Especialistas Usach advierten que se intensificará la brecha socioeconómica en la educación

Especialistas Usach advierten que se intensificará la brecha socioeconómica en la educación
El jueves pasado, la Agencia de Calidad de la Educación dio a conocer los datos de la prueba Simce 2019 para octavo básico aplicada en octubre del año pasado. Los resultados de la medición habrían disminuido considerablemente en la prueba de Historia y los análisis habrían concluido que aún se mantienen las brechas socioeconómicas de la medición anterior.

Al respecto, el director del Programa de Magíster en Educación de la Universidad de Santiago y especialista en evaluación y medición, Daniel Ríos, comentó que no habría una sorpresa ante el análisis entregado por la Agencia de Calidad de la Educación e indicó que es importante que haya un cambio profundo dentro de las salas de clases.

“Cuando entregan los resultados Simce de cada año, uno sabe esta historia vieja de colegios municipales y privados, pero si en los próximos años no hacemos nada para disminuir esta brecha socioeconómica, que la hemos visto mucho en este contexto de pandemia, vamos a seguir observando estos resultados tan distintos”, explicó el especialista en evaluación.



Para el académico, las variables que podrían afectar a los estudiantes también “pueden deberse a la heterogeneidad de la cobertura curricular, donde algunos establecimientos tendrían mayor ventaja en los contenidos de las materias que otros”.

“Aquí es donde habría que analizar el tipo de didáctica y metodología que usan los profesores, el tipo de recursos que utilizan, y los tiempos de aprendizajes de los estudiantes. Falta más evaluación de proceso, falta más evaluación formativa y retroalimentación, en esa perspectiva, que los profesores comiencen a hacerse cargo de la visualización de problemas que los estudiantes estarían teniendo en este proceso”, apuntó Ríos.

La Doctora en Educación y académica del Departamento de Historia de la Usach, Carolina García, mirando la situación desde otra perspectiva, apuntó no sólo a las desigualdades, sino que también al cambio curricular que hay entre generaciones que rinden la prueba.

“A diferencia del 2009, las bases curriculares tienen un ajuste y un énfasis mayor hacia el desarrollo de habilidades, y es muy probable, por lo tanto, que la prueba haya tenido un énfasis en este aspecto, más que hacia los contenidos. Es interesante cuestionarse hasta qué punto, en los distintos establecimientos, se ha desarrollado una apropiación curricular adecuada a esta nueva estructura”, indicó y agregó que además de cuestionarse ese impacto, es importante cuestionarse las diferencias en la baja de la prueba de Historia, que no sólo impactaría a los estudiantes, sino que a su educación cívica.

Si bien ambos académicos coincidieron que suspender el Simce para este año fue “una decisión sensata”, advierten que las brechas socioeconómicas que destaca el análisis de los resultados del año pasado podrían profundizarse en las futuras pruebas estandarizadas e incluso sugieren no hacerla el año 2021 por el contexto actual.

“Lo que preocupa, y que es una constante en esta prueba Simce, y en la PSU, es la brecha socioeconómica de los resultados. El sistema educativo no está logrando disminuir esas brechas y es interesante preguntar cuál es el rol que están jugando las escuelas para revertir esto, y el efecto que la escuela puede tener sobre los más vulnerables, hoy no se está pudiendo ejercer ”, comentó la Doctora en Educación.

El académico del Departamento de Educación, Daniel Ríos, enfatizó en que será necesario no sólo aplazar las próximas pruebas, sino que aplicar diagnósticos de recuperación para cuando las clases vuelvan a ser con modalidad presencial.

“Actualmente estamos trabajando en modalidad online, donde es clave el internet y el equipamiento tecnológico, y todos sabemos que la penetración del internet en sectores vulnerables no alcanza el 30% de los hogares. Yo creo que este tema también puede provocar una mayor brecha en el marco de la enseñanza remota que se está utilizando, pero esperemos que el 2021 pueda tener una regularidad respecto a la presencialidad y se pueda generar algún tipo de proceso de recuperación o diagnóstico para saber cómo van a llegar los estudiantes al próximo año”, finalizó el especialista.

Fuente de la información: Departamento de Comunicaciones, Radio y Televisión Prorrectoría Universidad de Santiago de Chile
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