Reforma al sistema político enciende el debate: Advierten que umbral del 5% amenaza la democracia

Reforma al sistema político enciende el debate: Advierten que umbral del 5% amenaza la democracia
La propuesta de reforma al sistema político, que busca establecer un umbral mínimo del 5% de los votos a nivel nacional para que los partidos puedan acceder al Congreso, ha generado un intenso debate entre especialistas y actores políticos. Durante el programa "Política Podcast" de Paislobo Prensa, la ex constituyente Nancy Carola Márquez y el concejal de Purranque, Eduardo Winkler, analizaron la iniciativa, advirtiendo sobre sus potenciales consecuencias negativas. Ambos coincidieron en que, si bien la fragmentación es un problema real, la medida podría resultar antidemocrática, centralista y perjudicial para la representación de las regiones, al arriesgarse a anular la voluntad popular expresada en las urnas a nivel local.

Una profunda discusión sobre los pilares del sistema democrático chileno se ha instalado en la agenda pública, a raíz de la avanzada tramitación de una reforma que busca modificar las reglas para la competencia electoral. El punto más controversial es la creación de un umbral electoral del 5%, un requisito que obligaría a los partidos políticos a alcanzar ese porcentaje de votación a nivel nacional para poder instalar a sus candidatos electos en el Congreso. La medida, que según sus impulsores busca terminar con la alta fragmentación política que dificulta la gobernabilidad, ha encontrado fuertes críticas por parte de expertos que ven en ella una amenaza a la representatividad.

En el espacio "Política Podcast", conducido por Rocío Gambra, se analizaron los alcances de esta reforma. La antropóloga y ex miembro del Consejo Constitucional, Nancy Carola Márquez, calificó la propuesta como "peligrosa". Según explicó, uno de los efectos más complejos sería explicarle a la ciudadanía que su voto por un candidato, que incluso pudo haber obtenido una mayoría local, no se traduzca en un escaño. "¿Cómo le explicas a una ciudadanía que está desafectada profundamente de la política que votaste por alguien y ese alguien fue mayoría, pero no va a llegar a la Cámara?", cuestionó Márquez.

Este fenómeno, descrito por algunos como "meter la mano en la urna", fue también el principal reproche de Eduardo Winkler, concejal de Purranque y ex seremi de Agricultura. "Si el partido no saca ese cinco por ciento, esos parlamentarios que habían salido electos pierden el cupo, y eso a mí me parece muy poco democrático", señaló Winkler. El concejal argumentó que se mezclan dos principios distintos: la representatividad nacional de un partido y el mandato local que un parlamentario recibe de los votantes de su distrito o región.

Otro de los flancos de la reforma es su potencial efecto centralista. Nancy Márquez advirtió que la medida perjudica directamente a las regiones y territorios con menor densidad poblacional. "Finalmente las voces de las minorías, como geográficas o territoriales, siguen quedando marginadas. Me parece que es una medida muy desde el nivel central y muy desde una política muy noventera", afirmó, sugiriendo que la reforma evoca "el fantasma del binominal".

Para contextualizar el debate, Márquez recordó la evolución del sistema electoral chileno, desde el binominal que rigió entre 1989 y 2015, el cual fortaleció a dos grandes bloques políticos, hasta la reforma de 2015 que, al buscar mayor representatividad, dio paso a una mayor diversidad de partidos pero también a la actual fragmentación. Hoy, cerca de 40 diputados no militan en el partido por el cual fueron electos, lo que, a juicio de los panelistas, desordena el trabajo legislativo y fomenta los caudillismos personales por sobre los proyectos colectivos.

La reforma también incluye otra norma polémica: la pérdida del escaño para el parlamentario que renuncie a su partido, cupo que sería ocupado por un reemplazante designado por la misma colectividad. Winkler calificó esta idea como "antidemocrática e impresentable", ya que le entrega un poder desmedido a las cúpulas partidistas.

Frente a este complejo panorama, la conductora Rocío Gambra introdujo una variable clave: el voto obligatorio. Sostuvo que antes de aplicar cambios tan drásticos, se debería observar el comportamiento del electorado en las próximas elecciones parlamentarias bajo este nuevo régimen. "Mi tincada es que vamos a reducir la cantidad de partidos políticos, solo el hecho de haber puesto el voto obligatorio, ya metiste un cambio dentro del sistema que puede reducir por sí solo la fragmentación", especuló.

El debate sobre la reforma está lejos de terminar. Aunque fue aprobada en una instancia en el Senado, con una norma transitoria que fijaría el umbral en 4% para el próximo ciclo electoral, su futuro es incierto. Eduardo Winkler proyectó que la iniciativa enfrentará un camino difícil en la Cámara de Diputadas y Diputados. "No va a pasar ni a palo este proyecto, porque le estáis tocando en la oreja a cuarenta diputados o diputadas. Es un saludo a la bandera por parte de los senadores", sentenció. La discusión sigue abierta, enfrentando la necesidad de generar acuerdos políticos con el imperativo de resguardar la voluntad ciudadana y la representatividad territorial.




Fuente información: Rocío Gambra
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