Discurso Aniversario AMCO

Discurso pronunciado la tarde de este lunes 07 de enero de 2013 en la Plazuela Yungay de Osorno, con motivo del Tercer Aniversario de la Asamblea Movimiento Ciudadano de Osorno.

"Señoras y Señores de la Asamblea, Dirigentes organizacionales presentes y público en general: agradezco el honor que se me hace al permitirme ocupar esta tribuna.

Mi nombre es Francisco Vargas Flores, Profesor de Historia y Geografía de la Universidad de Los Lagos. Soy osornino y toda mi vida prácticamente la he desarrollado en esta hermosa y singular ciudad.

Quiero iniciar mi intervención manifestando mi más honesto saludo a la Asamblea Movimiento Ciudadano de Osorno y a todas las personas que la integran, en este Tercer Aniversario de su fundación. Sin lugar a dudas, la Asamblea ha sido un espacio de convergencia que ha permitido el encuentro – en debate, reflexión, generación de conocimiento y acción - de distintas voces que se encontraban dispersas en la ciudad de Osorno. Voces que en cierta manera comparten un estado de malestar social, producto de una serie de situaciones políticas, económicas, medioambientales y sociales que se vienen arrastrando desde hace varias décadas en nuestro país y que sin duda se manifiestan también en nuestra ciudad y provincia de Osorno.

Quiero también aprovechar esta oportunidad, de dirigirme a ustedes, para expresar algunas reflexiones surgidas desde hace algún tiempo y que han venido a cobrar vigencia a propósito de los últimos sucesos que han venido ocurriendo en el país – acontecimientos de los que Osorno no ha quedado exento- desde 2006 en adelante (con la primera revuelta estudiantil de los últimos tiempos) y que entre otras cosas ha traído como consecuencia, el surgimiento de múltiples asambleas ciudadanas a lo largo de todo el país que demandan más democracia (o verdadera democracia) y la abolición de la autoritaria constitución de 1980.

Quiero estimular la reflexión con algunas preguntas: ¿Qué tan felices somos los osorninos? ¿Qué tan conformes estamos con nuestras vidas? ¿Qué rol le cabe a la sociedad osornina en el bienestar o malestar individual? ¿Será suficiente la medición de crecimiento económico para evaluar el índice de desarrollo humano de la sociedad chilena en su conjunto, teniendo en cuenta la horrible distribución de la riqueza o la falta de acceso a verdaderas oportunidades educacionales o laborales? ¿Qué es lo que verdaderamente importa acumular: riqueza material o buscar la felicidad, el bienestar individual? Estas y otras preguntas son ineludibles responderlas si realmente queremos construir una sociedad mejor.

Los datos macroeconómicos señalan que nuestro país viene creciendo en un 5 % aprox, que el desempleo no supera el 7%, que el ingreso Per cápita anual es de alrededor del 18 mil dólares anuales, lo cual sitúa ha nuestro país en los primeros lugares de los índices que miden el desempeño del modelo económico imperante. Pero todos sabemos que la realidad de la mayoría de los Chilenos y Osorninos no se refleja en esos números. Por ejemplo, 18 mil dólares anuales Per cápita significan que cada chileno debería recibir mes a mes la cifra de 730 mil pesos aprox., lo que multiplicado por 4 (que es el número promedio de integrantes de una familia) daría que cada familia vive con casi 3 millones de pesos mensuales ¿Cuántas familias en Osorno cuentan con ese presupuesto mensual? El 1% tal vez.

Lo que si es cierto y que poco aparece en los medios de comunicación es que existe una cesantía estructural en Osorno y el resto del país cercana a los dos dígitos, lo cual ha sido distorsionado por nuevas metodologías que miden la cesantía y que la esconden. También es cierto que se han creado puestos de trabajo pero de muy mala calidad: a cuenta propia, a honorarios y sin previsión social. En consecuencia, podemos decir, que las estadísticas elaboradas por los tecnócratas que administran este sistema distan mucho de la realidad de las grandes mayorías de este país.

Ahora bien, insistir en el diagnóstico es seguir dando vueltas en lo mismo y seguir aplazando las transformaciones urgentes que necesita nuestra sociedad, de lo que se trata hoy en día es: buscar las soluciones a las problemáticas que afectan a nuestra sociedad chilena y osornina mediante la soberanía ciudadana, es decir, deliberar, proponer, actuar y evaluar, en pos de nuestras necesidades y no de las grandes corporaciones económicas. La constitución actual, carta fundamental que organiza políticamente a nuestra sociedad con un marcado sesgo autoritario, creada bajo un gobierno dictatorial, debe ser sustituida con suma urgencia para realizar los cambios estructurales que Chile necesita, mediante una Asamblea Constituyente. El sistema educativo chileno secuestrado por inescrupulosos empresarios que lucran y que generan segregación social debe ser reemplazado por un sistema educativo que fortalezca la educación pública, que sea un espacio de encuentro entre las diferentes clases sociales, que sancione el lucro y de condiciones laborales estables y dignas para el profesorado y que por cierto recoja las demandas del movimiento social y estudiantil.

La salud al igual que la educación ha sido entregada al mercado, en Chile y Osorno quien no tiene dinero ve considerablemente reducida su esperanza de vida, la seguridad sanitaria esta siendo tranzada al mejor postor. Si hoy en día existen colas para tomar una atención médica en el sistema de salud público y faltan especialistas es porque el estado ha permitido la mercantilización de la salud. Resulta urgente el rediseño del sistema de cotizaciones en salud mediante la creación de un fondo universal solidario para el conjunto de la población (entre seguros privados y seguros públicos). Al igual que en educación, nuestro país requiere un decidido fortalecimiento de una salud pública para todos los chilenos.

La geografía chilena es de una belleza incomparable, de norte a sur hay una gran variedad de ecosistemas, todos ellos riquísimos en recursos naturales, pero que la codicia del hombre y la falsa idea del crecimiento ilimitado en un planeta finito, no ha sabido preservar. Sin ir más lejos nuestra zona esta siendo devastada por el monocultivo de pino y eucaliptos afectando la biodiversidad de nuestra zona y dañando irreparablemente nuestros suelos.

Y como guinda de la torta, gran parte de nuestros recursos económicos ni siquiera son controlados por el estado chileno, vergonzosamente están a merced de las olas de un mercado controlado por poderes económicos extranjeros. El agua, el cobre y los demás recursos naturales de Chile, deben volver a manos nacionales y para el bienestar de la comunidad nacional.

Quiero concluir este discurso haciendo un llamado a las organizaciones sociales de Osorno, a las fuerzas políticas vivas de la ciudad que están con el ciudadano, con el trabajador, con el estudiante, con el defensor del medioambiente, con el pescador artesanal, con la dueña de casa, con los oprimidos de siempre y no con los grandes poderes económicos, a las personas de a pie, a organizarse, a converger en ideas y puntos de vista con la intención clara, transparente y valiente de disputar los espacios de poder institucional a los actuales políticos tradicionales que se jactan de estar con la gente y en el parlamento votan en contra de la gente y a favor de ideas que le hacen pésimo a nuestro país. Por mi parte solo les quiero manifestar que estoy dispuesto a asumir la responsabilidad de disputar un espacio en el parlamento y defender y representar los intereses de los insatisfechos y descontentos con las injustas prácticas de los administradores del estado de Chile que hipotecan nuestro futuro y el de los chilenos que vendrán. Nuestro país necesita de nuevas voces, que asuman la tarea de hacer la pega que los actuales políticos no pueden ni quieren hacer: democratizar y distribuir la riqueza de nuestra sociedad.

Muchas Gracias."
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