“La única manera de salir adelante es con el ascenso”
Por Cristian Baschmann para Paislobo Prensa, en el Aniversario 42 de Provincial Osorno
Aproximaciones a una revisión con mirada proyectiva en el 42° aniversario de Provincial Osorno.
Son 42 años de Provincial Osorno, y es un momento idóneo para sumas y restas. Más allá del pisoteado concepto de “reflexión” que se emplea como parche curita en nuestra sociedad actual, lo que se requiere es la mirada mínimamente analítica desde la posición personal acerca de qué importancia tiene esta institución para, a partir de allí, construir un ideario colectivo.
Y es que se vuelve habitual para cada aniversario recordar el triunfo inicial de 2-1 a Lota Schwager, con el que los Toros comenzaron su trayectoria deportiva, allá, por 1983; la temporada 1996 como la mejor campaña en Primera División y la añoranza de los hinchas más fervientes, o el despejo de que fue presa el club en 2003, en la que fue su única participación en un torneo internacional, la Copa Sudamericana.
Pero Provincial Osorno es mucho más que eso. Es una marca que se niega a la muerte, pese a sus pasantías por cuidados intensivos en más de una ocasión, a años donde el hambre ha asediado a la plantilla completa, o a números rojos dentro y fuera del cuadrilátero verde a veces en temporadas seguidas. Porque es también alegrías grabadas en la memoria, en los momentos más críticos de nuestras propias vidas, es sinónimo de hazañas contra todo pronóstico y mientras existan personas dispuestas a contribuir de alguna manera al club, hay que seguir luchando.
Una lucha que no es de panfleto. Es y ha sido tantas veces contra el sello de la adversidad, que pareciera timbrado en el lomo del Toro. Nunca hemos contado con el favoritismo de árbitros, ni regentes del balompié y todo es cuesta arriba a la hora de conquistar auspicios, patrocinios y ni qué hablar de los apoyos de las autoridades locales; si se trata de recordar, muy atrás quedaron los años en que el respaldo municipal se expresaba en la concesión de parquímetros del centro de la ciudad, y con ello imperaba un aporte recíproco.
En tiempos de SADP, evidentemente es tarea de los directivos determinar la hoja de ruta que guía el camino de Provincial Osorno. Sin embargo, es imprescindible mantener vigente la vista puesta en el pasado reciente, en lo que hemos logrado avanzar en pocos años, en el ordenamiento de la casa, el reencantamiento de la comunidad alrededor del club, los nuevos bríos de la pujante fuerza formativa con talentos que son sinónimo de futuro y con una institución que ha retomado su vocación de representativo social, vinculándose efectivamente con entidades de ámbitos ligados a adultos mayores, personas en situación de discapacidad, menores con autismo e instituciones tradicionales en el trabajo con sectores que requieren apoyo.
El 42° aniversario del “Provi” lo encuentra en un momento complejo, donde el fantasma de trasladar la localía a un lugar distinto a Osorno vuelve a pasearse -¡sí, igual que en 1995, cuando se llegó a jugar en La Unión!- y con relaciones quebradas con autoridades determinadas a nivel provincial y regional, pero también con el inédito respaldo expreso de dos parlamentarios (Héctor Barría y Emilia Nuyado), además de otras autoridades de la zona que se han puesto, por fin, la camiseta. Un acto valiente, urgente y hasta inusual, en tiempos donde es más fácil abrazar triunfos capitalinos, extranjeros o simplemente tachar lo local como de “poca monta”.
Esta semana, el icónico capitán y goleador taurino, argentino Diego Bielkiewicz, demostró, una vez más, una lucidez notable al expresar públicamente en palabras sencillas lo que debe convertirse en el mantra con que la comunidad unida entorno a Provincial Osorno debe grabarse: “La única manera de salir adelante es con el ascenso”. Efectivamente, la siguiente escala es Primera División “B”, y es el nivel donde el club comenzaría a recibir un nada despreciable bolsón de millones de pesos, que, serviría para la consolidación y despegue de lo que actualmente desarrolla el club y, potencialmente, albergar otros proyectos, como el resurgir del fútbol femenino profesional.
Es Provincial Osorno el órgano social llamado naturalmente a pujar por un anhelado sueño de la comunidad: el nuevo estadio ¿Cómo? Tal cual lo visualiza el “Polaco” Bielkiewicz, ascendiendo, y luego del ascenso, otro peldaño, e inmediatamente después de eso poner la mira en llegar a las competencias internacionales, Sudamericana y Libertadores, que hoy ofrecen accesos impensados para los equipos de regiones de antaño.
