Para evitar una catástrofe generacional
Señor director,
Según el balance del primer semestre del MINEDUC, el 63% de los establecimientos educacionales del país abrieron sus puertas, logrando entregar clases presenciales a más de 1 millón de niños, niñas y jóvenes del país. De ellos, sólo el 29%, corresponden a establecimientos municipales.
Las escuelas y colegios del país son una plataforma de aprendizaje, de protección y de desarrollo para sus comunidades educativas y el entorno que las rodea. Desde ese punto de vista, son una plataforma multifuncional, las cuales, insertas en distintos sectores del país, empapándose de realidades diversas, distintas necesidades y oportunidades, son fundamentales para asegurar un crecimiento socioeconómico sustentable y además fundamentales, para evitar una “catástrofe generacional” como lo ha denominado hace unos días la UNESCO y UNICEF.
Las condiciones de vulnerabilidad en las que viven cientos de estudiantes en Chile son impactantes y con la pandemia se han acentuado aún más. En ese sentido, la educación es una herramienta que puede transformar y mejorar sus realidades actuales y, por esto, todos los actores involucrados en esta área debemos estar informados, ser empáticos, adaptarnos al cambio y tener la voluntad para que, incluso en tiempos de pandemia, un día todos los niños, niñas y jóvenes de Chile, reciban educación de calidad.
Alexandra Suárez Espinosa
Según el balance del primer semestre del MINEDUC, el 63% de los establecimientos educacionales del país abrieron sus puertas, logrando entregar clases presenciales a más de 1 millón de niños, niñas y jóvenes del país. De ellos, sólo el 29%, corresponden a establecimientos municipales.
Las escuelas y colegios del país son una plataforma de aprendizaje, de protección y de desarrollo para sus comunidades educativas y el entorno que las rodea. Desde ese punto de vista, son una plataforma multifuncional, las cuales, insertas en distintos sectores del país, empapándose de realidades diversas, distintas necesidades y oportunidades, son fundamentales para asegurar un crecimiento socioeconómico sustentable y además fundamentales, para evitar una “catástrofe generacional” como lo ha denominado hace unos días la UNESCO y UNICEF.
Las condiciones de vulnerabilidad en las que viven cientos de estudiantes en Chile son impactantes y con la pandemia se han acentuado aún más. En ese sentido, la educación es una herramienta que puede transformar y mejorar sus realidades actuales y, por esto, todos los actores involucrados en esta área debemos estar informados, ser empáticos, adaptarnos al cambio y tener la voluntad para que, incluso en tiempos de pandemia, un día todos los niños, niñas y jóvenes de Chile, reciban educación de calidad.
Alexandra Suárez Espinosa