Municipio vuelve a cerrar la puerta a un estadio en la parte baja de la Villa Olímpica
La discusión que ya lleva más de 15 años tuvo un nuevo capítulo este martes, cuando el alcalde Jaime Bertin anunció inversiones para consolidar esa zona como espacio para el motocross y bicicross. Ante las dificultades que ha enfrentado el proyecto en la parte alta —Cancha 2—, surge la necesidad de explorar una nueva alternativa para viabilizar la postergada y manoseada iniciativa.
La reciente publicación en redes sociales del municipio de Osorno podría pasar inadvertida para muchos, pero en el mundo del deporte local no dejó de llamar la atención. La tarde del martes 11 de junio, la Municipalidad informó que el alcalde Jaime Bertin sostuvo una reunión con representantes del motocross y bicicross para “planificar los trabajos de recuperación de la pista de motocross y bicicross que se encuentran al interior de la Villa Olímpica”. https://www.facebook.com/share/1AQ4AgkWzU/
El detalle no es menor: estas pistas están ubicadas justo detrás de las canchas 3 y 4 de la Villa Olímpica, el mismo sector donde, en 2008, el entonces candidato presidencial Sebastián Piñera presentó la idea de construir un nuevo estadio para Osorno, luego de recibir la propuesta del entonces concejal y presidente de la Comisión de Deportes, Emeterio Carrillo. Aquella visita contó con el respaldo del entonces alcalde Mauricio Saint-Jean y de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), representada por su presidente de entonces, Harold Mayne-Nicholls. https://www.youtube.com/watch?v=R_8EiUFRTdM
El proyecto, diseñado para 10.000 espectadores con posibilidad de expansión, cumplía con el estándar FIFA e incluía amplios accesos y estacionamientos en las canchas 3 y 4, con el estadio propiamente tal proyectado en el sector que ocupan las pistas de motocross y bicicross. Sin embargo, tras la elección presidencial y ya con Piñera en La Moneda (2010), el proyecto no avanzó. Por un lado, desde el gobierno central, enfocado en la reconstrucción post terremoto, nunca se ingresó la iniciativa a tramitación. Pero cuando en 2011 comenzó a exigirse el cumplimiento del compromiso, surgieron versiones encontradas. Para avanzar, el municipio debía ceder el terreno a Bienes Nacionales. Desde Osorno, se acusó a Piñera de haber lanzado una promesa sin proyecto; desde Santiago, el Gobierno responsabilizaba al municipio por no iniciar la tramitación. Entre esos dimes y diretes, que politizaron el debate, hubo un punto claro: el nuevo alcalde Jaime Bertin se opuso desde el inicio al uso del sector bajo de la Villa Olímpica, justamente por la presencia de las pistas de motocross y bicicross, cuya conservación consideró prioritaria. Esa oposición nunca se modificó y Bertin promovió otra ubicación: la Cancha 2, en la parte alta del recinto, que la propia ANFP había calificado como no apta para un estadio estándar FIFA.
A lo anterior se sumó un factor deportivo: en octubre de 2010, Provincial Osorno descendió de Primera B al amateurismo. Tras ello, el propio Piñera bajó el tono a la idea, señalando que un nuevo estadio no era prioridad mientras el club no recuperara competitividad y convocatoria.
Con la opción original rechazada, en 2014 Jaime Bertin impulsó un concurso de diseño para un nuevo estadio en la Cancha 2 https://www.biobiochile.cl/noticias/2014/12/16/anuncian-concurso-para-disenar-el-nuevo-estadio-de-osorno.shtml, ubicada en la parte alta del recinto, a un costado del Gimnasio María Gallardo. La propuesta ganadora, financiada por el municipio, fue premiada económicamente https://www.archdaily.cl/cl/765065/chile-presentan-proyectos-ganadores-para-disenar-nuevo-estadio-de-osorno, pero nunca se transformó en un proyecto formal. Los resultados del concurso quedaron solo en el papel.
En entrevista con Paislobo Prensa el pasado 4 de junio, el alcalde Bertin recordó que, tras el concurso, solicitó una evaluación en el Sistema Nacional de Inversiones. La respuesta fue clara: el proyecto solo podría haber alcanzado recomendación satisfactoria (RS) si el aforo era limitado a 5.000 personas, razón por la cual se descartó continuar. Aunque no detalló los motivos, estos son conocidos desde hace años: mala conectividad, falta de accesos vehiculares y la imposibilidad física de construir estacionamientos adecuados.
