“Lo que ofrece el proyecto político de Boric es gobernabilidad, porque sabe escuchar y tiene voluntad de generar cambios”

Daniela Carvacho
Daniela Carvacho, candidata a diputada por el Distrito 25:

“Lo que ofrece el proyecto político de Boric es gobernabilidad, porque sabe escuchar y tiene voluntad de generar cambios” La militante de Revolución Democrática respondió a quienes auguran “inestabilidad” en el eventual Gobierno de Apruebo Dignidad. “Lo realmente inestable es mantener a Chile en las condiciones en las que está”, señaló.

Apenas 274 votos fueron los que le faltaron a Daniela Carvacho (32 años) para formar parte de la Convención Constituyente. La militante de Revolución Democrática, profesora de historia del Liceo Carlos Ibáñez del Campo, de Fresia, fue la segunda mayoría del Distrito 25, antecedente que llevó al principal partido del Frente Amplio a colocarla como cabeza de lista en las próximas elecciones parlamentarias.

Para los comicios de este 21 de noviembre, Carvacho es la primera opción de Apruebo Dignidad para hacerse con un escaño en el Congreso representando al distrito sureño (que incluye las siete comunas de la provincia de Osorno y cinco de la provincia de Llanquihue), y su perfil dista de lo habitual en la zona: joven, feminista, medioambientalista y alejada de los partidos tradicionales.

Más allá de su propia campaña, Carvacho enfrentó también las críticas de quienes auguran “inestabilidad” en un eventual Gobierno de Gabriel Boric. “Lo realmente inestable es mantener a Chile en las condiciones en las que está”, señaló.

En una reciente entrevista, el candidato a senador por Santiago y dirigente de su partido, Sebastián Depolo, afirmó que de gobernar van a traer inestabilidad al país. ¿Eso es efectivo?

-Me parece que las palabras de Sebastián no fueron expresadas de la manera correcta. Pero más allá de lo que haya dicho él, hay un discurso que se está buscando instalar en nuestra contra y que apunta a eso, a la inestabilidad. En ese sentido, creo lo contrario. Un Gobierno de Gabriel puede ofrecerle al país la posibilidad de avanzar en los cambios que como pueblo hemos empujado, con la garantía de hacerlo en el marco de la institucionalidad, de una manera democrática y calmada. Pero también con determinación y con la seguridad de que el próximo Gobierno no le va a deber favores a nadie y va a poder avanzar hacia las transformaciones que queremos en materia de pensiones, de salud pública, de protección ambiental y en una necesaria reforma tributaria que garantice recursos para avanzar en lo social. Y eso, creo, le otorga al país la posibilidad de superar la inestabilidad, porque nos permite avanzar en resolver los conflictos que nos han traído hasta acá.

¿Y en caso de que Boric no gane la elección?

-Lo que es realmente inestable es mantener a Chile en las condiciones en las que está. No podemos olvidar que en la política pública se necesitan ciertas condiciones: estabilidad gubernamental (en el sentido de que un Gobierno no va a ser derrocado) y certeza jurídica, y lo cierto es que esas condiciones no las garantiza el Gobierno actual del país. Los niveles de inequidad hacen que estemos en una olla de presión que puede volver a explotar. Tenemos que hacer los cambios necesarios y, en ese sentido, lo que ofrece el proyecto político de Gabriel Boric y de Apruebo Dignidad es justamente gobernabilidad.

¿Cómo asegura eso?

-Porque los proyectos que van a salir del Ejecutivo van a tener respaldo parlamentario, a diferencia de lo que ha sucedido en los últimos Gobiernos. Para eso también es importante que lleguen al Congreso los candidatos y candidatas de Apruebo Dignidad. Lo que nosotros tenemos que demostrar es que tenemos la capacidad, tenemos la determinación y, sin duda, una experiencia que en esencia es diferente, que viene de la organización social, de la organización política y del trabajo profesional que hemos desarrollado en distintos espacios durante los últimos años.

