El síndrome del hombre irritable
Por el Dr. Franco Lotito C. – www.aurigaservicios.cl
Conferencista, escritor e investigador (PUC).
El Dr. Jed Diamond, autor del libro “El síndrome del hombre irritable” (“The irritable male syndrome”, en inglés) consigna en su libro que “ligeras fluctuaciones hormonales y químicas, además del estrés laboral o una mala dieta pueden alterar notoriamente el ánimo de los varones”.
Si bien la andropausia –equivalente a la menopausia femenina– presenta algunas similitudes con el “síndrome del hombre irritable” (SHI), la andropausia se debe, principalmente, a una notable caída de los niveles de las hormonas masculinas (o andrógenos) en la sangre, entre las cuales, la principal sería la hormona masculina testosterona, en tanto que en el caso del síndrome del hombre irritable, el diagnóstico de este síndrome no exige una caída hormonal en la sangre.
En este contexto, el SHI vendría a ser la contraparte masculina del síndrome premenstrual de las mujeres. Ahora bien, en el caso de los varones, algunos de los síntomas que revelan este cuadro, son los siguientes: presencia de ansiedad, síntomas de depresión, pérdida de vitalidad, una exagerada postura defensiva o el irrefrenable deseo de quedarse sentado por horas mirando la pantalla de TV sin dirigirle la palabra a nadie. Revisemos a continuación algunos de estos síntomas:
En relación con la andropausia, el Dr. Diamond señala que si bien existen algunas similitudes con el SHI, la condición básica en el caso de la andropausia es la baja de los niveles de las hormonas masculinas en la sangre. Asimismo, influencias externas como el estrés o la sobrecarga laboral no se consideran como causas posibles de la andropausia, por cuanto, los varones afectados de andropausia consultan por temas como: (a) la presencia de fatiga y falta de energía, (b) por falta de motivación, (c) por una reducción de su volumen muscular, (d) por cambios en el estado de ánimo, (e) por una disminución del deseo sexual y dificultad para mantener una erección.
Sin embargo, lo anterior no basta para hablar de andropausia, ya que hay que demostrar que existe una baja hormonal en la sangre, por cuanto de no ser así, se hace necesario estudiar una posible depresión o incluso considerar posibles problemas de tiroides.
En caso de que el diagnóstico sea que la persona sufra, efectivamente, de andropausia, el tratamiento sugerido es la terapia de reemplazo de testosterona (TRT) para aliviar los síntomas, la que se administra en forma de parches, inyecciones u otras formulaciones, si bien, antes se debe descartar el riesgo de un cáncer de próstata.
Fuente información: flotitoc@gmail.com
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El Dr. Jed Diamond, autor del libro “El síndrome del hombre irritable” (“The irritable male syndrome”, en inglés) consigna en su libro que “ligeras fluctuaciones hormonales y químicas, además del estrés laboral o una mala dieta pueden alterar notoriamente el ánimo de los varones”.
Si bien la andropausia –equivalente a la menopausia femenina– presenta algunas similitudes con el “síndrome del hombre irritable” (SHI), la andropausia se debe, principalmente, a una notable caída de los niveles de las hormonas masculinas (o andrógenos) en la sangre, entre las cuales, la principal sería la hormona masculina testosterona, en tanto que en el caso del síndrome del hombre irritable, el diagnóstico de este síndrome no exige una caída hormonal en la sangre.
En este contexto, el SHI vendría a ser la contraparte masculina del síndrome premenstrual de las mujeres. Ahora bien, en el caso de los varones, algunos de los síntomas que revelan este cuadro, son los siguientes: presencia de ansiedad, síntomas de depresión, pérdida de vitalidad, una exagerada postura defensiva o el irrefrenable deseo de quedarse sentado por horas mirando la pantalla de TV sin dirigirle la palabra a nadie. Revisemos a continuación algunos de estos síntomas:
-
Presencia de crítica permanente: cosas y situaciones que previamente no eran
importantes o significativas para el afectado en la vida de pareja, ahora cobran
relevancia. Si antes al varón no le importaba que su pareja se demorara algunos
minutos en salir de la casa o para despedirse de sus amistades cuando iban a
una fiesta, ahora esa conducta saca de quicio al marido, gritando a su pareja
que sólo lo hace “para molestarlo”.
-
Actitud de desinterés: aquellas cosas que antes la persona cuidaba y valoraba,
de manera repentina dejan de tener la misma importancia. Es el caso, por
ejemplo, del cuidado y mantención del jardín, disfrutar como hobby de una
colección de estampillas o de cualquier otra entretención que la persona
previamente apreciaba y valoraba mucho. Estos momentos oscuros que vive un
sujeto afectado por el SHI que van acompañados de una sensación de
desencanto y desinterés, pueden abarcar otras áreas de su vida personal y
causar serios conflictos en la vida familiar y de pareja.
-
Estar siempre a la defensiva: la persona adopta una actitud de permanente
defensa aun cuando no esté siendo objeto de alguna crítica o ataque. El sólo
hecho que su pareja le pida cambiarse la chaqueta por otra más apropiada para
la ocasión, puede generar ansiedad y molestia en sujeto, y en su afán de
defenderse, termine hiriendo a las personas que lo rodean.
- Silencio emocional: muchos hombres se dan cuenta que hay días en que no se sienten igual que el resto del tiempo, pero no son capaces de comunicarlo a sus parejas, y optan en cambio, por vivir el vaivén de su ánimo en silencio, manteniéndose incluso separados de sus familias como en un estado de reclusión.
En relación con la andropausia, el Dr. Diamond señala que si bien existen algunas similitudes con el SHI, la condición básica en el caso de la andropausia es la baja de los niveles de las hormonas masculinas en la sangre. Asimismo, influencias externas como el estrés o la sobrecarga laboral no se consideran como causas posibles de la andropausia, por cuanto, los varones afectados de andropausia consultan por temas como: (a) la presencia de fatiga y falta de energía, (b) por falta de motivación, (c) por una reducción de su volumen muscular, (d) por cambios en el estado de ánimo, (e) por una disminución del deseo sexual y dificultad para mantener una erección.
Sin embargo, lo anterior no basta para hablar de andropausia, ya que hay que demostrar que existe una baja hormonal en la sangre, por cuanto de no ser así, se hace necesario estudiar una posible depresión o incluso considerar posibles problemas de tiroides.
En caso de que el diagnóstico sea que la persona sufra, efectivamente, de andropausia, el tratamiento sugerido es la terapia de reemplazo de testosterona (TRT) para aliviar los síntomas, la que se administra en forma de parches, inyecciones u otras formulaciones, si bien, antes se debe descartar el riesgo de un cáncer de próstata.
Fuente información: flotitoc@gmail.com
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