Ex sacerdote católico se declara culpable de delito sexual infantil
En un giro de eventos que ha conmocionado a la comunidad de Laurens, Carolina del Sur (EE.UU.), Jaime Adolfo González-Farias, ex sacerdote católico de 68 años y de nacionalidad chilena, se declaró culpable de un grave delito federal relacionado con abuso sexual infantil. El Tribunal Federal de Columbia fue el escenario donde González-Farias admitió su culpabilidad por el transporte de un menor con la intención de participar en actividades sexuales ilícitas.
Los hechos detallados por el fiscal federal adjunto Elliott Daniels revelan un abuso de poder por parte de González-Farias, quien estableció una relación con un niño de 11 años y lo llevó a un viaje a Florida, donde cometió los abusos sexuales. Esta admisión en el tribunal subraya la manipulación y traición de la confianza depositada en él como figura de autoridad y guía espiritual.
La familia de la víctima, tras notar la naturaleza inapropiada de la relación, tomó acción, lo cual fue destacado por Daniels como un acto de valentía. La investigación reveló que el abuso no se limitó a Florida, sino que también tuvo lugar en Carolina del Sur, exacerbando la gravedad de los actos de González-Farias.
Aunque se retiraron cargos adicionales de abuso sexual agravado de niños y coerción de un menor en un acuerdo de culpabilidad, el caso ha dejado una marca indeleble en la comunidad y en la iglesia a la que González-Farias una vez sirvió. Los documentos judiciales describen comportamientos extremadamente inapropiados, incluyendo compartir pornografía con el menor y declaraciones de amor, que evidencian el abuso de confianza y manipulación emocional hacia la víctima.
González-Farias enfrenta ahora una sentencia mínima obligatoria de 10 años y la posibilidad de cadena perpetua, reflejando la severidad de sus crímenes. Este caso ha resaltado la importancia crítica de proteger a los menores de quienes abusan de su poder y confianza, y ha demostrado el compromiso de las autoridades federales para asegurar que se haga justicia.
La sentencia será dictada por la jueza estadounidense Mary Geiger Lewis en los próximos meses, en un caso que ha sacudido los cimientos de la comunidad de Laurens y ha puesto en relieve la necesidad de vigilancia y protección continua contra el abuso sexual infantil.
Los hechos detallados por el fiscal federal adjunto Elliott Daniels revelan un abuso de poder por parte de González-Farias, quien estableció una relación con un niño de 11 años y lo llevó a un viaje a Florida, donde cometió los abusos sexuales. Esta admisión en el tribunal subraya la manipulación y traición de la confianza depositada en él como figura de autoridad y guía espiritual.
La familia de la víctima, tras notar la naturaleza inapropiada de la relación, tomó acción, lo cual fue destacado por Daniels como un acto de valentía. La investigación reveló que el abuso no se limitó a Florida, sino que también tuvo lugar en Carolina del Sur, exacerbando la gravedad de los actos de González-Farias.
Aunque se retiraron cargos adicionales de abuso sexual agravado de niños y coerción de un menor en un acuerdo de culpabilidad, el caso ha dejado una marca indeleble en la comunidad y en la iglesia a la que González-Farias una vez sirvió. Los documentos judiciales describen comportamientos extremadamente inapropiados, incluyendo compartir pornografía con el menor y declaraciones de amor, que evidencian el abuso de confianza y manipulación emocional hacia la víctima.
González-Farias enfrenta ahora una sentencia mínima obligatoria de 10 años y la posibilidad de cadena perpetua, reflejando la severidad de sus crímenes. Este caso ha resaltado la importancia crítica de proteger a los menores de quienes abusan de su poder y confianza, y ha demostrado el compromiso de las autoridades federales para asegurar que se haga justicia.
La sentencia será dictada por la jueza estadounidense Mary Geiger Lewis en los próximos meses, en un caso que ha sacudido los cimientos de la comunidad de Laurens y ha puesto en relieve la necesidad de vigilancia y protección continua contra el abuso sexual infantil.
Este caso no solo es un recordatorio sombrío de la vulnerabilidad de los menores frente a figuras de autoridad abusivas, sino también de la importancia de escuchar y actuar sobre las preocupaciones expresadas por las víctimas y sus familias.
Fuente: https://www.wistv.com/2023/08/10/former-sc-catholic-priest-pleads-guilty-federal-child-sex-crime/
