Discurso Christian Arntz en la inauguración oficial de SAGO Fisur 2018

A continuación dejamos el discurso completo del Presidente de SAGO

Señoras y señores

Hace exactamente un año, desde este mismo lugar, me correspondió pronunciar un discurso que pasó a la historia de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, porque en él se plasmó la injusticia de la cual fuimos víctimas cuando, de manera irresponsable, las autoridades de Salud de la época, desoyendo al SAG, determinaron la inédita suspensión de la muestra ganadera, justo cuando esta feria internacional agrícola, la más antigua de Chile, celebraba 100 años de vida.

Dijimos con toda la fuerza que no había razón alguna para aquello. Señalamos que se estaba estigmatizando a toda la ganadería con medidas extremas y que no éramos ingenuos: que lo que se buscaba era hacernos daño como respuesta a nuestra férrea oposición a la millonaria campaña de apología a la Reforma Agraria pagada con recursos de todos los chilenos por parte del Estado, para imponer una visión sesgada de aquella nefasta política de la década de los 60 y 70.

Se nos acusó de exagerar y de politizar una decisión basada en supuestos antecedentes técnicos, pero el tiempo nos dio la razón. Impune ha quedado la irresponsabilidad de la ex ministra de Salud Carmen Castillo, quien con un fuerte apoyo de algunas otras autoridades y parlamentarios aseveró, sin ningún empacho, en la Cámara de Diputados que todo lo relacionado con la alerta sanitaria de ese año tenía que ver con vacas y bovinos en general.

Creemos, además, que las actuales autoridades no han señalado con la suficiente fuerza que la evidencia es categórica al señalar que las tesis esgrimidas por Salud no fueron comprobadas.

En Chile existe evidencia más que suficiente que indica que fiebre Q siempre hubo en nuestro país, y sus escasos hallazgos se deben a que hasta el año pasado nunca se había buscado. Siempre lo dijimos y no se nos escuchó.

A un año de este bochornoso episodio, es decir hace pocas semanas, me correspondió escuchar una exposición de fiscalizadores del Ministerio de Salud, quienes planteaban como un hecho positivo que gracias a esta alerta habían conseguido más recursos para fiscalización. Yo quiero decirles con toda la fuerza: nada bueno puede esperarse de recursos que se obtienen a partir de un engaño y por ello, de una vez por todas, exigimos disculpas al sector ganadero.

Una vez más estamos reunidos en torno a este evento que le dio en 1917 su razón de ser a SAGO, un gremio de productores agrícolas comprometidos con la libertad y el libre emprendimiento, y que tiene la convicción de que el Chile que hemos construido en los últimos 40 años, levantado sobre estos principios, hay que cuidarlo.

El año pasado planteamos también desde esta tribuna que es preocupante que en este contexto de futuro, y donde Chile está llamado a jugar un rol preponderante para entregar alimentos de calidad a un mundo que crece en población de manera exponencial, el país haya reeditado una mala política para el agro, como es la colectivización de la propiedad de la tierra como única forma de saldar la denominada deuda indígena, por medio de la compra de miles y miles de hectáreas sin ninguna planificación, lo que no sólo ha generado una paralización productiva, sino también una creciente tensión que ha derivado en violencia, tal como ocurrió con la Reforma Agraria.

En estos meses, hemos visto con esperanza los esfuerzos que se han realizado en torno al Plan Araucanía, y más aún, porque hemos apreciado un amplio consenso en torno a ello. Para SAGO, como parte de la Corporación de Desarrollo del Sur, el trabajo que se está llevando a cabo en esta materia es prioritario para la paz social y manifestamos todo nuestro apoyo.

Los gremios del sur agrupados dentro de esta Corporación, entre ellos SAGO, Aproleche, Agrollanquihue, Cámara de Comercio de Osorno, y de la Región de los Ríos, como SAVAL y APROVAL, buscamos generar oportunidades de desarrollo y bienestar para grupos sociales vulnerables en el sur de Chile, mediante la articulación de proyectos multiculturales público-privados, con énfasis en educación, turismo, comercio, emprendimiento e innovación social, preservación, difusión, promoción y fomento de la cultura, costumbres y tradiciones de la actividad silvoagropecuaria de esta parte del país.

