¿Por qué Osorno no logra concretar obras estratégicas?
Osorno, con su estadio, terminal de buses, Ruta 215, aeropuerto, complejo fronterizo y estacionamientos subterráneos, acumula décadas de anuncios, licitaciones fallidas y promesas incumplidas. Tres columnas recientes apuntan a un diagnóstico que ya parece ineludible: la incapacidad de transformar ideas de envergadura en proyectos ejecutables.
La reciente publicación en Paislobo Prensa sobre el cierre definitivo a la posibilidad de construir un estadio en la parte baja de la Villa Olímpica desató un nuevo foco de discusión sobre la capacidad técnica del territorio. Más allá del proyecto específico, lo que está emergiendo con fuerza es una inquietud más profunda: ¿por qué Osorno no logra concretar sus obras estratégicas?
No se trata solo del estadio. En enero de 2024, el periodista Ricardo Alt advirtió en una columna que Osorno acumulaba un rezago estructural frente a otras ciudades similares, especialmente en materia de infraestructura concesionada. En abril de 2025, Alt volvió sobre el punto en su columna titulada "Es hora de un punto de inflexión", donde recordó que, mientras otras ciudades cuentan con modernos terminales de buses y estacionamientos subterráneos gracias a asociaciones público-privadas, Osorno mantiene congeladas ambas iniciativas desde hace más de medio siglo.
Las cifras son elocuentes: en Puerto Montt, la concesión del Terminal permitió una inversión superior a las 800 mil UF, incluyendo supermercado, hotel, comercio y estacionamientos. Además, el municipio recibe mensualmente más de 1.900 UF, sumando ingresos por más de US$21 millones desde su apertura. Mientras tanto, en Osorno, se acumulan cinco licitaciones fallidas entre 2011 y 2024, como recordó el académico Claudio Angulo en su columna del 11 de junio. Allí, Angulo fue categórico: “Si después de tantos intentos no hay interés privado, es hora de revisar profundamente el enfoque”. https://osornoenlared.cl/2025/06/11/una-ventana-al-territorio-el-terminal-de-buses-que-osorno-merece/
Otro caso emblemático que ayuda a retratar la preocupante situación de Osorno es el paso fronterizo Cardenal Samoré, el segundo más transitado de Chile. En su columna de enero de 2025 titulada "Ineficiencia exasperante", Ricardo Alt denunció que, a pesar de que el conjunto de proyectos asociados a esta ruta —incluyendo la reposición de la Ruta 215, la ampliación del aeropuerto de Cañal Bajo y la construcción del nuevo complejo fronterizo— suman más de $250 mil millones, no existe ningún convenio de programación ni estrategia integrada para su desarrollo.
Esta mirada fragmentada e ineficiente también se refleja en el estadio. Tras el fallido intento de 2008, cuando Sebastián Piñera presentó la idea en la parte baja de la Villa Olímpica con el respaldo de la ANFP y del entonces concejal Emeterio Carrillo, el municipio, encabezado por Jaime Bertin desde 2009, cerró la puerta a ese emplazamiento. Apostó por la parte alta (Cancha 2), donde en 2014 organizó un concurso de diseño. Pero el proyecto, premiado y financiado con fondos municipales, nunca pasó del papel. https://www.paislobo.cl/2025/06/municipio-vuelve-cerrar-la-puerta-un-estadio-en-la-parte-baja-de-la-villa-olimpica.html
Las razones son conocidas: falta de conectividad, imposibilidad de construir estacionamientos adecuados, restricciones del sistema nacional de inversiones. Y con la reciente decisión del municipio de consolidar las pistas de motocross y bicicross en la parte baja, esa alternativa también ha quedado clausurada.
La respuesta la ofrece el propio Mauricio Saint-Jean, ex alcalde de Osorno entre 2004 y 2008, quien en 2016 acusó a la administración Bertin de “heredar y ejecutar” obras originadas durante su mandato, sin capacidad de impulsar nuevos proyectos de escala. Mencionó iniciativas como el Parque Cuarto Centenario, Bellavista, avenida Julio Buschmann y el puente Portales como parte del plan Osorno Ciudad Parque diseñado durante su gestión con apoyo de Sectra desde 2002. Según él, “la ciudad pudo haber tenido la avenida más hermosa de Chile en René Soriano, pero no se vio la decisión ni el sentido de futuro que hubo cuando Praguer rediseñó la plaza o proyectó Mackenna”. https://www.paislobo.cl/2016/08/opinion-sobre-entrevista-de-jaime-bertin.html
Hoy, esa acusación cobra nueva fuerza. Desde hace más de 15 años, Osorno no suma ningún nuevo proyecto emblemático con visión de largo plazo. Las iniciativas se anuncian, se diseñan, se licitan... y fracasan.
Más allá de colores políticos o rivalidades personales, lo que se constata es una paralización de la capacidad institucional y técnica para ejecutar proyectos de gran envergadura. No hay convenios de programación activos. No hay estrategia de articulación público-privada. No hay decisiones claras sobre el uso del suelo ni jerarquización de prioridades. Y sin eso, el resultado es predecible: una ciudad que sigue esperando.
