SAG asume inspección sanitaria de mataderos en la región
Osorno. Ximena Pino.
Tras concretarse la firma del convenio de delegación entre la autoridad sanitaria y el SAG, este último servicio asumió la inspección sanitaria de los mataderos de abasto (para mercado nacional).
Esta delegación de funciones entre ambos organismos públicos es un proceso acordado entre la Subsecretaría de Salud y la Dirección Nacional del SAG.
Cinco son los mataderos que en la región contarán con inspección sanitaria del SAG durante todo el proceso de faenamiento (ante y post mortem). Se trata de Möedinger Hermanos ubicado en Llanquihue, y Abascar, en Puerto Montt; Corralillo y San Daniel, en Castro; y Cadesur, en Quellón.
Estos son los cinco mataderos que deben cumplir con los requisitos que establece el Decreto Nº94 de 2008 sobre Estructura y Funcionamiento de Mataderos, Establecimientos Frigoríficos, Cámaras Frigoríficas y plantas de desposte; normativa que fija, además, el equipamiento mínimo de tales establecimientos.
Alfredo Fröhlich, Director Regional del SAG, dijo que “en virtud de sus capacidades, se encomienda al SAG la inspección médico veterinaria de las reses de abasto. Esta delegación constituye un gran desafío para nuestro Servicio por cuanto empresas de menor magnitud que las ya delegadas terminarán por incorporarse a un sistema de supervisión con presencia permanente de profesionales que velarán por el cabal cumplimiento de la norma de inspección”.
Los mataderos son establecimientos donde se faena ganado mayor (bovinos y equinos) y menor (porcinos, ovinos, caprinos) que están destinados a la alimentación humana. A partir de ahora, estos establecimientos deberán estar habilitados por el SAG de tal forma que aseguren el bienestar de los animales durante el faenamiento y la preservación higiénica de las carnes (aptitud de consumo humano).
Aptitud de consumo
El SAG será responsable de verificar la desnaturalización o destrucción de las reses de abasto (o sus partes) que fueran declaradas no aptas para consumo humano. Asimismo, informará a la Seremi de Salud aquellos hechos detectados en los mataderos que vulneren o afecten la correcta aplicación de la normativa legal. La Seremi de Salud por su parte, aplicará las sanciones que procedan en cada caso.
Equipos SAG
Para cumplir con esta nueva labor, el SAG regional contrató cinco equipos de inspección sanitaria, cada uno compuesto por un médico veterinario y un técnico pecuario.
Estos equipos de inspección, además, colaborarán en los futuros avances que alcancen estos mataderos respecto del decreto Nº 94 de Agricultura que establece ciertas condiciones de tipo estructural y operativa para llevar a cabo los procesos de faenamiento. “Se espera lograr avances sustantivos en operatividad e higiene e ir obteniendo logros con la aplicación gradual de la normativa vigente”, manifestó el Director Regional del SAG.
La autoridad agregó que “la particularidad de esta inspección delegada es que los equipos de inspección se mantienen desarrollando su labor desde la recepción de los animales hasta después de terminada la faena. Se espera con ello cada vez aumentar los niveles de confianza en la calidad higiénica sanitaria de las carnes faenadas en este tipo de establecimientos”, precisó Alfredo Fröhlich.
Tras concretarse la firma del convenio de delegación entre la autoridad sanitaria y el SAG, este último servicio asumió la inspección sanitaria de los mataderos de abasto (para mercado nacional).
Esta delegación de funciones entre ambos organismos públicos es un proceso acordado entre la Subsecretaría de Salud y la Dirección Nacional del SAG.
Cinco son los mataderos que en la región contarán con inspección sanitaria del SAG durante todo el proceso de faenamiento (ante y post mortem). Se trata de Möedinger Hermanos ubicado en Llanquihue, y Abascar, en Puerto Montt; Corralillo y San Daniel, en Castro; y Cadesur, en Quellón.
Estos son los cinco mataderos que deben cumplir con los requisitos que establece el Decreto Nº94 de 2008 sobre Estructura y Funcionamiento de Mataderos, Establecimientos Frigoríficos, Cámaras Frigoríficas y plantas de desposte; normativa que fija, además, el equipamiento mínimo de tales establecimientos.
Alfredo Fröhlich, Director Regional del SAG, dijo que “en virtud de sus capacidades, se encomienda al SAG la inspección médico veterinaria de las reses de abasto. Esta delegación constituye un gran desafío para nuestro Servicio por cuanto empresas de menor magnitud que las ya delegadas terminarán por incorporarse a un sistema de supervisión con presencia permanente de profesionales que velarán por el cabal cumplimiento de la norma de inspección”.
Los mataderos son establecimientos donde se faena ganado mayor (bovinos y equinos) y menor (porcinos, ovinos, caprinos) que están destinados a la alimentación humana. A partir de ahora, estos establecimientos deberán estar habilitados por el SAG de tal forma que aseguren el bienestar de los animales durante el faenamiento y la preservación higiénica de las carnes (aptitud de consumo humano).
Aptitud de consumo
El SAG será responsable de verificar la desnaturalización o destrucción de las reses de abasto (o sus partes) que fueran declaradas no aptas para consumo humano. Asimismo, informará a la Seremi de Salud aquellos hechos detectados en los mataderos que vulneren o afecten la correcta aplicación de la normativa legal. La Seremi de Salud por su parte, aplicará las sanciones que procedan en cada caso.
Equipos SAG
Para cumplir con esta nueva labor, el SAG regional contrató cinco equipos de inspección sanitaria, cada uno compuesto por un médico veterinario y un técnico pecuario.
Estos equipos de inspección, además, colaborarán en los futuros avances que alcancen estos mataderos respecto del decreto Nº 94 de Agricultura que establece ciertas condiciones de tipo estructural y operativa para llevar a cabo los procesos de faenamiento. “Se espera lograr avances sustantivos en operatividad e higiene e ir obteniendo logros con la aplicación gradual de la normativa vigente”, manifestó el Director Regional del SAG.
La autoridad agregó que “la particularidad de esta inspección delegada es que los equipos de inspección se mantienen desarrollando su labor desde la recepción de los animales hasta después de terminada la faena. Se espera con ello cada vez aumentar los niveles de confianza en la calidad higiénica sanitaria de las carnes faenadas en este tipo de establecimientos”, precisó Alfredo Fröhlich.