Nos sentimos orgullosos de colaborar en la tarea de hacer de Chile un mejor país, por lo que los invitamos a conocer nuestras actividades y formas de colaboración.

Es como parte de la Corporación de Desarrollo del Sur que estamos convencidos de que es absolutamente necesario ampliar el Plan Araucanía al resto del sur, dada la importancia de la población huilliche y los grandes rezagos en materia de desarrollo que persisten en la zona costera de las regiones de Los Lagos y Los Ríos, donde se concentra su población. El impulso privado que se está activando en La Araucanía es posible de replicar en esta zona: estamos disponibles para establecer sinergias con el Estado, bajo la premisa de avanzar en esta problemática sin asistencialismo. 

En materia de reformas. Ante el proyecto que modifica el Código de Aguas, seguimos atentamente la discusión y nos preocupa que aún no se haya puesto el foco en lo básico: la agricultura ocupa apenas el 12% del agua dulce para producir alimentos y dar trabajo de calidad, pero, sin embargo, se nos apunta como la fuente de los problemas de abastecimiento que existen en algunas zonas del país.

Alineados con la posición de la Sociedad Nacional de Agricultura, somos enfáticos al señalar que estamos conscientes de que las instituciones públicas en general, y la DGA en particular, quedaron rezagados en más de 30 años respecto de la evolución que ha experimentado el país, constituyéndose en un lastre para el desarrollo. Por otro lado, establecer plazos para la vigencia de los derechos es innecesario, porque basta con encarecer las patentes por no uso. Plantear limitaciones en el tiempo, en cambio, restringe la certeza jurídica y de abastecimiento, en proyectos de lenta maduración como son todos los relacionados con recursos naturales. La ley actual consagra todas las atribuciones que el ministro reclama, y si algo debiera asumir por transparencia, es que los servicios públicos responsables de estas materias no han tenido los recursos humanos y materiales necesarios para cumplir con las responsabilidades que la ley les encomienda.

En materia tributaria, señalamos con toda la fuerza que el país aún no ha podido sacudirse de los efectos adversos de la reforma de hace cuatro años. En línea con lo planteado por Sofofa, creemos que no es entendible que existiendo consenso respecto de la importancia del emprendimiento para hacer crecer al país, tengamos hoy una legislación que ahoga y que, en los hechos, transforma al Estado en propietario de buena parte de cualquier inversión. Esta realidad hace que nuestros hijos, señor ministro, estén mucho más llanos a buscar trabajo que a ser empresarios y aquello es una pésima noticia para el país. No habrá crecimiento sin reglas que lo hagan posible y hoy esas reglas claras no están. Tenemos que sacudirnos de la legislación que ahoga el emprendimiento, si lo que queremos es que Chile sea un país desarrollado.

Lo mismo ocurre con la Reforma Laboral, generando una tormenta perfecta que no se ha disipado a ocho meses de iniciado el nuevo gobierno. Esperamos que la mesa técnica creada para el abordaje de esta problemática genere prontos cambios para terminar con las incertezas jurídicas que ha provocado la reforma laboral del gobierno anterior. Es hora de enfrentar hechos como la excesiva judicialización y avanzar en la modernización del Código del Trabajo, para dar cuenta de las nuevas realidades en materia de jornada y adaptabilidad laboral, entre otras.

Todo esto se encuentra enmarcado dentro de un eje del Programa del actual Gobierno: la modernización del Estado. Señor ministro, sé que usted lo tiene claro: es imprescindible sacar adelante esta agenda para reactivar al país y estoy absolutamente seguro de que encontrará en los parlamentarios de esta zona la disposición necesaria para alcanzar acuerdos políticos que hagan ello posible, porque todos queremos lo mismo para Chile.

Si logramos generar las condiciones para reactivar a Chile, el Estado tendrá los recursos para asumir desafíos impostergables, como por ejemplo, la modernización de la infraestructura vial que hoy está dando muy malas noticias en la región, como asimismo la brecha digital.

Aun cuando la cancha para el emprendimiento sigue pesada, hoy podemos dar cuenta de que en el marco de la agenda de trabajo SAGO Centenario, hemos ido avanzando en el mandato de nuestros socios de ayer y de hoy, para abordar los desafíos de la asociatividad.

