Dra. Ana Farías: Análisis del servicio Mejor Niñez y la protección de los derechos de la infancia en Chile
En una reciente conversación en PaísLobo, Rocío Gambra entrevistó a Ana Farías, doctora en ciencias políticas y académica de la Universidad Alberto Hurtado. Farías también es parte del Consejo Consultivo de la Defensoría de la Niñez, y en esta entrevista se aborda la situación actual del servicio Mejor Niñez y la implementación de políticas públicas para proteger a los niños y adolescentes vulnerados en sus derechos.
Ana Farías inició la conversación aclarando que las políticas de infancia en Chile abarcan diferentes ámbitos, y no deben limitarse únicamente al servicio Mejor Niñez. "Las políticas educacionales, de salud y deporte también son políticas de infancia", subrayó Farías, señalando que es un error pensar que la preocupación del Estado se limita únicamente a los niños que se encuentran en instituciones como las que anteriormente eran gestionadas por el Servicio Nacional de Menores (Sename).
El Servicio Mejor Niñez, explicó Farías, se centra en atender a aquellos niños, niñas y adolescentes que han sido vulnerados en sus derechos debido a situaciones de maltrato, abuso o abandono. Sin embargo, enfatizó que esta es solo una parte de las políticas públicas de infancia. Mejor Niñez surgió como resultado de una reforma del Sename, cuya reputación se vio afectada por diversas crisis. En ese proceso, se creó también un segundo servicio: el Servicio de Reinserción Social Juvenil, destinado a menores que han cometido delitos y no a aquellos que han sido vulnerados en sus derechos.
Farías destacó los avances logrados con la creación de estas nuevas instituciones, subrayando la importancia de que Mejor Niñez esté bajo el Ministerio de Desarrollo Social en lugar del Ministerio de Justicia. A su juicio, esto permite que las políticas de protección especial se enfoquen más en el bienestar social de los niños.
Sin embargo, también señaló que, aunque se han dado grandes pasos, los cambios no han sido suficientes en la práctica. "Habríamos esperado más cambios... cuando uno va a terreno, uno ve que la situación no es tan distinta", comentó Farías. A pesar de las reformas institucionales, la realidad diaria de muchos niños bajo el sistema de protección sigue siendo preocupante, y se han encendido "voces de alarma" debido a la falta de mejoras tangibles en las condiciones de vida de estos menores.
Uno de los principales problemas identificados por Farías es la alta dependencia del Estado en las instituciones colaboradoras. A pesar de que se ha aumentado la fiscalización y las exigencias a estas organizaciones, muchas no han podido cumplir con los nuevos requisitos, lo que ha generado listas de espera y el cierre de algunas instituciones. Esto ha dificultado la atención adecuada de los niños y adolescentes que requieren protección.
Para Farías, el problema radica en la estructura misma del sistema de protección. Criticó el modelo subsidiario en el que el Estado actúa como regulador y financista, pero delega la implementación de las políticas a instituciones privadas. "Dependemos de que haya un mercado que quiera postular", mencionó, subrayando que este sistema limita los cambios profundos y estructurales que se necesitan para proteger de manera efectiva a los niños y adolescentes.
La conversación se desvió luego hacia el papel de Farías en el Consejo Consultivo de la Defensoría de la Niñez, donde ella forma parte de uno de los tres cupos académicos. Este consejo, según explicó, está compuesto mayoritariamente por niños y adolescentes que representan a sus territorios, junto con algunos adultos de instituciones como universidades y organizaciones no gubernamentales (ONGs). "Estamos ahí para que el defensor de la niñez cuente con nosotros, lo apoyemos, le demos sugerencias y opiniones", comentó.
Farías elogió la participación de los niños y adolescentes en el consejo, destacando su liderazgo y empoderamiento. La idea del consejo es asesorar a la Defensoría de la Niñez en temas relacionados con la protección y promoción de los derechos de los menores en el país.
En sus reflexiones finales, Ana Farías destacó que si bien se ha avanzado en la creación de un nuevo marco institucional y legal para la protección de la infancia, todavía quedan importantes desafíos por resolver. "No es un camino fácil", advirtió, subrayando la necesidad de seguir trabajando para garantizar que los derechos de los niños y adolescentes vulnerados en sus derechos sean efectivamente protegidos. La doctora Farías también enfatizó la importancia de que las regiones tengan mayor visibilidad en estas problemáticas, dado que los desafíos en lugares fuera de Santiago pueden ser incluso más complejos. Finalmente, agradeció el espacio proporcionado por País Lobo para discutir estos temas y envió un mensaje de apoyo a quienes trabajan por los derechos de los niños, especialmente a los jóvenes que lideran iniciativas desde sus comunidades.
