Dos niñas culminan su proceso de acogimiento familiar y avanzan a la adopción
En un acto que simboliza el cierre de un ciclo, dos pequeñas, de uno y dos años, egresaron del Programa FAE Castro en Chiloé. Ambas niñas, que permanecieron bajo el cuidado de familias de acogida en Quinchao y Quellón por 17 y 10 meses respectivamente, concluyeron su proceso para avanzar hacia una familia adoptiva, evitando así el sistema residencial.
Dos pequeñas, de uno y dos años de edad, culminaron con éxito su proceso de acogimiento familiar en el marco del programa Familias de Acogida Especializadas (FAE) de Castro, un hito que marca el inicio de su camino hacia la adopción. Los casos ejemplifican el impacto positivo que tienen las familias guardadoras en la vida de niñas y niños en situación de vulnerabilidad.
El primer proceso correspondió a una niña de un año que fue acogida por una familia externa en la comuna de Quinchao cuando tenía solo tres meses. La menor permaneció bajo su cuidado durante 17 meses, período en el que recibió los cuidados, cariño y estabilidad necesarios para su desarrollo. El proceso culminó con su integración a una familia adoptiva.
El segundo caso involucró a una niña de alrededor de dos años que llegó al programa desde el sistema residencial en octubre del año pasado. Gracias a un trabajo colaborativo entre las instituciones y la familia de acogida, la niña fue integrada a una familia externa en la comuna de Quellón, donde permaneció por cerca de 10 meses.
Paz Nova, Coordinadora técnica del Programa FAE Castro, destacó la importancia del período de acogimiento para el bienestar de las menores. "El amor y cuidado de estas familias permitió que las niñas crecieran en un entorno seguro y afectuoso, evitando la permanencia en el sistema residencial. Cada familia chilota brindó cariño, protección y estabilidad, fundamentales para su desarrollo físico, emocional y social”, afirmó Nova.
La ceremonia de egreso, llena de emotividad, tuvo como momento simbólico la impresión de las manitos pintadas de las niñas en un cuadro, gesto que representa el profundo vínculo construido con sus familias de acogida. Este acto no solo simboliza el cierre de una etapa, sino también el inicio de una nueva, llena de oportunidades y esperanza.
El Programa FAE Castro, ante la constante necesidad de hogares temporales para menores en situación de vulnerabilidad, reitera su llamado a las familias de la región a sumarse a esta labor de acogida. "Abrir las puertas de su hogar puede transformar el presente y futuro de un niño o niña que lo necesita. Cada gesto de cariño, cuidado y protección cuenta y deja una huella imborrable", concluyó el programa.
Dos pequeñas, de uno y dos años de edad, culminaron con éxito su proceso de acogimiento familiar en el marco del programa Familias de Acogida Especializadas (FAE) de Castro, un hito que marca el inicio de su camino hacia la adopción. Los casos ejemplifican el impacto positivo que tienen las familias guardadoras en la vida de niñas y niños en situación de vulnerabilidad.
El primer proceso correspondió a una niña de un año que fue acogida por una familia externa en la comuna de Quinchao cuando tenía solo tres meses. La menor permaneció bajo su cuidado durante 17 meses, período en el que recibió los cuidados, cariño y estabilidad necesarios para su desarrollo. El proceso culminó con su integración a una familia adoptiva.
Paz Nova, Coordinadora técnica del Programa FAE Castro, destacó la importancia del período de acogimiento para el bienestar de las menores. "El amor y cuidado de estas familias permitió que las niñas crecieran en un entorno seguro y afectuoso, evitando la permanencia en el sistema residencial. Cada familia chilota brindó cariño, protección y estabilidad, fundamentales para su desarrollo físico, emocional y social”, afirmó Nova.
La ceremonia de egreso, llena de emotividad, tuvo como momento simbólico la impresión de las manitos pintadas de las niñas en un cuadro, gesto que representa el profundo vínculo construido con sus familias de acogida. Este acto no solo simboliza el cierre de una etapa, sino también el inicio de una nueva, llena de oportunidades y esperanza.
El Programa FAE Castro, ante la constante necesidad de hogares temporales para menores en situación de vulnerabilidad, reitera su llamado a las familias de la región a sumarse a esta labor de acogida. "Abrir las puertas de su hogar puede transformar el presente y futuro de un niño o niña que lo necesita. Cada gesto de cariño, cuidado y protección cuenta y deja una huella imborrable", concluyó el programa.
Fuente información: gabi.mayorga@gmail.com