Este proyecto nace de la convicción de que en la agricultura en general, y en el sector lechero en particular, el clima de permanente conflicto dentro de la cadena no conduce a ninguna parte y por ello somos categóricos: la guerrilla de la leche debe terminar de una vez por todas, antes de que ésta acabe con el sector. Dentro de esto, por supuesto que incluimos el insistente e inaceptable ataque de industrias como Watt ́s a la cooperativa Colun. Por consiguiente le decimos lo siguiente: si ser cooperativa es un tan buen negocio, pues bien, conviértanse en una de ellas y pierdan cuidado que encontrarán en nosotros a sus primeros socios.

Hoy, con mucho orgullo, podemos dar cuenta que el proyecto de integración vertical orientado al procesamiento de leche, Campos Australes, dio inicio a su funcionamiento comercial, con la aprobación del modelo de venta en conjunto de sus socios, los que determinaron, además, que esta empresa será una cooperativa, decisión que hizo aumentar significativamente el interés de los productores para integrarse al proyecto.

Nos sentimos orgullosos de estar llegando a puerto con el mandato de aportar nuestro grano de arena para impulsar esta futura cooperativa, que, estamos seguros, constituye una gran alternativa para el sector lechero nacional, y más aún porque estamos en sintonía con lo que usted mismo ha planteado, señor ministro: “Las cooperativas representan una oportunidad para el desarrollo de la economía y de la agricultura del país”.

En materia de granos, en las últimas dos versiones de SAGOFisur, hemos visto las oportunidades de producción para nichos específicos que hoy se encuentran capturados por producción importada. La mejor manera de abordar este tema es, otra vez, la asociatividad entre agricultores y otras industrias, con el objetivo de aprovechar las alternativas que existen en el mercado de los granos, tanto en la industria panificadora como en la salmonicultura. Existen avances en esta materia y estamos seguros de que los granos seguirán dando, cada vez más, buenas noticias para el país. En este punto, señor ministro, vemos con gran preocupación que ante las trabas al acceso de nueva tecnología que hace posible producir variedades de granos ajustadas a los requerimientos de la industria del salmón, como son los organismos genéticamente modificados, hoy estemos ad portas de hipotecar este sector, dado que no podremos competir con las importaciones de granos transgénicos que pueden entrar desde el exterior, pero que a nosotros se nos impide producir, en una evidente competencia desleal que puede arrasar con miles de empleos.

En materia frutícola, 2018 es el año en que se ha consolidado este sector en nuestra zona, dado por el incremento de la superficie plantada de avellanos y cerezas, principalmente. Fue por esto que a mediados de año, SAGO A.G., en conjunto con Fedefruta, realizó uno de los encuentros regionales de productores, oportunidad en la que se demostró el enorme interés existente por parte de productores en busca de alternativas de negocio.

Este buen panorama está amenazado por el proyecto de ley que regula los trabajos de temporada, ya que encarece e incluso puede hacer inviable un emprendimiento que requiere una alta inversión y que, por lo tanto, involucra un alto riesgo. Se necesita un marco laboral adecuado a la realidad del agro si lo que queremos es que este siga creciendo y generando más y mejores empleos. Aún estamos a tiempo de mejorar este proyecto.

En el sector cárnico, volvemos a encontrarnos con lo mismo. Hoy existe un amplísimo consenso entre la mayoría de las asociaciones de agricultores, sindicatos de trabajadores de la carne, industrias procesadoras y también las comercializadoras, respecto de los nefastos efectos que ha tenido la tipificación de la carne para los productores y también los consumidores.

Nuestra norma, que ya suma más de un cuarto de siglo, nació con el objetivo de poner de acuerdo a productores con industriales para la transacción de los animales, pero no necesariamente tuvo como foco orientar a los consumidores acerca de cuál es la mejor calidad. Así, los criterios establecidos tienen que ver con aspectos como la cobertura de grasa, contusiones y edad del animal, esta última relacionada a la cronometría dentaria. De tanto repetir que la categoría “V” es “mejor”, los supermercados derechamente dejaron fuera de su oferta las demás letras y así el consumidor nacional sencillamente no tiene opciones de acceder a otras experiencias similares e incluso, en algunos cortes, superiores.