Fuente información: Rocío Gambra V.
Ana Farías inició la conversación aclarando que las políticas de infancia en Chile abarcan diferentes ámbitos, y no deben limitarse únicamente al servicio Mejor Niñez. "Las políticas educacionales, de salud y deporte también son políticas de infancia", subrayó Farías, señalando que es un error pensar que la preocupación del Estado se limita únicamente a los niños que se encuentran en instituciones como las que anteriormente eran gestionadas por el Servicio Nacional de Menores (Sename).
El Servicio Mejor Niñez, explicó Farías, se centra en atender a aquellos niños, niñas y adolescentes que han sido vulnerados en sus derechos debido a situaciones de maltrato, abuso o abandono. Sin embargo, enfatizó que esta es solo una parte de las políticas públicas de infancia. Mejor Niñez surgió como resultado de una reforma del Sename, cuya reputación se vio afectada por diversas crisis. En ese proceso, se creó también un segundo servicio: el Servicio de Reinserción Social Juvenil, destinado a menores que han cometido delitos y no a aquellos que han sido vulnerados en sus derechos.
Farías destacó los avances logrados con la creación de estas nuevas instituciones, subrayando la importancia de que Mejor Niñez esté bajo el Ministerio de Desarrollo Social en lugar del Ministerio de Justicia. A su juicio, esto permite que las políticas de protección especial se enfoquen más en el bienestar social de los niños.
Sin embargo, también señaló que, aunque se han dado grandes pasos, los cambios no han sido suficientes en la práctica. "Habríamos esperado más cambios... cuando uno va a terreno, uno ve que la situación no es tan distinta", comentó Farías. A pesar de las reformas institucionales, la realidad diaria de muchos niños bajo el sistema de protección sigue siendo preocupante, y se han encendido "voces de alarma" debido a la falta de mejoras tangibles en las condiciones de vida de estos menores.
Uno de los principales problemas identificados por Farías es la alta dependencia del Estado en las instituciones colaboradoras. A pesar de que se ha aumentado la fiscalización y las exigencias a estas organizaciones, muchas no han podido cumplir con los nuevos requisitos, lo que ha generado listas de espera y el cierre de algunas instituciones. Esto ha dificultado la atención adecuada de los niños y adolescentes que requieren protección.
Para Farías, el problema radica en la estructura misma del sistema de protección. Criticó el modelo subsidiario en el que el Estado actúa como regulador y financista, pero delega la implementación de las políticas a instituciones privadas. "Dependemos de que haya un mercado que quiera postular", mencionó, subrayando que este sistema limita los cambios profundos y estructurales que se necesitan para proteger de manera efectiva a los niños y adolescentes.
La conversación se desvió luego hacia el papel de Farías en el Consejo Consultivo de la Defensoría de la Niñez, donde ella forma parte de uno de los tres cupos académicos. Este consejo, según explicó, está compuesto mayoritariamente por niños y adolescentes que representan a sus territorios, junto con algunos adultos de instituciones como universidades y organizaciones no gubernamentales (ONGs). "Estamos ahí para que el defensor de la niñez cuente con nosotros, lo apoyemos, le demos sugerencias y opiniones", comentó.
Farías elogió la participación de los niños y adolescentes en el consejo, destacando su liderazgo y empoderamiento. La idea del consejo es asesorar a la Defensoría de la Niñez en temas relacionados con la protección y promoción de los derechos de los menores en el país.
En sus reflexiones finales, Ana Farías destacó que si bien se ha avanzado en la creación de un nuevo marco institucional y legal para la protección de la infancia, todavía quedan importantes desafíos por resolver. "No es un camino fácil", advirtió, subrayando la necesidad de seguir trabajando para garantizar que los derechos de los niños y adolescentes vulnerados en sus derechos sean efectivamente protegidos. La doctora Farías también enfatizó la importancia de que las regiones tengan mayor visibilidad en estas problemáticas, dado que los desafíos en lugares fuera de Santiago pueden ser incluso más complejos. Finalmente, agradeció el espacio proporcionado por País Lobo para discutir estos temas y envió un mensaje de apoyo a quienes trabajan por los derechos de los niños, especialmente a los jóvenes que lideran iniciativas desde sus comunidades.
Fuente información: Rocío Gambra V.