Derechos humanos: la verdad histórica que incomoda

Por Miguel Cheuqueman Vargas, Integrante del equipo técnico del convencional constituyente Adolfo Millabur Ñancuil. Territorio Kunko.

Clínica Alemana Osorno
Si queremos realmente refundar este país con la nueva constitución, hay que partir desde la verdad que nos llevó a estar hoy en la necesidad de refundar el sistema político, admirativo y de convivencia ya existente. Sin duda, el estado de Chile se funda sobre la negación de la existencia de naciones originarias y en el transcurrir del tiempo fue permanentemente también invisibilizando los derechos humanos del resto de la población, siendo la constitución de los 80” la que hoy nos rige; la lápida definitiva de una lógica medieval, donde una casta muy pequeña de personas destinadas gobernar y disfrutar de este privilegio.

Muchas veces nos admiramos de historias llevadas el cine respecto de reyes medievales y su poder inconmensurable, pero pensemos en el presente, y en la realidad de nuestro país, sin los títulos nobiliarios, pero con apellidos y ascendencia de élite tenemos a las siete familias más ricas del país, y el tipo de gobierno es exactamente el mismo, más de lo mismo. Son dueños de todo y debemos pagarles impuesto por todo, ejemplo, el agua, una de las más malas y caras del mundo, la salud, la educación, en resumen, en este país les pagamos tributos hasta por transitar en las carreteras, por lo que hay que primero reconocer nuestra situación, lo que ya se hizo; segundo, establecer cuáles han sido violaciones sistemáticas a los derechos humanos; tercero, reparar esos crímenes y cuarto establecer mecanismos que nos aseguren la garantía de no repetición de estos.

Al escuchar o leer el párrafo anterior parece algo lejano, casi antojadizo o de alguien resentido, pero para contextualizar vamos a compartir algunos ejemplo de la zona, ¿para qué nos vamos a ir tan lejos?, se ha construido un discurso político y un relato que señala que desde Osorno al sur no vivía nadie a la llegada de los colonos Alemanes, o sea tierras baldías que tenían que ser colonizadas y esto es una gran mentira del porte del volcán Osorno, en estas tierras vivían muchos mapuche y estos fueron erradicados a la fuerza con quema de casa, apaleos, desapariciones forzosas y las muy famosas ventas por licor, que consistía en que un colono buscaba un trabajador cualquiera que se hacía pasar por el mapuche vecino del colono, lo llevaba a actuario que también era colono y hacían una venta de la tierra a un precio irrisorio, la inscribían a nombre del colono y de ahí en adelante entraba el auxilio de la fuerzo publica para el desalojo del mapuche y la guinda de la torta es que el colono decía este indio me vendió su tierra por una chuica de aguardiente, de esa forma y de otras más crueles se colonizó el futawiyimapu y esto mismo paso más al norte, con los colonos franceses e italianos, en fin, pero resumiendo, era mismo modo operandi .

Entonces, alguien con razón podría decir que estas atrocidades cometidas en contra de los mapuche son crímenes con características genocidas, pero crímenes al fin al cabo, pero lo que lo transforma en violaciones a los hechos humanos en contra de los mapuche es que el estado Chileno los avaló y legalizó con títulos de propiedad; los resultados de estos crímenes son los mapuche vivientes de Osorno, Rio Negro, Puerto Octay, Frutillar, Fresia, Llanquihue, entre otras localidades, que narran como a sus abuelos los mataron a perro, les quemaron la casa y los desalojaron, los carabineros eran pagados por los alemanes y ellos los alemanes viven en sus tierras, en un chalet y quienes son dueños legítimos en un campamento, la pregunta que cabe: ¿Quién hará justicia?.

Este tipo de relato no es tan lejano geográficamente, porque en 1912 a 20 kilómetro al poniente de Osorno, en un sector denominado Forrahue se desarrolló la conocida “Matanza de Forrahue”, que por la cercanía de Osorno fue documentada en los diarios locales, pero matanzas de mapuche hay muchas más de lo que razón humana soporta, ejemplo, la matanza de Rupanco , de Frutillar, en fin, lo que escribo no es fruto de mi imaginación, ya que está documentado , acreditado , compilado y publicado en el denominado Informe de la verdad Comisión verdad histórica y nuevo trato con los pueblos Indígenas del año 2003, del cual fue el presidente de esta comisión el expresidente de la republica Patricio Aylwin Azocar. Documento público en digital y que fácilmente se puede acceder por internet y que está en todas las bibliotecas públicas de país.

Yo diría que el diagnostico está claro, lo que esperamos con ansias es cómo se reparan estos crímenes, cómo el estado de Chile se hace cargo de su responsabilidad política, esta es la labor a la que se está abocando la comisión de derechos humanos, verdad histórica y bases para la justica, reparación y garantías de no repetición de la convención constitucional, la cual tiene abierta audiencias públicas hasta el 10 de agosto, las que se pueden hacer por correo electrónico rellenando un formulario en el sitio www.chileconvencion.cl.

¿Cuál es la importancia que tiene esta comisión y sus resultados?, principalmente que se puedan establecer las dimensiones y efectos de las violaciones sistemáticas a los derechos humanos en contra de las poblaciones de primeras naciones indígenas y la población en general , siendo más fácil así establecer las compensaciones monetarias, jurídicas, prácticas y políticas en el futuro , ya que para mí no es una casualidad que las poblaciones mapuche por ejemplo sean las más pobres entre los pobres, creo que es producto del despojo forzado de sus tierras en el pasado y la permanente discriminación racial y estigmatización que han sufrido hasta el presente. Sin verdad no hay justicia y sin justica hay posibilidad que esto se vuelva a repetir.


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