Ya que tocó el tema de la experiencia, ¿por qué la ciudadanía debería confiar en ustedes si no tienen más experiencia que la de ser oposición? Nunca han gobernado y su tradición en el Congreso y en municipios es, más bien, escasa.

-Creo que es parte de la democracia de un país generar aprendizajes que van de generación en generación. No podemos pensar que porque otros han gobernado antes, entonces tienen que hacerlo siempre. Porque de esa manera se limita la posibilidad de recambio, de avanzar en democracia y de permitir que nuevos actores, generaciones y sectores de la sociedad puedan ser parte de las decisiones que marcan el rumbo de un país. En ese sentido, cuando se plantea que no deberían confiar en nosotros porque no tenemos experiencia, creo que eso es una mirada equivocada.

Pero entonces reconoce que no cuentan con suficiente experiencia.

-Si se mira la experiencia solo como el haber sido parte de la administración pública en cargos de confianza, claramente no la tenemos. Pero sí tenemos la experiencia de habernos organizado desde hace ya décadas por la educación pública y otras demandas, de haber desarrollado organización política y social capaz de levantar esas demandas, de avanzar a constituirnos como organizaciones y llevar a la institucionalidad nuestras propuestas para traducirlas en cambios concretos. Tenemos trayectoria profesional en organizaciones comunitarias, ONGs, en fundaciones, en espacios de la administración pública que no son necesariamente de confianza, y también en nuestros propios oficios y quehaceres, y tenemos conexión con las necesidades de Chile. Además sabemos escuchar y reconocer al otro, no tenemos el afán de barrer con otros, sino más bien aspiramos a construir una amalgama de experiencias y convicciones para concretar los cambios que el país necesita.

Además que ha sido gente con experiencia la que nos ha llevado a la situación actual.

-Exacto. Coaliciones y representantes que llevan décadas gobernando y legislando, pero que con el tiempo se han alejado de la ciudadanía, han legislado para sí mismos o para quienes les financian, con graves casos de corrupción y gran desigualdad que nos han llevado a una profunda crisis. Hoy en Chile, la cuna en que naciste sigue definiendo tu futuro como persona, y muchas veces aunque trabajes toda tu vida envejeces y mueres en pobreza y abandono. En ese sentido, nosotros queremos hacer un llamado a la ciudadanía a que le dé la oportunidad a rostros nuevos en la política, pero que llevamos años trabajando por un país más justo. Si bien no tenemos experiencia en cargos de confianza, sí la tenemos en organización, en un trabajo político serio que, pese a todo y con mucho aprendizaje, ha perseverado. El Frente Amplio está lleno de expertos que han dedicado su vida privada y profesional a este proyecto político, a resolver los problemas de la gente y además estamos llenos de gente que coincide en un proyecto de país justo, digno, ecológico y feminista.

Para saber qué intervenir es necesario tener un diagnóstico preciso. ¿Cuáles identificas como las principales fortalezas y oportunidades del Distrito 25?

-La principal fortaleza del Distrito 25 es su gente. Está en la cultura propia de nuestro territorio, en un modo de vida campesino, rural, que hoy se está perdiendo pero que constituye un patrimonio único. También me parece muy destacable la conciencia ambiental de esta comunidad, la diversidad de esta, desde pueblos originarios hasta la herencia de la colonización, pasando por los miles de habitantes que han llegado en los últimos años, y también la experiencia de quienes han levantado esta región desde distintas iniciativas, con o sin el apoyo del Estado. Acá hay mucha capacidad para impulsar el desarrollo local. Respecto a las oportunidades, me parece que hay una gran oportunidad en materia de ecoturismo rural, también de recuperar y levantar la cultura local. Hay una oportunidad de defender la diversidad de flora y fauna de Chile y particularmente del sur. Podemos ser un referente nacional de ecoturismo, de descentralización, de democracia participativa y de conciencia ambiental que se puede amalgamar a los desafíos del desarrollo local. El desarrollo y el crecimiento no son enemigos del cuidado ambiental y de su protección. Por el contrario, es solo el cuidado ambiental lo que nos garantiza un desarrollo armónico que nos permita tener un futuro sustentable y sostenible.

