Ordenación sacerdotal en Purranque este sábado 15

Purranque. Patricio Orellana.

Con gran alegría la comunidad parroquial de Purranque celebra el sábado 15 de diciembre la ordenación presbiteral del diácono Claudio Varas Arriagada, miembro de la Congregación de los Misioneros de la Preciosa Sangre. La Eucaristía será presidida por el obispo de Osorno, Mons. René Rebolledo Salinas, y tendrá lugar a las 11.00 horas en el templo “San Sebastián”.

Con 34 años, Claudio nació en la comuna purranquina y es hijo de Julio Varas Molina y María Arriagada Arriagada. Tras la muerte de su padre, cuando él tenía tan sólo 3 años, sus abuelos maternos se convirtieron en su baluarte fundamental, entregándole una valiosa formación cristiana y valórica. Estudió en el colegio “Preciosa Sangre” y la enseñanza media la cursó en el Instituto Comercial de Osorno.

Fue en el año 2002 que comenzó a asistir a las jornadas vocacionales de la Congregación de los Misioneros de la Preciosa Sangre. En el año 2004 inició la formación en la Congregación y luego viajó a Guatemala para continuar su proceso formativo. Tras finalizar sus estudios teológicos en el año 2011, fue ordenado diácono el día 4 de noviembre de 2011 por Monseñor Cristian Contreras, Obispo Auxiliar de Santiago, en la parroquia “Nuestra Señora de la Preciosa Sangre” de Cerro Navia. En esa misma comunidad desempeñó su ministerio diaconal.

“Hoy tengo sentimientos de gratitud hacia Dios por haberme llamado a seguirlo en la vida consagrada. A mis padres por regalarme la vida. A mi familia y amigos por apoyarme desde siempre en mis decisiones y a la Congregación, Misioneros de la Preciosa Sangre, por recibirme con los brazos abiertos, por acompañarme en todos estos años de formación y por permitirme compartir con ellos la vida misionera y el ministerio sacerdotal”, señaló.

En cuanto a sus motivaciones para seguir el camino hacia el sacerdocio, Claudio indicó que, en ese plano, es fundamental el apoyo familiar. “Desde el seno de mi hogar, siempre fui motivado a acercarme a la Iglesia y a participar en ella. También es importante, a mi modo de ver, el testimonio de los hombres y mujeres consagrados a Dios, descubrir en algunos sacerdotes un ejemplo de compromiso y fidelidad al ministerio sacerdotal, también a la vida misionera y consagrada. Esto me llevó a ingresar al seminario y comenzar a caminar con el Señor en su proyecto de vida, para conmigo”.

Por otra parte, manifestó su alegría por ser ordenado en el marco del Año de la Fe y del inicio del Segundo Sínodo Diocesano. “Sin lugar a dudas, tiene un sentido muy especial, tanto personal, como de Iglesia. Este año se nos pide dar testimonio y celebrar la fe como un hermoso regalo que recibimos. Esto me lleva a reflexionar que el compromiso con la misión encomendada por Nuestro Señor Jesucristo, debe ser proclamado en todos los rincones y para todos los hermanos. Es por lo mismo que, al consagrarme a la misión, también me siento responsable de ser un buen ministro, que dé testimonio de la fe en Dios y la misión de la Iglesia”.

Al concluir, Claudio envió un hermoso mensaje a los jóvenes: “abran su vida a Dios, escuchen a Jesús cuando lo sientan en su corazón y pongan su entera confianza en Él. Es muy humano el temor ante lo que el Señor nos pide, sin embargo, Él nunca nos deja solos. Anímense y tómense de la mano del Señor en el camino a la vida consagrada, es Él quien nos llama y nos escoge para seguirlo”.
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