Francia: La coalición de izquierda logra frenar a la extrema derecha

Francia: La coalición de izquierda logra frenar a la extrema derecha
En un giro inesperado, la coalición de izquierda conocida como Nuevo Frente Popular se alzó con la victoria en la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias en Francia. La agrupación, liderada por Jean-Luc Melenchon, logró desplazar al partido de extrema derecha Agrupación Nacional al tercer lugar, después de que este liderara en la primera vuelta.

Jean-Luc Melenchon destacó que la estrategia de concentración del voto para contrarrestar a la extrema derecha fue clave en este resultado. Sin embargo, el desafío ahora radica en cómo conformar un nuevo gobierno que pueda cohabitar con el presidente Emmanuel Macron, cuyo mandato se extiende hasta 2027. El Nuevo Frente Popular no alcanzó la mayoría parlamentaria, por lo que necesitará llegar a acuerdos con el partido de Macron, que quedó en segundo lugar en las elecciones.

El origen del Nuevo Frente Popular se remonta a una situación de emergencia tras la disolución sorpresiva de la Asamblea por parte de Macron el 9 de junio, convocando a elecciones parlamentarias anticipadas. Esta decisión se produjo justo después de que la Agrupación Nacional, liderada por Marine Le Pen, obtuviera una victoria contundente en las elecciones europeas. Ante esta amenaza, varios partidos de izquierda formaron una alianza a contrarreloj, presentando candidaturas conjuntas en todas las circunscripciones del país.

La coalición, inspirada en el Frente Popular que ganó las elecciones en Francia en 1936, integra partidos como La Francia Insumisa de Melenchon, el Partido Comunista Francés, el Partido Socialista y Los Ecologistas. A pesar de sus diferencias, lograron presentar un programa de gobierno conjunto, prometiendo derogar las reformas de pensiones e inmigración del gobierno actual, crear una agencia de rescate para inmigrantes indocumentados, y poner límites a los precios de productos básicos para combatir la crisis del costo de vida, además de aumentar el salario mínimo.

A pesar de no obtener una mayoría absoluta en el Parlamento, la coalición deberá negociar con otras fuerzas políticas, incluido el partido de Macron, para formar un gobierno funcional. En la primera vuelta, la Agrupación Nacional obtuvo el 33% de los votos, lo que llevó a Macron y la izquierda a unir fuerzas en la segunda vuelta mediante la estrategia del “Frente Republicano”. Esta táctica, que consiste en concentrar los votos en un solo candidato para evitar la dispersión y derrotar a la extrema derecha, resultó ser efectiva. La participación electoral en la segunda vuelta fue la más alta desde 1997.

Los intentos de Marine Le Pen de suavizar su mensaje permitieron a la Agrupación Nacional alcanzar un resultado histórico. Sin embargo, el rechazo de una parte significativa de los franceses y la estrategia del Frente Republicano impidieron que Jordan Bardella, mano derecha de Le Pen, se convirtiera en primer ministro.

Miles de personas salieron a las calles en diversas ciudades de Francia para celebrar los resultados y el bloqueo a la extrema derecha. Jugadores de la selección francesa de fútbol también se pronunciaron en redes sociales, como Aurélien Tchouaméni del Real Madrid, quien lo definió como "La victoria del pueblo", y Jules Koundé del Barcelona, quien expresó que "el alivio es inmenso".

La designación de un nuevo primer ministro será un proceso complejo. Tradicionalmente, se nombra a un representante del partido mayoritario, pero en esta ocasión no solo hay tres grandes bloques, sino que la coalición con más escaños, el Nuevo Frente Popular, está compuesta por una amplia gama de partidos desde socialdemócratas hasta anticapitalistas. La figura de Jean-Luc Melenchon, líder del partido más fuerte dentro del grupo, La Francia Insumisa, genera reticencias entre los más moderados.

Si el primer ministro sale del bloque de izquierda, se podría producir una situación de “cohabitación”, un fenómeno que ya se ha dado tres veces en Francia y que ocurre cuando el presidente y el primer ministro son de diferentes formaciones políticas. En caso de no lograr formar una mayoría funcional, Macron podría pedir al partido más grande que encabece un gobierno minoritario. La repetición electoral está descartada por ahora, ya que la ley no permite convocar nuevas elecciones hasta dentro de un año. Por ello, gran parte del espectro político francés tendrá que llegar a acuerdos para evitar la inestabilidad.

Este nuevo panorama político en Francia abre un período de negociaciones y acuerdos que serán cruciales para el futuro del país.





Fuente información: BBC
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