“César Negrón”
Por Francisco Reyes C., consejero regional.
Lucha valiente y transformadora nunca muere; queda allí, con pulsaciones múltiples, intensidad arrebatada, apretando pechos, evocando tiempos, sueños, humanidad. Traspasa generaciones, territorios, desafía fronteras ideológicas, distancias socioeconómicas, para movilizar, cada cierto tiempo, desde la inspiración vivencial y el relato que su recuerdo va construyendo en el entorno.
“En revolución, los métodos han de ser callados; y los fines, públicos”, señaló alguna vez el gran político y pensador cubano José Martí.
Y así ocurría y sigue ocurriendo hoy con César Luis Negrón Schwerter, que en las primeras 24 horas tras su deceso logró desempolvar la admiración colectiva por ese hombre bueno que prestigió a Purranque como un habitante y ocupante trascendente y que dignificó la política local desde su rol de alcalde. “Se fue un caballero de los que hacen falta”, se leía en las redes sociales de varios cientos vecinos y vecinas de la provincia, región y país.
Ya en 2013 su involuntario alejamiento de su responsabilidad alcaldicia por motivos de salud cerró una importante etapa en la vida política de esa hermosa comuna, y en 2020, con su vuelo hacia la memoria, agita corazones y replantea en perspectiva un modelo de gobierno local centrado en capacidades y talentos de sus habitantes.
El destino me llevó a trabajar con él por casi 4 años, entre el 2010 y el 2013. Ya en mi tiempo de estudiante sabía de un alcalde ecologista y de izquierda al sur de la provincia de Osorno. En los 90, no era desconocido su “fin público” y su vida política en Purranque y la región, la que surge en el gobierno de la Unidad Popular, asesorando a campesinos y obreros y luego como militante y dirigente socialista.
César Negrón estudió técnico agrícola en el Instituto Adolfo Matthei. El Gobierno de Salvador Allende lo nombró como director ad honorem en el desaparecido Banco Osorno y La Unión y cursando administración pública y ciencias políticas en la Universidad de Chile se enfrentó al Golpe. Fue detenido y estuvo en la cárcel como preso político hasta fines de 1976 después de un juicio militar en un tribunal de guerra.
En la campaña por el retorno hacia la democracia, Negrón visualizó en los municipios un espacio para luchar contra la pobreza que ahogaba a la provincia y en especial a Purranque, territorio en ese entonces con alta carencia de viviendas por la migración campo-ciudad. Poco antes, a fines de la década de los 80, había vuelto a la participación y el activismo social desde el ecologismo. “Mirada global y acción local”, aterrizó su visión en la formación de un territorio sustentable, sentido de comunidad e identidad.
Por eso no sorprendió a nadie cuando por el 2006, en plena discusión política por la división de la Región de Los Lagos, fuera el primer alcalde que marcó su postura y de la comuna de no formar parte de una nueva unidad regional con Valdivia, a través de una consulta ciudadana de gran convocatoria. Por el mismo tiempo, ya había implementado en Purranque el modelo de presupuesto participativo, el trabajo por una ciudad educadora inclusiva, se iniciaba la recuperación de espacios públicos patrimoniales y la generación de proyectos para el desarrollo de la cultura y las artes.
Respetado y querido por la ciudadanía, por su partido y por el mundo político en general, Negrón fue alcalde en su comuna durante cuatro periodos, por lo que muchos jóvenes crecieron escuchando y fueron testigos de su gestión. El primero, de 1992 a 1996 lo compartió en tiempos iguales con el candidato que obtuvo la segunda mayoría; entre 2004 y 2012, tuvo dos periodos continuos, y el último, entre 2012 y 2016, se vio interrumpido por enfermedad. En estado grave, en junio de 2013, debió alejarse del Municipio y permanecer en su hogar la localidad de Corte Alto. Desde allí y pese a su dificultad motriz, concentró su fuerza para escribir un libro, un relato de gobierno local que tituló “El alcalde: un factor de cambio”, publicado en 2014 por la Universidad de Los Lagos.
Sus páginas profundizan en la vida cotidiana “de quienes desarrollan su existencia en una comuna distante de las grandes ciudades”, constituyendo el Chile silencioso que clama por descentralización y que se relaciona con las políticas públicas, con planes y programas y con la contingencia desde una perspectiva particular y arrojada a la pasión de sus actores.
Es César Negrón Schwerter y su testimonio político un verdadero “factor de cambio”. Así lo visualizó también la ex Presidenta Michelle Bachelet que lo visitó en su casa, ya enfermo. Pese a que físicamente ya no está entre nosotros, el ex alcalde e “Hijo Ilustre” de Purranque sigue en la memoria de una villa convertida en ciudad que lideró desde la convicción en su lucha valiente y transformadora. En tiempos de crisis, ese trabajo puro y sincero dignifica a la política, a la acción pública y a la vida en comunidad.