Una obra como un nuevo estadio, de ser edificado como corresponde, con un diseño interesante, una ubicación adecuada y que calce con un mejoramiento de las vías de tránsito de la urbe sureña sería un avance enorme para Osorno. Como en muchas ciudades de Chile, el estadio principal de la ciudad es de por sí un atractivo turístico, sin contar con las posibilidades de alcance comercial, la vitrina que se abre para ser sede de mega eventos deportivos y también recreativos (como grandes conciertos).
En 1985 Provincial Osorno llenaba el estadio Parque Schott regularmente. Llegando a cifras envidiadas por todo el fútbol chileno: 10.286 en el 5-0 a Valdivia; 9.275 en el 1-0 a Lota Schwager; 10.771 en el 4-2 a Curicó; 10.501 en el 3-2 a Linares, y 10.548 en el 1-1 con Puerto Montt. Y eso únicamente considerando el tramo comprendido entre el domingo 7 de julio y el jueves 15 de agosto de ese año. Eso dio pie a solicitar a las autoridades de la época un estadio para Osorno con capacidad para 25 mil personas ¿Si eso se soñaba 40 años atrás, vamos a pensar en un nuevo estadio para menos personas, vamos a restarle oportunidades a la gente de asistir en masa a los espectáculos del mañana? Por supuesto que no, el nuevo estadio debe ser el orgullo de todo el territorio que representa el “Provi”, y un recinto de esa magnitud es posible, por medio de fondos concursables o una iniciativa público-privada (ejemplos nacionales sobran) y construido por etapas, previendo cuestiones elementales como la dotación de estacionamientos.
Todo eso deben tomar en cuenta las cavilaciones individuales de cada ciudadano, más allá de si hoy es hincha o no. Porque Provincial Osorno es, por historia, nuestra mejor marca, es el representativo que en las buenas nos puso en la vitrina de todo Chile semanalmente y por muchos años. Eso es lo que necesitan saber las autoridades que se mantienen en una posición cómodamente neutral, y es la información que se encuentra en las anécdotas, en los grupos y principalmente en borde de la cancha, donde tienen que estar nuestros representantes políticos, impregnándose de lo que somos ¡Y somos los Toros!
Aproximaciones a una revisión con mirada proyectiva en el 42° aniversario de Provincial Osorno.
Son 42 años de Provincial Osorno, y es un momento idóneo para sumas y restas. Más allá del pisoteado concepto de “reflexión” que se emplea como parche curita en nuestra sociedad actual, lo que se requiere es la mirada mínimamente analítica desde la posición personal acerca de qué importancia tiene esta institución para, a partir de allí, construir un ideario colectivo.
Y es que se vuelve habitual para cada aniversario recordar el triunfo inicial de 2-1 a Lota Schwager, con el que los Toros comenzaron su trayectoria deportiva, allá, por 1983; la temporada 1996 como la mejor campaña en Primera División y la añoranza de los hinchas más fervientes, o el despejo de que fue presa el club en 2003, en la que fue su única participación en un torneo internacional, la Copa Sudamericana.
Pero Provincial Osorno es mucho más que eso. Es una marca que se niega a la muerte, pese a sus pasantías por cuidados intensivos en más de una ocasión, a años donde el hambre ha asediado a la plantilla completa, o a números rojos dentro y fuera del cuadrilátero verde a veces en temporadas seguidas. Porque es también alegrías grabadas en la memoria, en los momentos más críticos de nuestras propias vidas, es sinónimo de hazañas contra todo pronóstico y mientras existan personas dispuestas a contribuir de alguna manera al club, hay que seguir luchando.
Una lucha que no es de panfleto. Es y ha sido tantas veces contra el sello de la adversidad, que pareciera timbrado en el lomo del Toro. Nunca hemos contado con el favoritismo de árbitros, ni regentes del balompié y todo es cuesta arriba a la hora de conquistar auspicios, patrocinios y ni qué hablar de los apoyos de las autoridades locales; si se trata de recordar, muy atrás quedaron los años en que el respaldo municipal se expresaba en la concesión de parquímetros del centro de la ciudad, y con ello imperaba un aporte recíproco.
