▶Cómo el afecto y el amor de las mascotas sanan a las personas

▶Cómo el afecto y el amor de las mascotas sanan a las personas
Dr. Franco Lotito C. – www.aurigaservicios.cl - Académico, escritor e investigador (PUC-UACh)



“¿Qué mayor regalo puede haber que el amor de un gato?” (Charles Dickens, escritor y novelista inglés).

“He estudiado a muchos filósofos y a muchos gatos. La sabiduría de los gatos es infinitamente superior” (Hippolyte Taine, filósofo, crítico e historiador francés).

No cabe duda alguna, que los gatos pueden ser animales extremadamente divertidos, curiosos, cariñosos e independientes. Al respecto de su independencia, es fácil advertir un dato relevante: los gatos son seres autónomos y soberanos que tienen sus propias ideas acerca de cómo deben ser las cosas.

Hasta tal punto eso es así, que ellos se acercan a restregarse contra las piernas de sus amos sólo cuando ellos desean hacerlo, al mismo tiempo que son libres para decidir apartarse y alejarse cuando así también lo estiman pertinente, en cuyo caso, resulta casi imposible obligarlos a hacer cosas que un gato no desea hacer.

Y así como existe la equinoterapia –o terapia asistida ecuestre–, es decir, una técnica empleada por profesionales de la salud para promover la rehabilitación de niños, adolescentes y adultos a nivel psicológico, neuromuscular, cognitivo y social, por medio del uso de caballos como herramienta terapéutica, también existe la gatoterapia, a saber, una técnica en que se utiliza a los gatos con la finalidad de combatir problemas de ansiedad, estrés y depresión, entre otros males de salud.

Hay diversos estudios que demuestran que este tipo de tratamientos con felinos mejora la calidad de vida de las personas, al mismo tiempo que se produce un vínculo o conexión muy especial entre los gatos y sus dueños. Todo aquél que tiene un gato como mascota, sabe que así como su gato ama su independencia, así también gusta mucho de los mimos y las caricias que recibe, en función de lo cual, se podría decir, que su comportamiento –a veces un tanto ambivalente y confuso–, se asemeja mucho al comportamiento de los seres humanos.

Aunque para algunas personas resulte algo difícil de creer, los gatos pueden ser tremendamente beneficiosos en la vida de las personas, por cuanto, la gatoterapia ha demostrado que la cercanía y compañía de un gato en torno a las personas, promueve mejorías físicas y psicológicas, siendo su presencia mucho más beneficiosa de aquello que la mayoría de la gente piensa.



El investigador mexicano Ricardo Téllez Girón, en uno de sus artículos titulado “Una historia de gatos”, señala que “aún cuando los gatos son hoy en día una de las especies domésticas más extendidas a lo largo y ancho de nuestro planeta, siguen existiendo algunas dudas con respecto al momento preciso de su domesticación”, y se hipotetiza que habrían sido los gatos quienes, en su momento, decidieron acercarse a los seres humanos y dejarse domesticar.

Egipto fue el primer país de la antigüedad en valorar hasta tal punto el encanto, así como la capacidad de los gatos para cazar ratas, ratones y hasta serpientes, y de esta manera, mantener limpios de alimañas menores los hogares y sus alimentos, que la sociedad egipcia les otorgó un carácter divino. Un prueba de esto, es la existencia de una ciudad egipcia conocida como Bubastis (o ciudad de los gatos) que mantuvo un culto dedicado a la diosa felina Bastet por casi dos mil años. Ahora bien, de acuerdo con un estudio realizado en el año 2008 por investigadores del Instituto Stroke de la Universidad de Minnesota, los dueños de gatos tienen menos probabilidad de morir de un ataque al corazón, por cuanto, luego de hacer un seguimiento a más de 4.500 personas –tres de cada cinco participantes tenían gatos– durante un período de 10 años, determinaron que los dueños de gatos presentaban una reducción del riesgo de muerte por ataque al corazón de un 30%, en comparación con aquellas personas que no tenían gatos.

Otros estudios indican que el ronroneo de los gatos ayuda a reducir el nivel de estrés de sus dueños, al mismo tiempo que disminuye su tensión arterial, ya que los gatos producen vibraciones de entre 20 y 140 hercios al ronronear, una frecuencia considerada beneficiosa para una gran cantidad de enfermedades, de acuerdo con la revista de divulgación Scientific American.

Dado que los gatos pueden ser muy divertidos con sus poses, jugarretas y vivencias, hoy en día, existen miles de vídeos en Internet y redes sociales que sacan muchas risas a la gente, y hay expertos en el tema, que aseguran que estos vídeos de gatos transmiten positivismo y energía a las personas. Tanto es así, que un estudio realizado por la Universidad de Loma Linda, en California, descubrió que con tan sólo mirar durante 20 minutos vídeos divertidos, se reduce el nivel de cortisol de forma considerable en el organismo humano, lo que contribuía a mejorar la memoria de corto plazo de los adultos mayores, así como también de aquellos pacientes con algún tipo de demencia como el Alzheimer, quienes podían experimentar una serie de recuerdos al acariciar a las mascotas, retrasando la degeneración neuronal que sufren. Al mismo tiempo, los investigadores establecieron que la risa –y el hecho de reír–, puede asociarse a un corazón y a un sistema inmune mucho más fuerte y resistente.

Por otra parte, un estudio realizado en Francia en el año 2012 que analizó a 40 niños con autismo y a sus mascotas, descubrió que los niños se sentían más tranquilos en presencia de sus mascotas y que estos chicos podían socializar con un mayor grado de facilidad que aquellos niños autistas que no tenían mascotas. Los investigadores relacionaron este cambio en los niños con un incremento de la producción de occitocina, una hormona que se genera al acariciar a los gatos y que incrementa los sentimientos de confianza y de amor.

En este sentido, la relajación que produce el acto de acariciar un gato en el regazo, no sólo reduce el estrés de la persona, sino que la misma compañía del felino mejora el estado de ánimo del sujeto, sirve como una distracción positiva para aquellas personas que sufren de depresión, al mismo tiempo que motiva a la persona a seguir una rutina, mantener la responsabilidad y sus actividades sociales en aquellos días negros en que más les cuesta a las personas hacerlo.

Por su parte, el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades reconoce que uno de los mayores beneficios de tener una mascota, es su capacidad para calmar nuestros sentimientos de soledad, por cuanto, en ocasiones, son nuestras mascotas, quienes más atención nos prestan, por cuanto, son ellas las que nos observan y nos escuchan con mucho interés cuando nos dirigimos a ellas, luego de haber tenido un día laboral muy agitado y complicado.

Señalemos finalmente, que de acuerdo con investigadores de las Universidades de Miami y Saint Louis, las mascotas están en condiciones de satisfacer las necesidades sociales de una persona, del mismo modo como si ellas fueran la compañía de otros seres humanos, ya que el acto de acariciarlos, oírles maullar y ronronear, así como el hecho de observar cómo juegan y se divierten, todo ello sirve de estímulos muy positivos para muchas personas.

A todo lo anterior, se suma la ventaja de que los gatos apenas necesitan cuidados, ya que fuera de las vacunas y la alimentación, son seres muy limpios que se lavan ellos mismos –y a sus crías–, y en cuanto aprenden a utilizar la caja de arena para sus necesidades, no dudan en utilizarlo siempre y, en consecuencia, no requieren de una constante atención o preocupación por parte de sus amos.

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