Crisis en Segunda División: Derechos de formación impiden fichajes de jugadores
Una grave denuncia sobre el sistema de derechos de formación en el fútbol chileno apunta a cobros que alcanzan los 30 mil dólares por año, bloqueando la carrera de jóvenes deportistas y poniendo en riesgo la estabilidad financiera de los clubes de la Segunda División Profesional.
El actual mecanismo de cobro por derechos de formación en el fútbol nacional ha sido calificado por Juan Cristobal Guarello como una "máquina de usura" que afecta directamente a los clubes de la Segunda División Profesional y a futbolistas formados en instituciones pertenecientes al Consejo de Presidentes. Según los antecedentes expuestos por Guarello, el sistema opera principalmente sobre jugadores que, tras ser desechados de las divisiones inferiores de equipos grandes, intentan profesionalizarse en categorías inferiores.
La tarifa estandarizada en Chile asciende a los $30.000 USD por cada año de formación, una cifra que contrasta radicalmente con la realidad internacional. Mientras en Perú el costo anual se estima en $500 USD y en Ecuador existe un tope total de $3.000 USD, la normativa de la FIFA para la tercera categoría sugiere un máximo de $2.000 USD. En territorio nacional, si un deportista registra ocho años en cadetes, el cobro puede escalar hasta los $240.000 USD.
Entre los casos judiciales citados por Guarello, destaca la sentencia que obliga a Real San Joaquín a pagar $34.561,50 USD a Colo Colo, y el caso de Provincial Osorno, club al cual se le habrían solicitado $200.000 USD por el mismo concepto. Otro caso crítico involucra a Audax Italiano y al club Rengo, con un pago al contado de $118.000 USD por un jugador que no fue considerado en el plantel de origen.
"Muchos jugadores terminan en la Tercera A y Tercera B cobrando sueldos en negro para evadir el pago de derechos", se advierte en el reporte, subrayando que a los propios futbolistas se les llega a exigir pagos cercanos a los $100.000 USD para obtener su libertad de acción. Esta situación ocurre ante un Tribunal de Asuntos Patrimoniales de la ANFP que, según la denuncia, falla sistemáticamente a favor de las entidades demandantes.
Por su parte, el SIFUP ha señalado que ha buscado instancias de diálogo con la ANFP y el Ministerio del Deporte para abordar esta problemática que mantiene a diversos profesionales sin poder fichar en clubes debido a las deudas que su sola contratación generaría. Actualmente, la norma es descrita como un estatuto que, aunque cuestionado, la ANFP sigue aplicando con rigurosidad técnica en perjuicio del desarrollo del fútbol joven.
Fuente información: Transcripción "La Hora de King Kong - Capítulo 376"
El actual mecanismo de cobro por derechos de formación en el fútbol nacional ha sido calificado por Juan Cristobal Guarello como una "máquina de usura" que afecta directamente a los clubes de la Segunda División Profesional y a futbolistas formados en instituciones pertenecientes al Consejo de Presidentes. Según los antecedentes expuestos por Guarello, el sistema opera principalmente sobre jugadores que, tras ser desechados de las divisiones inferiores de equipos grandes, intentan profesionalizarse en categorías inferiores.
La tarifa estandarizada en Chile asciende a los $30.000 USD por cada año de formación, una cifra que contrasta radicalmente con la realidad internacional. Mientras en Perú el costo anual se estima en $500 USD y en Ecuador existe un tope total de $3.000 USD, la normativa de la FIFA para la tercera categoría sugiere un máximo de $2.000 USD. En territorio nacional, si un deportista registra ocho años en cadetes, el cobro puede escalar hasta los $240.000 USD.
Entre los casos judiciales citados por Guarello, destaca la sentencia que obliga a Real San Joaquín a pagar $34.561,50 USD a Colo Colo, y el caso de Provincial Osorno, club al cual se le habrían solicitado $200.000 USD por el mismo concepto. Otro caso crítico involucra a Audax Italiano y al club Rengo, con un pago al contado de $118.000 USD por un jugador que no fue considerado en el plantel de origen.
"Muchos jugadores terminan en la Tercera A y Tercera B cobrando sueldos en negro para evadir el pago de derechos", se advierte en el reporte, subrayando que a los propios futbolistas se les llega a exigir pagos cercanos a los $100.000 USD para obtener su libertad de acción. Esta situación ocurre ante un Tribunal de Asuntos Patrimoniales de la ANFP que, según la denuncia, falla sistemáticamente a favor de las entidades demandantes.
Por su parte, el SIFUP ha señalado que ha buscado instancias de diálogo con la ANFP y el Ministerio del Deporte para abordar esta problemática que mantiene a diversos profesionales sin poder fichar en clubes debido a las deudas que su sola contratación generaría. Actualmente, la norma es descrita como un estatuto que, aunque cuestionado, la ANFP sigue aplicando con rigurosidad técnica en perjuicio del desarrollo del fútbol joven.
Fuente información: Transcripción "La Hora de King Kong - Capítulo 376"








