A 50 años de una Guerra Nuclear
Entre el 14 al 28 de octubre de 1962, el mundo vivió uno de los capítulos más espeluznantes de su historia, la Crisis de Misiles de Cuba. En esos años, se vivían momentos tensos, principalmente debido al enfrentamientio contínuo de dos ideologías, encabezadas por dos superpotencias que se contraponían entre si; las cuales eran el Capitalismo y Estados Unidos contra el Comunismo y la Unión Soviética.
Ambos países desarrollaban diversas políticas internas y, sobre todo, externas para influir en todos los ámbitos de la humanidad, lo que llevó a que éstas políticas chocaran entre sí. Desde un punto de vista militar, los Estados Unidos, con un fin de resguardar a sus aliados y, como no, de atacar a sus adversarios, instaló en Turquía una red de poderosos misiles que podrían dar alcance a la entonces fronteriza Unión Soviética. Ante esto la URSS, ideó junto con Cuba, la instalación de similares armamentos en la isla, con el fin de atacar a EE.UU. encaso de algún conflicto bélico.
Estados Unidos había enviado militares a la isla de Cuba, con el fin de invadirla, sin una previa declaración de guerra, usando principalmente soldados cubanos disidentes, lo que desembarcaron en la Bahía de Cochinos, para así derrocar el gobierno comunista. El desembarco fue rechazado por las fuerzas militares cubanas, al mando de Fidel Castro. Ante el fracaso, el presidente estadounidense John Kennedy Jr. puso en marcha una operación militar, la cual utilizaría de manera directa las Fuezas Armadas de los Estados Unidos, las cuales invadirían la isla y derrocarían al gobierno existente. Los servicios de inteligencia de la Unión Soviética, liderados por la KGB, obtuvieron la información, notificándo a Castro del este plan, lo cual finalmente echó por tierra las intenciones de Kennedy.
Nikita Khrushov, líder la URSS, ante la amenaza estadounidense, junto a los líderes del Kremlin y a Fidel Castro, tomaron la desición de enviar e instalar los misiles de largo alcance en Cuba en respuesta a los instalados por EE.UU, en Turquía; no obstante, los servicios de inteligencia norteamericanos, descubrieron el plan. John Kennedy, ante un mensaje televisivo a la nación, señaló que Estados Unidos bloquearían la isla de Cuba, mediante barcos de guerra junto a aviones militares caza. La Unión Soviética, instruyó que los barcos soviéticos no se desviaran de su camino a Cuba y Khrushov, señaló que cualquier impedimento de trayecto de sus buques, sería considerado como un acto de agresión.
La tensión se palpaba, Khrushov y Kennedy, no daban a torcer sus posturas, cualquier renuncia a sus objetivos serían considerados como debilidad, las fuerzas militares de ambos países se encontraban en alerta máxima. Estas dos potencias, mantenían un abultado arsenal nuclear, hecho que hacía recordar lo sucedido en Hiroshima y Nagasaki y ponía "los pelos de punta", el solo imaginarse la capacidad atómica de estos dos países. Mientras pasaban las horas, los barcos rusos, no desviaban su curso y los barcos norteamericanos mantenían su espera y bloqueo cerca de Cuba.
Los problemas se acrecentaron, cuando un avión espía estadounidense U-2, fue detectado por la inteligencia militar soviética, sobrevolando espacio aéreo cubano. Este avión realizaba acciones de espionaje, ante lo cual la defensa antiaérea cubana, la cual era de fabricación soviética, logra interceptar y derribar al avión espía, resultando su piloto muerto. El problema estaba al rojo vivo, Estados Unidos no desmantelaría sus misiles de Turquía y su intención era derrocar al gobierno marxista de Cuba y la URSS no desviaría sus barcos, con arsenal bélico que se dirigían al caribe y no aceptaría una intromisión militar en contra de su aliado caribeño.
Las negociaciones eran difíciles, por EE.UU. estaban los expertos John McLoy, Adlai Stevenson, entre otros y por la URSS los diplomáticos Vasili Kuznetsov y Andrei Gromiko. Se dice que estas personas se mantuvieron los días del conflicto, sin ver la luz del día, ante lo grave de los sucesos; el fin era no perder las pretenciones y evitar el colapso nuclear.
Dirigentes soviéticos, mantenían contacto directo con autoridades estadounidenses, los "tiras y aflojas" se confirmaban y desmentían a cada instante, las FF.AA. de ambos países estaban espectantes a la orden de ataque; los países de la OTAN (a favor estadounidense) y los del Pacto de Varsovia (en el bando soviético), también se encontraban en alerta máxima, lo cual conllevaría en caso de agresión, a la tercera guerra mundial.
Los estratégas soviéticos, desarrollaron un papel protagonista en los hechos, los historiadores neutrales, destacan la participación de estos diplomaticos, quienes mantuvieron un contacto directo con los expertos norteamericanos. Tras terroríficas horas y después de interminables negociaciones, en donde fue excluído Cuba, finalmente se llegó a un acuerdo. Nikita Khrushov, se comprometía a que la Unión Soviética mandaría de regreso a sus barcos, por lo cual no se instalarían los misiles de largo alcance en Cuba y John Kennedy, manifestaba el compromiso de que EE.UU. no invadiría militarmente a Cuba y, también, desmantelaría completamente su escudo de misiles, instalados en Turquía.
Algunos historiadores y expertos dan por ganador en el complicado conflicto a la URSS, otros a EE.UU. , pero sin duda, que todos coinciden en que el principal ganador en la solución del conflicto fue finalmente la humanidad.
