¿Dónde está la verdadera educación superior?

Claudia Fasani, Jefa Nacional de Jardines Infantiles y Salas Cuna del Hogar de Cristo
Por Claudia Fasani, Jefa Nacional de Jardines Infantiles y Salas Cuna del Hogar de Cristo.

Resulta un espaldarazo a la “verdadera educación superior”, como llaman algunos certeramente a la educación inicial, el que una educadora de párvulos sea la justa ganadora del Premio Nacional de Educación 2019.

María Victoria Peralta lleva 50 años trabajando en terreno, además de haber hecho una prolífera labor en el ámbito público, ha logrado publicar casi una decena de libros sobre la historia de la educación parvularia en Chile.

Son 155 años de historia, dato que pocos conocen, porque, tal como dijo María Victoria al recibir esta importante distinción, la educación parvularia sigue siendo percibida como si fuera de tono menor. Infantil, en el mal sentido, cuando es justamente eso –el que trabajamos con los más pequeños en una etapa crucial del desarrollo cognitivo–, donde radica su importancia y su potencial igualador para los niños que provienen de las familias de menores ingresos. Es en las salas cuna y en los jardines infantiles donde de verdad se empareja la cancha, porque luego no hay vuelta atrás; lo que no se logró en esta etapa, no se puede recuperar.

Por desgracia, según un estudio de Elige Educar, la carrera de educación de párvulos está entre las menos prestigiosas en Chile y en los rankings anuales del Ministerio de Educación, aparece entre las pedagogías peor pagadas.

Estas malas noticias a las que estamos acostumbradas se ven compensadas con el reconocimiento que hace el país a María Victoria Peralta y a través de ella a todas las educadoras de párvulos. También resulta alentador el que vayamos avanzando con un Proyecto de Ley de Equidad en Educación Parvularia que ahora está en el Congreso y que propone mejorar la calidad desde las aulas, aumentando -a través de una subvención- los montos mensuales que se invierten por niño y reduciendo las diferencias asociadas al tipo de establecimiento.

Esta es otra manera de emparejar la cancha, sobre todo la de los 44.490 lactantes y párvulos que viven pobreza monetaria y multidimensional y que no acceden a educación inicial.



Fuente de la información: Matías Concha - Hogar de Cristo
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