50 años después: ¿hemos aprendido la lección?
🔵Señor Director:
Cuesta pensar que, en nuestro país, exista un verdadero aprendizaje a partir de la experiencia política vivida entre los años 1964 y 1989. Lo anterior, porque nunca ha existido un análisis serio e imparcial respecto de las causas que llevaron al quiebre de la democracia en Chile. Vale la pena recordar que fue desde el gobierno del presidente Frei Montalva, que la política nacional inició un proceso de decadencia a través del populismo con el que se llevaron adelante procesos como la reforma agraria y la imperdonable permisividad hacia los sectores políticos de la izquierda, que promovieron la violencia como una forma legítima de obtener mayor bienestar para la clase obrera.
La llegada de Allende al poder, no fue otra cosa que la consecuencia de la estupidez y ansias de poder de la centro izquierda. Eso sí, en esa oportunidad el caballo les salió bien chúcaro. A pesar de los acuerdos y compromisos suscritos entre la DC y la izquierda, finalmente el presidente Allende hizo lo que quiso.
Es justo reconocer que Allende fue electo democráticamente, pero la pregunta que nadie se hace es, ¿hasta dónde la democracia permite abusos, violaciones a los derechos humanos, violencia y muchas otras acciones desestabilizadoras para la sociedad? ¿Acaso bajo una democracia todo está permitido? Al parecer no, ya que fue la sociedad chilena la que pidió el fin del gobierno del presidente Allende, hasta materializarse el llamado pronunciamiento militar. Aun cuando la verdad es que fue el pronunciamiento social a través de las instituciones militares.
En estos días, el presidente Boric pide a los sectores políticos firmar un acta alusiva a los 50 años, lo que por cierto no servirá de nada y no existe un reconocimiento verdadero de los errores cometidos por el sector político.
Cuesta pensar que, en nuestro país, exista un verdadero aprendizaje a partir de la experiencia política vivida entre los años 1964 y 1989. Lo anterior, porque nunca ha existido un análisis serio e imparcial respecto de las causas que llevaron al quiebre de la democracia en Chile. Vale la pena recordar que fue desde el gobierno del presidente Frei Montalva, que la política nacional inició un proceso de decadencia a través del populismo con el que se llevaron adelante procesos como la reforma agraria y la imperdonable permisividad hacia los sectores políticos de la izquierda, que promovieron la violencia como una forma legítima de obtener mayor bienestar para la clase obrera.
La llegada de Allende al poder, no fue otra cosa que la consecuencia de la estupidez y ansias de poder de la centro izquierda. Eso sí, en esa oportunidad el caballo les salió bien chúcaro. A pesar de los acuerdos y compromisos suscritos entre la DC y la izquierda, finalmente el presidente Allende hizo lo que quiso.
Es justo reconocer que Allende fue electo democráticamente, pero la pregunta que nadie se hace es, ¿hasta dónde la democracia permite abusos, violaciones a los derechos humanos, violencia y muchas otras acciones desestabilizadoras para la sociedad? ¿Acaso bajo una democracia todo está permitido? Al parecer no, ya que fue la sociedad chilena la que pidió el fin del gobierno del presidente Allende, hasta materializarse el llamado pronunciamiento militar. Aun cuando la verdad es que fue el pronunciamiento social a través de las instituciones militares.
En estos días, el presidente Boric pide a los sectores políticos firmar un acta alusiva a los 50 años, lo que por cierto no servirá de nada y no existe un reconocimiento verdadero de los errores cometidos por el sector político.
José Antonio Alcázar M.