Fuente información: Agencia MI / C. Lobo / Imagen RRSS Municipalidad de Osorno
La reciente publicación en Paislobo Prensa sobre el cierre definitivo a la posibilidad de construir un estadio en la parte baja de la Villa Olímpica desató un nuevo foco de discusión sobre la capacidad técnica del territorio. Más allá del proyecto específico, lo que está emergiendo con fuerza es una inquietud más profunda: ¿por qué Osorno no logra concretar sus obras estratégicas?
No se trata solo del estadio. En enero de 2024, el periodista Ricardo Alt advirtió en una columna que Osorno acumulaba un rezago estructural frente a otras ciudades similares, especialmente en materia de infraestructura concesionada. En abril de 2025, Alt volvió sobre el punto en su columna titulada "Es hora de un punto de inflexión", donde recordó que, mientras otras ciudades cuentan con modernos terminales de buses y estacionamientos subterráneos gracias a asociaciones público-privadas, Osorno mantiene congeladas ambas iniciativas desde hace más de medio siglo.
Las cifras son elocuentes: en Puerto Montt, la concesión del Terminal permitió una inversión superior a las 800 mil UF, incluyendo supermercado, hotel, comercio y estacionamientos. Además, el municipio recibe mensualmente más de 1.900 UF, sumando ingresos por más de US$21 millones desde su apertura. Mientras tanto, en Osorno, se acumulan cinco licitaciones fallidas entre 2011 y 2024, como recordó el académico Claudio Angulo en su columna del 11 de junio. Allí, Angulo fue categórico: “Si después de tantos intentos no hay interés privado, es hora de revisar profundamente el enfoque”. https://osornoenlared.cl/2025/06/11/una-ventana-al-territorio-el-terminal-de-buses-que-osorno-merece/
Otro caso emblemático que ayuda a retratar la preocupante situación de Osorno es el paso fronterizo Cardenal Samoré, el segundo más transitado de Chile. En su columna de enero de 2025 titulada "Ineficiencia exasperante", Ricardo Alt denunció que, a pesar de que el conjunto de proyectos asociados a esta ruta —incluyendo la reposición de la Ruta 215, la ampliación del aeropuerto de Cañal Bajo y la construcción del nuevo complejo fronterizo— suman más de $250 mil millones, no existe ningún convenio de programación ni estrategia integrada para su desarrollo.
Todo se aborda por separado. Todo avanza lentamente. Y muchas veces, nada se ejecuta.
Esta mirada fragmentada e ineficiente también se refleja en el estadio. Tras el fallido intento de 2008, cuando Sebastián Piñera presentó la idea en la parte baja de la Villa Olímpica con el respaldo de la ANFP y del entonces concejal Emeterio Carrillo, el municipio, encabezado por Jaime Bertin desde 2009, cerró la puerta a ese emplazamiento. Apostó por la parte alta (Cancha 2), donde en 2014 organizó un concurso de diseño. Pero el proyecto, premiado y financiado con fondos municipales, nunca pasó del papel. https://www.paislobo.cl/2025/06/municipio-vuelve-cerrar-la-puerta-un-estadio-en-la-parte-baja-de-la-villa-olimpica.html
Las razones son conocidas: falta de conectividad, imposibilidad de construir estacionamientos adecuados, restricciones del sistema nacional de inversiones. Y con la reciente decisión del municipio de consolidar las pistas de motocross y bicicross en la parte baja, esa alternativa también ha quedado clausurada.
¿Es este un problema de los últimos años o es parte de un patrón más antiguo?
La respuesta la ofrece el propio Mauricio Saint-Jean, ex alcalde de Osorno entre 2004 y 2008, quien en 2016 acusó a la administración Bertin de “heredar y ejecutar” obras originadas durante su mandato, sin capacidad de impulsar nuevos proyectos de escala. Mencionó iniciativas como el Parque Cuarto Centenario, Bellavista, avenida Julio Buschmann y el puente Portales como parte del plan Osorno Ciudad Parque diseñado durante su gestión con apoyo de Sectra desde 2002. Según él, “la ciudad pudo haber tenido la avenida más hermosa de Chile en René Soriano, pero no se vio la decisión ni el sentido de futuro que hubo cuando Praguer rediseñó la plaza o proyectó Mackenna”. https://www.paislobo.cl/2016/08/opinion-sobre-entrevista-de-jaime-bertin.html
Hoy, esa acusación cobra nueva fuerza. Desde hace más de 15 años, Osorno no suma ningún nuevo proyecto emblemático con visión de largo plazo. Las iniciativas se anuncian, se diseñan, se licitan... y fracasan.
Más allá de colores políticos o rivalidades personales, lo que se constata es una paralización de la capacidad institucional y técnica para ejecutar proyectos de gran envergadura. No hay convenios de programación activos. No hay estrategia de articulación público-privada. No hay decisiones claras sobre el uso del suelo ni jerarquización de prioridades. Y sin eso, el resultado es predecible: una ciudad que sigue esperando.
Fuente información: Agencia MI / C. Lobo / Imagen RRSS Municipalidad de Osorno