Lucha valiente y transformadora nunca muere; queda allí, con pulsaciones múltiples, intensidad arrebatada, apretando pechos, evocando tiempos, sueños, humanidad. Traspasa generaciones, territorios, desafía fronteras ideológicas, distancias socioeconómicas, para movilizar, cada cierto tiempo, desde la inspiración vivencial y el relato que su recuerdo va construyendo en el entorno.
“En revolución, los métodos han de ser callados; y los fines, públicos”, señaló alguna vez el gran político y pensador cubano José Martí.
Y así ocurría y sigue ocurriendo hoy con César Luis Negrón Schwerter, que en las primeras 24 horas tras su deceso logró desempolvar la admiración colectiva por ese hombre bueno que prestigió a Purranque como un habitante y ocupante trascendente y que dignificó la política local desde su rol de alcalde. “Se fue un caballero de los que hacen falta”, se leía en las redes sociales de varios cientos vecinos y vecinas de la provincia, región y país.
Ya en 2013 su involuntario alejamiento de su responsabilidad alcaldicia por motivos de salud cerró una importante etapa en la vida política de esa hermosa comuna, y en 2020, con su vuelo hacia la memoria, agita corazones y replantea en perspectiva un modelo de gobierno local centrado en capacidades y talentos de sus habitantes.
El destino me llevó a trabajar con él por casi 4 años, entre el 2010 y el 2013. Ya en mi tiempo de estudiante sabía de un alcalde ecologista y de izquierda al sur de la provincia de Osorno. En los 90, no era desconocido su “fin público” y su vida política en Purranque y la región, la que surge en el gobierno de la Unidad Popular, asesorando a campesinos y obreros y luego como militante y dirigente socialista.
César Negrón estudió técnico agrícola en el Instituto Adolfo Matthei. El Gobierno de Salvador Allende lo nombró como director ad honorem en el desaparecido Banco Osorno y La Unión y cursando administración pública y ciencias políticas en la Universidad de Chile se enfrentó al Golpe. Fue detenido y estuvo en la cárcel como preso político hasta fines de 1976 después de un juicio militar en un tribunal de guerra.
En la campaña por el retorno hacia la democracia, Negrón visualizó en los municipios un espacio para luchar contra la pobreza que ahogaba a la provincia y en especial a Purranque, territorio en ese entonces con alta carencia de viviendas por la migración campo-ciudad. Poco antes, a fines de la década de los 80, había vuelto a la participación y el activismo social desde el ecologismo. “Mirada global y acción local”, aterrizó su visión en la formación de un territorio sustentable, sentido de comunidad e identidad.
Por eso no sorprendió a nadie cuando por el 2006, en plena discusión política por la división de la Región de Los Lagos, fuera el primer alcalde que marcó su postura y de la comuna de no formar parte de una nueva unidad regional con Valdivia, a través de una consulta ciudadana de gran convocatoria. Por el mismo tiempo, ya había implementado en Purranque el modelo de presupuesto participativo, el trabajo por una ciudad educadora inclusiva, se iniciaba la recuperación de espacios públicos patrimoniales y la generación de proyectos para el desarrollo de la cultura y las artes.
Respetado y querido por la ciudadanía, por su partido y por el mundo político en general, Negrón fue alcalde en su comuna durante cuatro periodos, por lo que muchos jóvenes crecieron escuchando y fueron testigos de su gestión. El primero, de 1992 a 1996 lo compartió en tiempos iguales con el candidato que obtuvo la segunda mayoría; entre 2004 y 2012, tuvo dos periodos continuos, y el último, entre 2012 y 2016, se vio interrumpido por enfermedad. En estado grave, en junio de 2013, debió alejarse del Municipio y permanecer en su hogar la localidad de Corte Alto. Desde allí y pese a su dificultad motriz, concentró su fuerza para escribir un libro, un relato de gobierno local que tituló “El alcalde: un factor de cambio”, publicado en 2014 por la Universidad de Los Lagos.
Sus páginas profundizan en la vida cotidiana “de quienes desarrollan su existencia en una comuna distante de las grandes ciudades”, constituyendo el Chile silencioso que clama por descentralización y que se relaciona con las políticas públicas, con planes y programas y con la contingencia desde una perspectiva particular y arrojada a la pasión de sus actores.
Es César Negrón Schwerter y su testimonio político un verdadero “factor de cambio”. Así lo visualizó también la ex Presidenta Michelle Bachelet que lo visitó en su casa, ya enfermo. Pese a que físicamente ya no está entre nosotros, el ex alcalde e “Hijo Ilustre” de Purranque sigue en la memoria de una villa convertida en ciudad que lideró desde la convicción en su lucha valiente y transformadora. En tiempos de crisis, ese trabajo puro y sincero dignifica a la política, a la acción pública y a la vida en comunidad.