Ayer, en tanto, el municipio anunció nuevos trabajos en el Rubén Marcos para asegurar que no existan nuevos inconvenientes para los encuentros que Provincial Osorno disputa en Segunda División Profesional https://m.youtube.com/watch?v=6-xYbTKRE_g. No obstante, subsisten dudas respecto de que ocurrirá si el club asciende a Primera B y qué decir si se llegara a dar un retorno a la Primera A, en la cual no se compite desde 2008
En otras palabras, ni el sector bajo —rechazado por el propio municipio— ni el sector alto —inviable técnicamente— han logrado superar el umbral mínimo para convertirse en proyecto: obtener una RS del Ministerio de Desarrollo Social. Y sin eso, no hay financiamiento público posible.
Desde 2007, cuando Osorno fue incluida como “opción uno” en el programa Bicentenario de Estadios del primer gobierno de Michelle Bachelet, la ciudad ha vivido una larga secuencia de promesas incumplidas, anteproyectos sin destino, anuncios grandilocuentes y concursos detenidos. Todos con un denominador común: ninguno ha resuelto las condiciones técnicas básicas de emplazamiento. https://www.paislobo.cl/2023/04/un-estadio-estandar-fifa-para-osorno-el.html
En estos 18 años, ciudades como Puerto Montt, Temuco, Arica, Iquique, Antofagasta, La Serena, Coquimbo, Valparaíso, Viña del Mar, Talca, Curicó, La Calera e incluso Ovalle han construido o modernizado sus estadios. Osorno, en cambio, sigue sin perfil de proyecto aprobado, ni prefactibilidad, ni anteproyecto formalizado, ni terreno definitivo.
Hoy, mientras Provincial Osorno ha debido evaluar la opción de jugar como local fuera de la ciudad, y miles de personas carecen de una infraestructura deportiva moderna, la decisión de “recuperar” el espacio del motocross en la parte baja debe leerse como lo que es: el cierre definitivo a esa alternativa de emplazamiento.
El municipio ha optado, una vez más, por reafirmar esa preferencia, descartando uno de los pocos sectores que ofrecía espacio, accesibilidad y viabilidad para cumplir los estándares de un estadio profesional. Y mientras la Cancha 2 sigue entrampada, lo evidente es que no habrá estadio sin una tercera alternativa: ni en la parte baja, ni en la parte alta, sino en otro punto de la ciudad que permita, de verdad, pensar en grande.
La pregunta, entonces, no es si Osorno quiere un estadio. La verdadera pregunta es: ¿cuánto más va a esperar para hacerlo posible?
Fuente información: Agencia MI
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La reciente publicación en redes sociales del municipio de Osorno podría pasar inadvertida para muchos, pero en el mundo del deporte local no dejó de llamar la atención. La tarde del martes 11 de junio, la Municipalidad informó que el alcalde Jaime Bertin sostuvo una reunión con representantes del motocross y bicicross para “planificar los trabajos de recuperación de la pista de motocross y bicicross que se encuentran al interior de la Villa Olímpica”. https://www.facebook.com/share/1AQ4AgkWzU/
El detalle no es menor: estas pistas están ubicadas justo detrás de las canchas 3 y 4 de la Villa Olímpica, el mismo sector donde, en 2008, el entonces candidato presidencial Sebastián Piñera presentó la idea de construir un nuevo estadio para Osorno, luego de recibir la propuesta del entonces concejal y presidente de la Comisión de Deportes, Emeterio Carrillo. Aquella visita contó con el respaldo del entonces alcalde Mauricio Saint-Jean y de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), representada por su presidente de entonces, Harold Mayne-Nicholls. https://www.youtube.com/watch?v=R_8EiUFRTdM
El proyecto, diseñado para 10.000 espectadores con posibilidad de expansión, cumplía con el estándar FIFA e incluía amplios accesos y estacionamientos en las canchas 3 y 4, con el estadio propiamente tal proyectado en el sector que ocupan las pistas de motocross y bicicross. Sin embargo, tras la elección presidencial y ya con Piñera en La Moneda (2010), el proyecto no avanzó. Por un lado, desde el gobierno central, enfocado en la reconstrucción post terremoto, nunca se ingresó la iniciativa a tramitación. Pero cuando en 2011 comenzó a exigirse el cumplimiento del compromiso, surgieron versiones encontradas. Para avanzar, el municipio debía ceder el terreno a Bienes Nacionales. Desde Osorno, se acusó a Piñera de haber lanzado una promesa sin proyecto; desde Santiago, el Gobierno responsabilizaba al municipio por no iniciar la tramitación. Entre esos dimes y diretes, que politizaron el debate, hubo un punto claro: el nuevo alcalde Jaime Bertin se opuso desde el inicio al uso del sector bajo de la Villa Olímpica, justamente por la presencia de las pistas de motocross y bicicross, cuya conservación consideró prioritaria. Esa oposición nunca se modificó y Bertin promovió otra ubicación: la Cancha 2, en la parte alta del recinto, que la propia ANFP había calificado como no apta para un estadio estándar FIFA.