La oferta de carne nacional está artificialmente restringida, pero eso no es todo: los chilenos quedan a merced de una oferta mayoritariamente extranjera, donde aunque no lo sepan, probablemente sí podrán hallar un exquisito filete “U” como carne importada en la misma góndola del retail, por la difícil fiscalización de nuestra norma, o no se ha preguntado ¿cómo confiar en la edad que se dice tiene un corte importado?

Por todo esto es que el compromiso que ha asumido usted, señor ministro, en orden a abrirse al cambio de la norma de Tipificación de la Carne, es una gran noticia para los consumidores y también para los productores. Lo que corresponde, ahora, es que podamos avanzar hacia una solución definitiva.

En agosto de 2016, pusimos sobre la mesa la gravísima problemática de la calidad de los fertilizantes: creímos que estábamos fertilizando con productos confiables, pero lamentablemente no era así en muchos casos. La legislación tiene un vacío que permite la comercialización de estos productos que a veces están lejos de cumplir la finalidad para la cual son comprados. Y si bien aún no hemos logrado corregir la normativa, debemos reconocer que la industria se ha hecho cargo de la situación, mejorando sustantivamente la información. Esto mismo, nos hace reflexionar sobre lo que está ocurriendo con el proyecto de ley de etiquetado de lácteos.

Es necesario mejorar el etiquetado de la leche, sin duda alguna, ya sea por la vía de un proyecto de ley, como el que impulsan parlamentarios, o por la modificación de reglamentos o decretos, un ámbito donde nuestros representantes en el Congreso son quienes deberán analizar cuál de las dos es la fórmula más efectiva. Vemos con preocupación, sin embargo, que la iniciativa que se está comenzando a discutir ha ampliado en demasía sus objetivos, corriendo el riesgo de transformarse en un proyecto que más que ayudar a informar al consumidor, termine generando el efecto contrario. En otras palabras, se debe legislar sin demonizar artificialmente productos ni procesos que cumplen con toda la normativa sanitaria, gravándolos con costos que pagarán los propios productores en el futuro, sobre todo al asumir el desafío industrializador o exportador.

Lo aconsejable frente a esta disyuntiva es avanzar hacia una legislación simple y comprensible, de manera que no se repita la mala experiencia que hemos tenido por ya más de dos décadas con la ley de tipificación de la carne, la cual traba la producción nacional en su llegada a la góndola, privando a los chilenos de un alimento de primera calidad.

Pero volvamos a lo que nos convoca: la inauguración de la feria agrícola internacional más antigua e importante del país. SAGOFISUR es hoy un lugar donde los asistentes pueden ver tecnología y conocer los principales avances en este rubro. Asimismo, quienes concurren al recinto cuentan con la oportunidad de poder tener la orientación de expertos expositores que participan en las distintas charlas, donde hemos intentado abarcar todo el abanico de opciones productivas de este territorio: granos, fruticultura, leche y carne. Todo ello, coronado por la oferta gastronómica y de entretención familiar que hace de éste un gran evento de atracción turística.

En el último quinquenio, SAGOFISUR ha contado en promedio por cada versión con más de 1.000 marcas participantes que sumaron cada año unos US$ 40 millones en productos en exhibición, a partir de los cuales se crearon más de 10.000 contactos efectivos, con la consiguiente concreción de negocios por alrededor de $5 mil millones durante la feria, con un promedio de más de 300 animales finos en exposición y 250 expositores en cada versión. Además, en cumplimiento de uno de los objetivos centrales de SAGO A.G., que es brindar bases de información que les permita a los agricultores contar con mejores datos para trabajar y determinar de manera fehaciente e independiente las fortalezas y debilidades de cada cadena productiva, con la finalidad de que puedan adoptar las mejores decisiones económicas, hemos puesto a disposición de los asistentes cuatro seminarios relacionados con: granos, leche, carne y frutales.

Asimismo, la muestra animal, una de las más grandes tradiciones de SAGOFISUR, donde se coloca en relieve el enorme patrimonio genético nacional en materia de bovinos, caballares y ovinos, regresa este año con más de 300 ejemplares. Agradecemos a todos los productores que han hecho posible el retorno de esta tradición.

Señoras y señores. Como hace 101 años, con la misma energía y orgullo, les damos las gracias por acompañarnos en una nueva versión de SAGOFISUR.

Fuente: Comunicaciones SAGO

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