Extrema precaución con los niños y la exposición al sol
Los dañinos rayos del sol hoy no pueden dejar indiferente a los padres, más que nunca es necesario tomar los resguardos necesarios para evitar que ocurran las cada vez más cotidianas quemaduras de primer grado y que son producidas por la exposición prolongada al sol.
Así lo explica la Enfermera de la Universidad San Sebastián, Magister en Epidemiología, Verónica Venegas, quien sostiene que es cada vez más común observar en los servicios de urgencia casos de niños que llegan con mucho dolor, con zonas del cuerpo inflamadas e incluso con manchas que permanecen durante toda su vida.
“Es muy importante que los padres entiendan que el bloqueador en los niños es fundamental, no solo cuando van a la playa, sino también cuando van al parque, al centro, al patio de su casa, a cualquier lugar donde estén expuestos al sol, que se debe aplicar todas las mañanas, al mediodía y en la tarde las veces que sea necesario porque más importante que el factor del bloqueador es la frecuencia con la cual se utilice”, sostiene Venegas.
La académica recomienda utilizar siempre gorros o sombreros, especialmente en niños y en aquellas personas con pieles más blancas.
“Cuando se produce una quemadura de sol que se vea delicada, especialmente en los niños que tienen pieles mucho más sensibles, lesiones que abarquen una extensión de piel importante, sean los hombros, la espalda o la cara como los lugares más comunes, es necesario consultar a un especialista, fundamentalmente si la zona se presenta inflamada”, recomendó Venegas.
LENTES DE SOL
Para el caso de los niños más pequeños, la especialista sostiene que es mejor evitar el uso de lentes de sol y privilegiar el uso de los gorros, ello porque cubre una mayor extensión del cuerpo y fundamentalmente porque si el niño jugando se cae y se rompe el lente, el riesgo de sufrir alguna herida con el material que están hechas las gafas es mucho mayor -sostiene.
Así lo explica la Enfermera de la Universidad San Sebastián, Magister en Epidemiología, Verónica Venegas, quien sostiene que es cada vez más común observar en los servicios de urgencia casos de niños que llegan con mucho dolor, con zonas del cuerpo inflamadas e incluso con manchas que permanecen durante toda su vida.
“Es muy importante que los padres entiendan que el bloqueador en los niños es fundamental, no solo cuando van a la playa, sino también cuando van al parque, al centro, al patio de su casa, a cualquier lugar donde estén expuestos al sol, que se debe aplicar todas las mañanas, al mediodía y en la tarde las veces que sea necesario porque más importante que el factor del bloqueador es la frecuencia con la cual se utilice”, sostiene Venegas.
La académica recomienda utilizar siempre gorros o sombreros, especialmente en niños y en aquellas personas con pieles más blancas.
“Cuando se produce una quemadura de sol que se vea delicada, especialmente en los niños que tienen pieles mucho más sensibles, lesiones que abarquen una extensión de piel importante, sean los hombros, la espalda o la cara como los lugares más comunes, es necesario consultar a un especialista, fundamentalmente si la zona se presenta inflamada”, recomendó Venegas.
LENTES DE SOL
Para el caso de los niños más pequeños, la especialista sostiene que es mejor evitar el uso de lentes de sol y privilegiar el uso de los gorros, ello porque cubre una mayor extensión del cuerpo y fundamentalmente porque si el niño jugando se cae y se rompe el lente, el riesgo de sufrir alguna herida con el material que están hechas las gafas es mucho mayor -sostiene.