¿Y respecto a las debilidades?

-Me parece que las representaciones políticas que hoy tiene nuestro distrito no son expresivas de nuestra diversidad. Creo que falta democracia en lo local. Por otro lado, si bien las personas tienen muy buenas ideas o iniciativas, carecemos de infraestructura, de recursos que vayan de manera directa a esas iniciativas, de recursos en los municipios y muchas veces falta visión. Falta visión respecto de hacia dónde ir. Hacia dónde queremos caminar, cuál es nuestra estrategia de desarrollo, nuestra perspectiva de la democracia, cómo queremos vivir esta región en 30 años más y qué le proponemos a Chile en esa materia. También tenemos una gran amenaza como el cambio climático. Esta crisis es una amenaza permanente y real que tenemos que enfrentar. Nos amenaza también la cultura patriarcal y la violencia machista, y la naturalización de dichas prácticas, lo cual supone un desafío en sentido de cambio institucional, cultural y educativo que nos forme para vivir en base a la igualdad y el reconocimiento del otro. También tenemos una tremenda amenaza en la falta de democracia y de representatividad en nuestras autoridades respecto de lo que somos. Esto erosiona la calidad de la democracia, nos hace sentir ajenos a la política y que quienes están allá decidiendo por nosotros no nos respeta, y eso hace que el sentido de comunidad se pierda.

Pero esto último no se condice con el historial electoral del Distrito 25, en el que se aprecia que la gente suele votar por candidaturas de partidos tradicionales. En la Constituyente, de hecho, la derecha se quedó con dos de tres cupos y el partido socialista con el otro.

-Si miramos la política del distrito a partir de la elección de Constituyentes, y lo hacemos solamente en función de que el sistema electoral permitió el doblaje de la derecha, no estamos viendo que en nuestra región y en nuestro distrito se constituyeron muchísimas listas independientes que estaban justamente representando a muchos sectores de la sociedad que no se habían sentido acogidos por los partidos tradicionales. Si bien el sistema electoral nos dio dos constituyentes de derecha y uno de la Concertación, lo cierto es que si miramos hacia el arco político y sumamos todos los votos de las listas de izquierda e independientes que tenían una perspectiva ambientalista, descentralizadora y feminista, nos encontramos con que somos una fuerza relevante. Lo que tenemos que hacer es caminar hacia la unidad, una que se construya desde el diálogo, el reconocimiento del otro, para poder avanzar hacía que nosotros también tengamos una representación política en el Congreso, en los municipios y en los consejos. Que las organizaciones políticas, sociales y civiles, que hoy existen tengan espacios para participar de las decisiones y los destinos de nuestras comunas y de nuestra región. No tengo la sensación de que nuestro distrito sea conservador, sino por el contrario. Creo que la elección pasada demostró que si bien el sistema electoral nos jugó en contra tenemos enormes posibilidades de cambio político en el sur de Chile.

Por último, ¿Cuál sería tu llamado a los votantes del Distrito 25?

El llamado que hago al territorio, a la Región de Los Lagos, al Distrito 25, a la gente de la zona de la cuenca del Lago Llanquihue, a la gente de la provincia de Osorno, a la gente de la costa, es a creer. A creer que un cambio político es posible sólo si somos capaces de elegir distinto, si somos capaces de confiar en nosotras, en nuestras capacidades de empujar cambios, y si le damos la oportunidad a una generación que ha venido desde hace años y décadas luchando por una educación pública, por el fin de las AFP, por la protección ambiental, por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y sobre nuestro país que queremos construir. Ya ganamos un plebiscito, una nueva Constitución, demostramos que somos capaces. Y ahora llegó el momento de rematar el triunfo eligiendo un Gobierno transformador y a representantes para el Congreso que nos hagan sentir que tenemos voz allá. No delegar, sino construir, participar, y definitivamente ser protagonistas desde el sur de Chile.

Fuente: Y. Lobo

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