Investigadores de INIA Remehue participaron en la inscripción de raza ovina exportada a Ecuador
Especialistas del Instituto de Investigaciones Agropecuarias realizaron trabajos que permitieron el reconocimiento de la raza 4M, cuya genética hoy se abre paso en el mercado internacional para ganado en pie.
Su satisfacción manifestó el equipo de especialistas del Centro Regional de Investigación INIA Remehue que desarrollaron por dos años los trabajos que permitieron la inscripción de la raza ovina 4M en Magallanes, la que hoy ha marcado un hito histórico para Chile, tras la exportación de 2 mil animales en pie a Ecuador.
Se trata del doctor en genética animal Rodrigo de la Barra, las especialistas Eugenia Martínez, Cecilia Calderón y Etel Latorre (actual seremi de Agricultura de Magallanes) cuyo aporte científico dio paso para desarrollar una raza que entrega una lana más fina y que, al mismo tiempo, sirve para obtener una calidad de carne adecuada en menor tiempo; convirtiéndose además en la segunda raza ovina inscrita en Chile, tras la chilota, también desarrollada por este mismo equipo. Lo anterior, se sumó el trabajo que por 25 años realizó el estanciero José Marín en Magallanes.
Todas estas características fueron suficientes para que recientemente en el aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo, de Punta Arenas, alrededor de mil 400 ovejas de la raza 4M del plantel ganadero del empresario José Marín fueron embarcadas en dos aviones con destino a Ecuador. Otras 600 restantes partirán la próxima semana, cumpliendo así con los dos mil ejemplares acordados.
Rodrigo de la Barra, quien también es director regional de INIA Remehue expresó que “se ha abierto la puerta para que Chile pueda definitivamente ver seriamente el tema genético, no sólo ovino sino que también bovino, y comenzar a pensar que se puede surtir al mercado sudamericano de productos genéticos de calidad”.
Cabe mencionar que en Chile hasta el 2010 no existían razas ovinas propias. Realidad que cambió gracias al trabajo científico del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) que desde la Región de Los Lagos, a través del Centro Regional INIA Remehue, impulsó junto a los ganaderos del sur del país la inscripción de dos razas. Ese mismo año se comprobó genéticamente que la oveja chilota era una nueva raza, es decir que tiene características particulares que pueden mantenerse a través del tiempo de manera estable. Un año más tarde el ejercicio se repitió con la 4M (Marin Magellan Meet Merino), la cual fue inscrita convirtiéndose en la segunda raza originalmente chilena, y que en la actualidad es carta de presentación para una ganadería más competitiva que se abre nuevos horizontes en el mercado internacional.
Fuente: Elisa Barria - elisa.barria@inia.cl
Su satisfacción manifestó el equipo de especialistas del Centro Regional de Investigación INIA Remehue que desarrollaron por dos años los trabajos que permitieron la inscripción de la raza ovina 4M en Magallanes, la que hoy ha marcado un hito histórico para Chile, tras la exportación de 2 mil animales en pie a Ecuador.
Se trata del doctor en genética animal Rodrigo de la Barra, las especialistas Eugenia Martínez, Cecilia Calderón y Etel Latorre (actual seremi de Agricultura de Magallanes) cuyo aporte científico dio paso para desarrollar una raza que entrega una lana más fina y que, al mismo tiempo, sirve para obtener una calidad de carne adecuada en menor tiempo; convirtiéndose además en la segunda raza ovina inscrita en Chile, tras la chilota, también desarrollada por este mismo equipo. Lo anterior, se sumó el trabajo que por 25 años realizó el estanciero José Marín en Magallanes.
Todas estas características fueron suficientes para que recientemente en el aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo, de Punta Arenas, alrededor de mil 400 ovejas de la raza 4M del plantel ganadero del empresario José Marín fueron embarcadas en dos aviones con destino a Ecuador. Otras 600 restantes partirán la próxima semana, cumpliendo así con los dos mil ejemplares acordados.
Rodrigo de la Barra, quien también es director regional de INIA Remehue expresó que “se ha abierto la puerta para que Chile pueda definitivamente ver seriamente el tema genético, no sólo ovino sino que también bovino, y comenzar a pensar que se puede surtir al mercado sudamericano de productos genéticos de calidad”.
Cabe mencionar que en Chile hasta el 2010 no existían razas ovinas propias. Realidad que cambió gracias al trabajo científico del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) que desde la Región de Los Lagos, a través del Centro Regional INIA Remehue, impulsó junto a los ganaderos del sur del país la inscripción de dos razas. Ese mismo año se comprobó genéticamente que la oveja chilota era una nueva raza, es decir que tiene características particulares que pueden mantenerse a través del tiempo de manera estable. Un año más tarde el ejercicio se repitió con la 4M (Marin Magellan Meet Merino), la cual fue inscrita convirtiéndose en la segunda raza originalmente chilena, y que en la actualidad es carta de presentación para una ganadería más competitiva que se abre nuevos horizontes en el mercado internacional.
Fuente: Elisa Barria - elisa.barria@inia.cl