A lo anterior se sumó un factor deportivo: en octubre de 2010, Provincial Osorno descendió de Primera B al amateurismo. Tras ello, el propio Piñera bajó el tono a la idea, señalando que un nuevo estadio no era prioridad mientras el club no recuperara competitividad y convocatoria.
El proyecto de la Cancha 2: otra vía sin salida
Con la opción original rechazada, en 2014 Jaime Bertin impulsó un concurso de diseño para un nuevo estadio en la Cancha 2 https://www.biobiochile.cl/noticias/2014/12/16/anuncian-concurso-para-disenar-el-nuevo-estadio-de-osorno.shtml, ubicada en la parte alta del recinto, a un costado del Gimnasio María Gallardo. La propuesta ganadora, financiada por el municipio, fue premiada económicamente https://www.archdaily.cl/cl/765065/chile-presentan-proyectos-ganadores-para-disenar-nuevo-estadio-de-osorno, pero nunca se transformó en un proyecto formal. Los resultados del concurso quedaron solo en el papel.
En entrevista con Paislobo Prensa el pasado 4 de junio, el alcalde Bertin recordó que, tras el concurso, solicitó una evaluación en el Sistema Nacional de Inversiones. La respuesta fue clara: el proyecto solo podría haber alcanzado recomendación satisfactoria (RS) si el aforo era limitado a 5.000 personas, razón por la cual se descartó continuar. Aunque no detalló los motivos, estos son conocidos desde hace años: mala conectividad, falta de accesos vehiculares y la imposibilidad física de construir estacionamientos adecuados.
Ayer, en tanto, el municipio anunció nuevos trabajos en el Rubén Marcos para asegurar que no existan nuevos inconvenientes para los encuentros que Provincial Osorno disputa en Segunda División Profesional https://m.youtube.com/watch?v=6-xYbTKRE_g. No obstante, subsisten dudas respecto de que ocurrirá si el club asciende a Primera B y qué decir si se llegara a dar un retorno a la Primera A, en la cual no se compite desde 2008
En otras palabras, ni el sector bajo —rechazado por el propio municipio— ni el sector alto —inviable técnicamente— han logrado superar el umbral mínimo para convertirse en proyecto: obtener una RS del Ministerio de Desarrollo Social. Y sin eso, no hay financiamiento público posible.
La historia de una postergación
Desde 2007, cuando Osorno fue incluida como “opción uno” en el programa Bicentenario de Estadios del primer gobierno de Michelle Bachelet, la ciudad ha vivido una larga secuencia de promesas incumplidas, anteproyectos sin destino, anuncios grandilocuentes y concursos detenidos. Todos con un denominador común: ninguno ha resuelto las condiciones técnicas básicas de emplazamiento. https://www.paislobo.cl/2023/04/un-estadio-estandar-fifa-para-osorno-el.html
En estos 18 años, ciudades como Puerto Montt, Temuco, Arica, Iquique, Antofagasta, La Serena, Coquimbo, Valparaíso, Viña del Mar, Talca, Curicó, La Calera e incluso Ovalle han construido o modernizado sus estadios. Osorno, en cambio, sigue sin perfil de proyecto aprobado, ni prefactibilidad, ni anteproyecto formalizado, ni terreno definitivo.
El riesgo de seguir discutiendo en círculo
Hoy, mientras Provincial Osorno ha debido evaluar la opción de jugar como local fuera de la ciudad, y miles de personas carecen de una infraestructura deportiva moderna, la decisión de “recuperar” el espacio del motocross en la parte baja debe leerse como lo que es: el cierre definitivo a esa alternativa de emplazamiento.
El municipio ha optado, una vez más, por reafirmar esa preferencia, descartando uno de los pocos sectores que ofrecía espacio, accesibilidad y viabilidad para cumplir los estándares de un estadio profesional. Y mientras la Cancha 2 sigue entrampada, lo evidente es que no habrá estadio sin una tercera alternativa: ni en la parte baja, ni en la parte alta, sino en otro punto de la ciudad que permita, de verdad, pensar en grande.
La pregunta, entonces, no es si Osorno quiere un estadio. La verdadera pregunta es: ¿cuánto más va a esperar para hacerlo posible?
Fuente información: Agencia MI
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