Alimentos para un estómago feliz
El correcto funcionamiento del sistema digestivo se debe, en parte, a una alimentación balanceada. Para ello, los expertos ponen énfasis en el consumo de fibra, prebióticos y probióticos.
Una alimentación equilibrada es fundamental para ayudar a mejorar la salud, por esta razón, para el buen funcionamiento del sistema digestivo se recomienda la ingesta de fibra, prebióticos y probióticos, además del consumo de agua. Estos son los nutrientes necesarios, porque una vez que el estómago o los intestinos se deterioran en adultos mayores, se puede controlar su envejecimiento con una correcta alimentación. La tendencia mundial indica que las personas mayores a 60 años cada vez serán más, razón por la que es relevante que la industria diseñe y desarrolle productos alimenticios enfocados en este grupo.
En esta línea, el estudio Chile Saludable, desarrollado por Fundación Chile en colaboración con GfK Adimark, explica cómo el mercado de los alimentos se ha adaptado y ha desarrollado productos que responden a las necesidades de la tercera edad. Estos son, en su mayoría lácteos con probióticos (lactobacillus) que ayudan al equilibrio de la flora bacteriana del estómago.
De todas maneras, existen alimentos que aportan al buen funcionamiento del estómago de manera natural. Entre los que tienen un alto contenido de fibra están las frutas, hortalizas, legumbres y cereales integrales, que aceleran el tránsito y previenen el estreñimiento. Destacan la avena, las lentejas, el choclo, la pera y la manzana, entre otros.
Al mismo tiempo, están los probióticos y prebióticos. Los primeros están presentes principalmente en bebidas lácteas, como yoghurts o leches cultivadas, que ayudan al crecimiento de las bacterias buenas del intestino; y los segundos, son el alimento de esa flora bacteriana. Los prebióticos más conocidos se encuentran la inulina y la oligofructosa que están presentes en algunos tubérculos -como el ajo y la cebolla-, y principalmente en la raíz de la achicoria. Además, se pueden encontrar en lácteos, barras de cereales y como suplemento alimenticio.
“Una alimentación baja en grasas saturadas, sal y azúcar, rica en fibra y que respete los horarios de las comidas, ayuda a un sistema digestivo saludable y que funcione correctamente. Es relevante que las personas pongan hincapié en su alimentación debido a que la población cada vez se va a envejecer más y va a vivir más tiempo“ explica Paulina Sazo, product manager de Alimentos de Fundación Chile.
Fuente: Annabella Pérez Compagnon - annabellacomunicaciones@gmail.com
Una alimentación equilibrada es fundamental para ayudar a mejorar la salud, por esta razón, para el buen funcionamiento del sistema digestivo se recomienda la ingesta de fibra, prebióticos y probióticos, además del consumo de agua. Estos son los nutrientes necesarios, porque una vez que el estómago o los intestinos se deterioran en adultos mayores, se puede controlar su envejecimiento con una correcta alimentación. La tendencia mundial indica que las personas mayores a 60 años cada vez serán más, razón por la que es relevante que la industria diseñe y desarrolle productos alimenticios enfocados en este grupo.
En esta línea, el estudio Chile Saludable, desarrollado por Fundación Chile en colaboración con GfK Adimark, explica cómo el mercado de los alimentos se ha adaptado y ha desarrollado productos que responden a las necesidades de la tercera edad. Estos son, en su mayoría lácteos con probióticos (lactobacillus) que ayudan al equilibrio de la flora bacteriana del estómago.
De todas maneras, existen alimentos que aportan al buen funcionamiento del estómago de manera natural. Entre los que tienen un alto contenido de fibra están las frutas, hortalizas, legumbres y cereales integrales, que aceleran el tránsito y previenen el estreñimiento. Destacan la avena, las lentejas, el choclo, la pera y la manzana, entre otros.
Al mismo tiempo, están los probióticos y prebióticos. Los primeros están presentes principalmente en bebidas lácteas, como yoghurts o leches cultivadas, que ayudan al crecimiento de las bacterias buenas del intestino; y los segundos, son el alimento de esa flora bacteriana. Los prebióticos más conocidos se encuentran la inulina y la oligofructosa que están presentes en algunos tubérculos -como el ajo y la cebolla-, y principalmente en la raíz de la achicoria. Además, se pueden encontrar en lácteos, barras de cereales y como suplemento alimenticio.
“Una alimentación baja en grasas saturadas, sal y azúcar, rica en fibra y que respete los horarios de las comidas, ayuda a un sistema digestivo saludable y que funcione correctamente. Es relevante que las personas pongan hincapié en su alimentación debido a que la población cada vez se va a envejecer más y va a vivir más tiempo“ explica Paulina Sazo, product manager de Alimentos de Fundación Chile.
Fuente: Annabella Pérez Compagnon - annabellacomunicaciones@gmail.com