Tecnología al servicio de la salud en tiempos de crisis

Marcos Vieyra Feldman
Por Marcos Vieyra Feldman, Gerente Comercial de Citrix para Chile.

En circunstancias en que ya se reportan más de 16 mil casos detectados de COVID-19 en el país, recientemente el Fondo Nacional de Salud (FONASA), anunció una nueva modalidad de atención basada en la telemedicina. Ésta permitirá a los cerca de 10 millones de afiliados al sistema público atenderse de manera remota, con un total de 40 servicios médicos habilitados para que los especialistas realicen diagnósticos o seguimientos a sus pacientes.

De acuerdo a lo informado por FONASA, el objetivo es “evitar que las personas asistan a los centros de salud a lo largo de Chile para que las redes hospitalarias no estén colapsadas y así impedir que el coronavirus se siga expandiendo”, al evitar traslados y atenciones presenciales.

Sin duda esta es una buena noticia en el actual contexto de emergencia, sin embargo, representa también importantes desafíos en términos de tecnología y de resguardo de la información de manera que el sistema público pueda realmente operar de manera eficiente y segura.

En relación a las consideraciones tecnológicas de esta iniciativa, soluciones como la virtualización facilitan enormemente el trabajo a distancia de los especialistas al permitirles acceder a los datos de sus pacientes desde cualquier lugar, en cualquier momento y desde cualquier dispositivo. En concreto, a través de este tipo de soluciones los profesionales del área de salud pueden mejorar el tiempo de atención de las personas, facilitar la entrega de exámenes clínicos, obtener acceso a radiografías e imágenes de todo tipo, corregir tratamientos y medicaciones, consultar historiales clínicos de forma remota y monitorear en tiempo real la condición de los pacientes, bajo un ambiente de seguridad que garantice la privacidad de los datos del paciente.





Esto es especialmente importante en un país como Chile que tiene regiones extremas y comunas remotas donde hay falta de especialistas, por lo que contar con este tipo de soluciones desde una consulta ambulatoria hasta cierto manejo de emergencias, contribuye a que las personas reciban una atención oportuna sin importar donde se encuentren.

Desde la perspectiva del resguardo de los datos clínicos, la virtualización es clave para garantizar que los datos siempre estén seguros y centralizados en un datacenter y no almacenados en los diferentes dispositivos. Cambiar la contraseña de los sistemas o actualizar el programa antivirus ya no basta en un mundo en que las tácticas de sustracción de información han evolucionado junto al desarrollo de nuevas tecnologías. En este punto es clave considerar también lo que se ha denominado “seguridad contextual”, poniendo en el centro de la estrategia a los mismos usuarios, pues mediante del uso de “algoritmos machine learning” es posible identificar y analizar qué comportamientos son normales y cuáles pueden ser potenciales amenazas, determinando si las personas están haciendo un uso seguro de los datos.

Junto con lo anterior, es necesario establecer un perímetro de seguridad alrededor de las organizaciones sanitarias para securitizar el tráfico que circula en la red y aplicar softwares que verifiquen la identidad y las credenciales de acceso del personal médico.

Como vemos, la tecnología puede hacer grandes aportes a la gestión sanitaria en Chile. De cara al futuro, el principal reto seguirá continuar avanzando hacia la digitalización de la salud de la mano de soluciones que permitan a los médicos y personas acceder a una atención más rápida, eficiente y oportuna, en estos momentos en que más lo necesitan.


Fuente de la información: Catalina Alarcón - e-press
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