Déjenlos trabajar
Por Carlos Oyarzún Concha, abogado.
Son casi ya dos meses en que el Coronavirus ha obligado a una cuarentena total en la mayoría de las comunas de la región. Sin duda, aunque necesaria desde el punto de vista epidemiológico, ella ha golpeado con más fuerza al sector del comercio, con todo lo que ello implica, lo cual nos debe llevar a una discusión mucho más de fondo, y que dice relación con poner a prueba la capacidad del Estado de responder ante la necesidad de fomento, reactivación y condiciones de trabajo.
Cierto es que el tema no es fácil, más aún, cuando la sola intención de ponerlo sobre la mesa obliga hacerse cargo de una mochila instalada por la izquierda más radical que insiste en sostener que discutir estos temas significa representar interés de grupos de poder cuando la realidad es totalmente contraria.
Quienes se ven perjudicados económicamente con las crisis (o pandemias), son las pymes, el comercio y el trabajo independiente, que representan, además, la gran mayoría de la actividad económica.
Sería absurdo calificar el comercio del Barrio Lynch o el Mercado Municipal como “grandes grupos de poder económico”, y estoy convencido de que el Estado tiene que proteger a los pequeños comerciantes, las pymes, trabajadores independientes, etc., a través de acciones que apunten a fomentar la innovación, garantizando una carga impositiva justa, capaz de adecuarse a la situación de las personas sin asfixiarlas con impuestos que no pueden pagar, que se la juegue con subsidios y beneficios para potenciar su crecimiento y tener mayor y mejor acceso a recursos.
Los verdaderos “grupos de poder económico” no se exponen con el mismo riesgo y vulnerabilidad a las crisis como las personas comunes y corrientes, las que, finalmente, solo piden que los dejen trabajar. Habrá en la Convención Constitucional el enorme desafío de salir de la trinchera política que tanto daño nos ha hecho, para que así nos preocupemos de verdad por definir cómo le podemos mejorar la calidad de vida a las personas.
Comunicado de Prensa / Fuente: coyarzunconcha@gmail.com
Son casi ya dos meses en que el Coronavirus ha obligado a una cuarentena total en la mayoría de las comunas de la región. Sin duda, aunque necesaria desde el punto de vista epidemiológico, ella ha golpeado con más fuerza al sector del comercio, con todo lo que ello implica, lo cual nos debe llevar a una discusión mucho más de fondo, y que dice relación con poner a prueba la capacidad del Estado de responder ante la necesidad de fomento, reactivación y condiciones de trabajo.
Cierto es que el tema no es fácil, más aún, cuando la sola intención de ponerlo sobre la mesa obliga hacerse cargo de una mochila instalada por la izquierda más radical que insiste en sostener que discutir estos temas significa representar interés de grupos de poder cuando la realidad es totalmente contraria.
Quienes se ven perjudicados económicamente con las crisis (o pandemias), son las pymes, el comercio y el trabajo independiente, que representan, además, la gran mayoría de la actividad económica.
Sería absurdo calificar el comercio del Barrio Lynch o el Mercado Municipal como “grandes grupos de poder económico”, y estoy convencido de que el Estado tiene que proteger a los pequeños comerciantes, las pymes, trabajadores independientes, etc., a través de acciones que apunten a fomentar la innovación, garantizando una carga impositiva justa, capaz de adecuarse a la situación de las personas sin asfixiarlas con impuestos que no pueden pagar, que se la juegue con subsidios y beneficios para potenciar su crecimiento y tener mayor y mejor acceso a recursos.
Los verdaderos “grupos de poder económico” no se exponen con el mismo riesgo y vulnerabilidad a las crisis como las personas comunes y corrientes, las que, finalmente, solo piden que los dejen trabajar. Habrá en la Convención Constitucional el enorme desafío de salir de la trinchera política que tanto daño nos ha hecho, para que así nos preocupemos de verdad por definir cómo le podemos mejorar la calidad de vida a las personas.
Comunicado de Prensa / Fuente: coyarzunconcha@gmail.com
