Violencia en Gaza provoca alarma internacional y preocupación humanitaria
La situación en Gaza continúa deteriorándose, con informes de nuevos combates en la provincia de Rafah, incluyendo ataques aéreos mortales que han dejado 14 víctimas, entre ellas cinco niños. Este reciente brote de violencia ha generado una profunda preocupación internacional, especialmente entre los funcionarios de ayuda humanitaria de las Naciones Unidas.
Martin Griffiths, el máximo responsable de ayuda de la ONU, expresó su alarma por la seguridad y el bienestar de las familias en Gaza, especialmente en Rafah, donde los combates han intensificado la ya desesperada búsqueda de seguridad de los residentes. La comunidad internacional teme una nueva escalada del conflicto que ha entrado ya en su quinto mes.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) ha informado sobre una suspensión temporal de las actividades militares en Rafah por parte del Ejército israelí, una medida descrita como un gesto humanitario. Sin embargo, el Secretario General de la ONU, António Guterres, ha condenado el aumento de la violencia y ha reiterado la necesidad de un alto el fuego humanitario inmediato y la liberación de todos los rehenes.
La situación en Rafah es particularmente alarmante, con 1,4 millones de personas refugiadas en condiciones precarias. Más de la mitad de la población de Gaza se concentra en esta área, enfrentando hambre, enfermedad y muerte. Griffiths y otros funcionarios humanitarios advierten que la continuación de los combates podría agravar aún más las condiciones de vida y obstaculizar los esfuerzos de socorro.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha expresado su preocupación por el riesgo de hambruna en Gaza, especialmente en el norte, donde las evaluaciones de seguridad alimentaria muestran las mayores necesidades. La falta de acceso y las restricciones impuestas complican la entrega de la ayuda humanitaria necesaria para prevenir una catástrofe.
La comunidad internacional sigue atenta a la evolución de la situación en Gaza, instando a todas las partes a considerar las graves consecuencias humanitarias de la violencia y a trabajar hacia soluciones duraderas que garanticen la paz y la seguridad para todos los involucrados.
Fuente: https://news.un.org/es/story/2024/02/1527602
Martin Griffiths, el máximo responsable de ayuda de la ONU, expresó su alarma por la seguridad y el bienestar de las familias en Gaza, especialmente en Rafah, donde los combates han intensificado la ya desesperada búsqueda de seguridad de los residentes. La comunidad internacional teme una nueva escalada del conflicto que ha entrado ya en su quinto mes.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) ha informado sobre una suspensión temporal de las actividades militares en Rafah por parte del Ejército israelí, una medida descrita como un gesto humanitario. Sin embargo, el Secretario General de la ONU, António Guterres, ha condenado el aumento de la violencia y ha reiterado la necesidad de un alto el fuego humanitario inmediato y la liberación de todos los rehenes.
La situación en Rafah es particularmente alarmante, con 1,4 millones de personas refugiadas en condiciones precarias. Más de la mitad de la población de Gaza se concentra en esta área, enfrentando hambre, enfermedad y muerte. Griffiths y otros funcionarios humanitarios advierten que la continuación de los combates podría agravar aún más las condiciones de vida y obstaculizar los esfuerzos de socorro.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha expresado su preocupación por el riesgo de hambruna en Gaza, especialmente en el norte, donde las evaluaciones de seguridad alimentaria muestran las mayores necesidades. La falta de acceso y las restricciones impuestas complican la entrega de la ayuda humanitaria necesaria para prevenir una catástrofe.
La comunidad internacional sigue atenta a la evolución de la situación en Gaza, instando a todas las partes a considerar las graves consecuencias humanitarias de la violencia y a trabajar hacia soluciones duraderas que garanticen la paz y la seguridad para todos los involucrados.
Fuente: https://news.un.org/es/story/2024/02/1527602
