Sandy Joseph: El activismo haitiano y el impacto de la migración en Chile
Sandy Joseph, una activista y estudiante de derecho nacida en República Dominicana, de ascendencia haitiana, ha emergido como una figura clave en la lucha por los derechos de los migrantes en Chile. Desde su llegada al país en 2017, Sandy ha trabajado incansablemente por la comunidad haitiana, visibilizando las injusticias que enfrentan y abogando por un trato más equitativo.
Sandy nació en República Dominicana, un país con una relación compleja y tensa con Haití, lo que la dejó en un estado de apatridia, es decir, sin reconocimiento legal como ciudadana dominicana, a pesar de haber nacido en ese país. Esta situación afectó profundamente su infancia, pues no podía acceder a servicios básicos como salud o educación de manera regular. Su madre intentó por todos los medios darles una mejor vida, lo que eventualmente la llevó a migrar a Chile, donde Sandy la alcanzó en 2017.
En Chile, Sandy experimentó un cambio significativo en su calidad de vida. Por primera vez, tuvo acceso a servicios básicos como un seguro de salud y pudo comenzar a construir una identidad más fuerte. Aunque el racismo sigue siendo un problema, Sandy ha aprovechado la oportunidad de desarrollar su carrera y apoyar a otros migrantes en su camino.
Sandy destacó que, a su llegada a Chile, muchos haitianos enfrentaron discriminación racial y xenofobia. "En lugar de solidarizarse con los migrantes que sufrían abusos laborales, algunos chilenos nos veían como una amenaza", explicó. También comentó cómo en Chile comenzaron a usarse términos haitianos como insultos, replicando el odio que ya había vivido en República Dominicana.
A pesar de esto, Sandy ha trabajado para crear comunidad entre los migrantes haitianos, ayudándolos a superar la exclusión social y apoyando a quienes, como ella, buscan una mejor vida en Chile.
Además de ser estudiante de derecho, Sandy ha utilizado su plataforma como "Diosa Haitiana", un apodo que adoptó para empoderar a las mujeres haitianas y contrarrestar los estereotipos raciales. Sandy explicó que la elección de este nombre es un acto de resistencia, ya que busca asociar la imagen de las mujeres haitianas con la belleza, el poder y la dignidad.
Su activismo no se limita a las redes sociales. Sandy trabaja directamente con migrantes en Chile, asesorándolos sobre temas legales y organizando eventos para visibilizar las contribuciones de la comunidad haitiana y afrodescendiente al país.
En la entrevista, Sandy también destacó la importancia de lugares como el Mercado La Vega en Santiago, donde muchos migrantes encuentran productos de sus países de origen, lo que les permite mantener un vínculo con sus raíces. Para Sandy, estos espacios no solo son mercados, sino también puntos de encuentro cultural donde los migrantes pueden sentir que, de alguna manera, están más cerca de sus hogares.
Para Sandy, Chile se ha convertido en su hogar. Aquí ha podido continuar su educación, construir una carrera y crear una vida en un entorno que, a pesar de las dificultades, le ha ofrecido oportunidades que no tuvo en República Dominicana. "Chile significa esperanza, una oportunidad para crecer y desarrollarme", expresó.
Fuente información: DW
Sandy nació en República Dominicana, un país con una relación compleja y tensa con Haití, lo que la dejó en un estado de apatridia, es decir, sin reconocimiento legal como ciudadana dominicana, a pesar de haber nacido en ese país. Esta situación afectó profundamente su infancia, pues no podía acceder a servicios básicos como salud o educación de manera regular. Su madre intentó por todos los medios darles una mejor vida, lo que eventualmente la llevó a migrar a Chile, donde Sandy la alcanzó en 2017.
En Chile, Sandy experimentó un cambio significativo en su calidad de vida. Por primera vez, tuvo acceso a servicios básicos como un seguro de salud y pudo comenzar a construir una identidad más fuerte. Aunque el racismo sigue siendo un problema, Sandy ha aprovechado la oportunidad de desarrollar su carrera y apoyar a otros migrantes en su camino.
Sandy destacó que, a su llegada a Chile, muchos haitianos enfrentaron discriminación racial y xenofobia. "En lugar de solidarizarse con los migrantes que sufrían abusos laborales, algunos chilenos nos veían como una amenaza", explicó. También comentó cómo en Chile comenzaron a usarse términos haitianos como insultos, replicando el odio que ya había vivido en República Dominicana.
A pesar de esto, Sandy ha trabajado para crear comunidad entre los migrantes haitianos, ayudándolos a superar la exclusión social y apoyando a quienes, como ella, buscan una mejor vida en Chile.
Además de ser estudiante de derecho, Sandy ha utilizado su plataforma como "Diosa Haitiana", un apodo que adoptó para empoderar a las mujeres haitianas y contrarrestar los estereotipos raciales. Sandy explicó que la elección de este nombre es un acto de resistencia, ya que busca asociar la imagen de las mujeres haitianas con la belleza, el poder y la dignidad.
Su activismo no se limita a las redes sociales. Sandy trabaja directamente con migrantes en Chile, asesorándolos sobre temas legales y organizando eventos para visibilizar las contribuciones de la comunidad haitiana y afrodescendiente al país.
En la entrevista, Sandy también destacó la importancia de lugares como el Mercado La Vega en Santiago, donde muchos migrantes encuentran productos de sus países de origen, lo que les permite mantener un vínculo con sus raíces. Para Sandy, estos espacios no solo son mercados, sino también puntos de encuentro cultural donde los migrantes pueden sentir que, de alguna manera, están más cerca de sus hogares.
Para Sandy, Chile se ha convertido en su hogar. Aquí ha podido continuar su educación, construir una carrera y crear una vida en un entorno que, a pesar de las dificultades, le ha ofrecido oportunidades que no tuvo en República Dominicana. "Chile significa esperanza, una oportunidad para crecer y desarrollarme", expresó.
Fuente información: DW
