daño directo al alimentarse de los racimos, produciéndose una pudrición y deshidratación de las bayas, si no se toman las medidas de control.

Esta plaga causa graves pérdidas en la producción de uva de mesa para consumo y para exportación. Además, afecta de manera importante a las vides para la producción de vinos.

Debido al grave daño fitosanitario que este insecto produce al sector agrícola, el SAG la declaró como Plaga Cuarentenaria Bajo Control Oficial, a través de la Resolución N°2.109 del 24 de abril de 2008, modificada por la Resolución N° 476 del 29 de enero de 2009.

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