En tiempos de SADP, evidentemente es tarea de los directivos determinar la hoja de ruta que guía el camino de Provincial Osorno. Sin embargo, es imprescindible mantener vigente la vista puesta en el pasado reciente, en lo que hemos logrado avanzar en pocos años, en el ordenamiento de la casa, el reencantamiento de la comunidad alrededor del club, los nuevos bríos de la pujante fuerza formativa con talentos que son sinónimo de futuro y con una institución que ha retomado su vocación de representativo social, vinculándose efectivamente con entidades de ámbitos ligados a adultos mayores, personas en situación de discapacidad, menores con autismo e instituciones tradicionales en el trabajo con sectores que requieren apoyo.
El 42° aniversario del “Provi” lo encuentra en un momento complejo, donde el fantasma de trasladar la localía a un lugar distinto a Osorno vuelve a pasearse -¡sí, igual que en 1995, cuando se llegó a jugar en La Unión!- y con relaciones quebradas con autoridades determinadas a nivel provincial y regional, pero también con el inédito respaldo expreso de dos parlamentarios (Héctor Barría y Emilia Nuyado), además de otras autoridades de la zona que se han puesto, por fin, la camiseta. Un acto valiente, urgente y hasta inusual, en tiempos donde es más fácil abrazar triunfos capitalinos, extranjeros o simplemente tachar lo local como de “poca monta”.
Esta semana, el icónico capitán y goleador taurino, argentino Diego Bielkiewicz, demostró, una vez más, una lucidez notable al expresar públicamente en palabras sencillas lo que debe convertirse en el mantra con que la comunidad unida entorno a Provincial Osorno debe grabarse: “La única manera de salir adelante es con el ascenso”. Efectivamente, la siguiente escala es Primera División “B”, y es el nivel donde el club comenzaría a recibir un nada despreciable bolsón de millones de pesos, que, serviría para la consolidación y despegue de lo que actualmente desarrolla el club y, potencialmente, albergar otros proyectos, como el resurgir del fútbol femenino profesional.
Es Provincial Osorno el órgano social llamado naturalmente a pujar por un anhelado sueño de la comunidad: el nuevo estadio ¿Cómo? Tal cual lo visualiza el “Polaco” Bielkiewicz, ascendiendo, y luego del ascenso, otro peldaño, e inmediatamente después de eso poner la mira en llegar a las competencias internacionales, Sudamericana y Libertadores, que hoy ofrecen accesos impensados para los equipos de regiones de antaño.
Una obra como un nuevo estadio, de ser edificado como corresponde, con un diseño interesante, una ubicación adecuada y que calce con un mejoramiento de las vías de tránsito de la urbe sureña sería un avance enorme para Osorno. Como en muchas ciudades de Chile, el estadio principal de la ciudad es de por sí un atractivo turístico, sin contar con las posibilidades de alcance comercial, la vitrina que se abre para ser sede de mega eventos deportivos y también recreativos (como grandes conciertos).
En 1985 Provincial Osorno llenaba el estadio Parque Schott regularmente. Llegando a cifras envidiadas por todo el fútbol chileno: 10.286 en el 5-0 a Valdivia; 9.275 en el 1-0 a Lota Schwager; 10.771 en el 4-2 a Curicó; 10.501 en el 3-2 a Linares, y 10.548 en el 1-1 con Puerto Montt. Y eso únicamente considerando el tramo comprendido entre el domingo 7 de julio y el jueves 15 de agosto de ese año. Eso dio pie a solicitar a las autoridades de la época un estadio para Osorno con capacidad para 25 mil personas ¿Si eso se soñaba 40 años atrás, vamos a pensar en un nuevo estadio para menos personas, vamos a restarle oportunidades a la gente de asistir en masa a los espectáculos del mañana? Por supuesto que no, el nuevo estadio debe ser el orgullo de todo el territorio que representa el “Provi”, y un recinto de esa magnitud es posible, por medio de fondos concursables o una iniciativa público-privada (ejemplos nacionales sobran) y construido por etapas, previendo cuestiones elementales como la dotación de estacionamientos.
Todo eso deben tomar en cuenta las cavilaciones individuales de cada ciudadano, más allá de si hoy es hincha o no. Porque Provincial Osorno es, por historia, nuestra mejor marca, es el representativo que en las buenas nos puso en la vitrina de todo Chile semanalmente y por muchos años. Eso es lo que necesitan saber las autoridades que se mantienen en una posición cómodamente neutral, y es la información que se encuentra en las anécdotas, en los grupos y principalmente en borde de la cancha, donde tienen que estar nuestros representantes políticos, impregnándose de lo que somos ¡Y somos los Toros!
