Violencia en los centros educativos, espejo de la sociedad

Alejandra Fuenzalida
Por Alejandra Fuenzalida, Directora Ejecutiva de United Way Chile.

Aunque la verdad es que la violencia estudiantil aparece mucho antes de la pandemia en las escuelas y colegios, y se expresa primariamente en la desigualdad y segregación que produce el sistema educativo, volver a clases presenciales luego de confinamientos tan largos puso una presión nunca antes vista a todo el sistema que ha sobrepasado ampliamente los límites.

Este nuevo estallido de la violencia dentro de los centros educativos, ha estado acompañado de otros elementos externos, tales como protestas estudiantiles y numerosos casos de bullying y cyberbullying en todo Chile, ¿por qué pasa esto?

Para empezar, en términos generales, no se consideró un proceso intermedio y de acompañamiento, semanas de marcha blanca para un reencuentro gradual. No hubo días con actividades de esparcimiento donde los niños, niñas y adolescentes se pudieran divertir, compartir experiencias ni conversar sobre lo traumático que fue para todos vivir la pandemia por Covid-19.

La paradoja que estamos viendo hoy, es que muchos padres compartieron más de un año y medio con sus hijos e hijas, pero no todos se comunicaron como era necesario, entregando contención emocional en aquellos meses tan difíciles de encierro e incertidumbre.

Por otro lado, a juzgar por los eventos que estamos viviendo y por el preocupante aumento en las denuncias de violencia intrafamiliar de 2020, llegando a un 314% más que en 2019, el trato violento verbal y físico que los niños observaron o sufrieron en sus hogares, lo están reproduciendo hoy hacia sus pares.

Lo que también explica el aumento de un 25% en patologías de salud mental en Chile, según indica un informe de la OMS, pero también en el mundo, que por supuesto afectan tanto o más a los grupos más vulnerables, como son la infancia y la adolescencia.

La invitación es a concentrar los esfuerzos para tratar de contener esta escalada de violencia y aprender a vivir juntos de manera sana y constructiva. Es una gran tarea cuya responsabilidad no sólo recae en los centros educativos, sino que involucra directamente a las familias y a la comunidad. Avanzar y lograr resultados positivos en el periodo más corto posible, sólo se puede lograr si todos trabajamos juntos convencidos de que sí podemos cambiar esta situación.


Fuente: Natalia Oróstegui Burgos norostegui@e-press.cl

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