Gabriela Noguera: "Vi morir animales de hambre en campos expropiados de Venezuela"
En un nuevo episodio del podcast Raíces y Horizontes, Gabriela Noguera, ingeniera en producción animal, relató su migración desde Barinas hasta la Región de los Lagos. La profesional, con ocho años en Osorno, contrastó el colapso productivo venezolano con la solidez del sistema de trazabilidad del SAG, vital para las exportaciones cárnicas nacionales.
Osorno, Región de Los Lagos. — Una cruda radiografía sobre el deterioro del sector agropecuario en Venezuela y un análisis técnico sobre los estándares de la ganadería en el sur de Chile marcaron la última edición del programa Raíces y Horizontes, conducido por Rocío Gambra y Eduardo Winkler. La invitada, Gabriela Noguera, ingeniera de producción animal oriunda de Barinas —zona ganadera conocida como la "capital de los llanos" venezolanos—, compartió su experiencia tras más de una década y media en el rubro.
Noguera, quien se desempeñó como perito agropecuario en la banca venezolana antes de emigrar, describió el impacto de las expropiaciones y la falta de gestión técnica en su país natal. Según su testimonio, la intervención estatal en predios productivos derivó en situaciones críticas: "Hubo un momento en que pasé por fuera de un campo expropiado y conté como quince animales muertos en el potrero, de hambre. Fue muy triste porque ese era el futuro y la comida de mucha gente".
La profesional explicó que, a diferencia de Chile, Venezuela enfrenta desafíos enormes debido al clima tropical y la falta de insumos, donde la producción lechera es significativamente menor y depende de cruzas genéticas específicas para resistir el ambiente. Además, detalló la crisis sanitaria actual, mencionando la carencia absoluta de insumos médicos básicos en los hospitales venezolanos, lo que obliga a los familiares a adquirir desde agujas hasta anestesia para realizar cirugías.
Tras un paso por Panamá y Perú, Noguera decidió instalarse en la Región de Los Lagos atraída específicamente por la reputación ganadera de la zona. Comenzó trabajando en un campo en Pichidama, enfrentando su primer invierno sureño y adaptándose a la cultura y modismos del trabajador rural chileno.
Actualmente, Noguera se desempeña como Product Manager de Identificación, especializándose en los dispositivos de identificación oficial (DIO) o "aretes", fundamentales para el programa de trazabilidad animal que supervisa el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
Durante la entrevista, destacó la robustez del sistema chileno en comparación con el resto del continente: "Chile es el único país en Latinoamérica que copia muy similar lo que hace Europa (...) La exportación es muy confiable gracias al sistema que tenemos". Noguera explicó que la implementación de tecnología, como los aretes con radiofrecuencia (RFID) y bastones de lectura, ha sido clave para asegurar la cadena de custodia de la carne que Chile exporta a mercados exigentes como China y Europa.
Finalmente, los conductores y la invitada coincidieron en el potencial de Osorno como capital agrícola, destacando que la economía de la ciudad está intrínsecamente ligada al éxito del sector productivo. "Osorno tiene un potencial bastante grande (...) Viene mucha tecnología y empresas que quieren trabajar acá para mejorar la parte agrícola y pecuaria", concluyó Noguera.
Fuente información: Rocío Gambra y Eduardo Winkler
Osorno, Región de Los Lagos. — Una cruda radiografía sobre el deterioro del sector agropecuario en Venezuela y un análisis técnico sobre los estándares de la ganadería en el sur de Chile marcaron la última edición del programa Raíces y Horizontes, conducido por Rocío Gambra y Eduardo Winkler. La invitada, Gabriela Noguera, ingeniera de producción animal oriunda de Barinas —zona ganadera conocida como la "capital de los llanos" venezolanos—, compartió su experiencia tras más de una década y media en el rubro.
Noguera, quien se desempeñó como perito agropecuario en la banca venezolana antes de emigrar, describió el impacto de las expropiaciones y la falta de gestión técnica en su país natal. Según su testimonio, la intervención estatal en predios productivos derivó en situaciones críticas: "Hubo un momento en que pasé por fuera de un campo expropiado y conté como quince animales muertos en el potrero, de hambre. Fue muy triste porque ese era el futuro y la comida de mucha gente".
La profesional explicó que, a diferencia de Chile, Venezuela enfrenta desafíos enormes debido al clima tropical y la falta de insumos, donde la producción lechera es significativamente menor y depende de cruzas genéticas específicas para resistir el ambiente. Además, detalló la crisis sanitaria actual, mencionando la carencia absoluta de insumos médicos básicos en los hospitales venezolanos, lo que obliga a los familiares a adquirir desde agujas hasta anestesia para realizar cirugías.
La llegada al sur y el rol de la trazabilidad
Tras un paso por Panamá y Perú, Noguera decidió instalarse en la Región de Los Lagos atraída específicamente por la reputación ganadera de la zona. Comenzó trabajando en un campo en Pichidama, enfrentando su primer invierno sureño y adaptándose a la cultura y modismos del trabajador rural chileno.
Actualmente, Noguera se desempeña como Product Manager de Identificación, especializándose en los dispositivos de identificación oficial (DIO) o "aretes", fundamentales para el programa de trazabilidad animal que supervisa el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
Durante la entrevista, destacó la robustez del sistema chileno en comparación con el resto del continente: "Chile es el único país en Latinoamérica que copia muy similar lo que hace Europa (...) La exportación es muy confiable gracias al sistema que tenemos". Noguera explicó que la implementación de tecnología, como los aretes con radiofrecuencia (RFID) y bastones de lectura, ha sido clave para asegurar la cadena de custodia de la carne que Chile exporta a mercados exigentes como China y Europa.
Finalmente, los conductores y la invitada coincidieron en el potencial de Osorno como capital agrícola, destacando que la economía de la ciudad está intrínsecamente ligada al éxito del sector productivo. "Osorno tiene un potencial bastante grande (...) Viene mucha tecnología y empresas que quieren trabajar acá para mejorar la parte agrícola y pecuaria", concluyó Noguera.
Fuente información: Rocío Gambra y Eduardo Winkler
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