El año para el olvido de Soprole que tiene a sus dueños a punto de dejar Chile

Según lo informado a Paislobo Prensa, el 2018 fue el año en que se colocaron en el ojo del huracán, las diferencias entre leche en polvo y leche reconstituida, sumado al lobby de los neozelandeses para terminar con los beneficios tributarios de Colun y la baja de precio de compra a productores, generaron una tormenta perfecta para los “kiwis”.

Si había impactado o no en las ventas de Soprole la campaña de redes sociales en su contra realizada durante 2018 en el país, era una de las grandes dudas que se aclaró ayer, luego de que en los propios medios económicos de su país y balance del año pasado, la neozelandesa Fonterra, controladora de esta compañía chilena, dijera que el alza en volúmenes de su filial se vio opacada por los llamados a “compra local” y deslizara que analiza seriamente salir del mercado nacional, es decir, de vender su posición en Chile junto con la que tiene en Prolesur.

Si bien es cierto existen razones estructurales más profundas en el análisis de sus filiales latinoamericanas, como el hecho de que fue “muy decepcionante” el desempeño de la compañía en América Latina, unidad que en conjunto reportó pérdidas por $3 millones de dólares neozelandeses -unos US$2 millones) como el hecho de que Brasil también presentara márgenes ajustados, lo cierto es que los problemas en nuestro país habían generado un gran desgaste en los “kiwis”.

El gerente Marc Rivers, CFO de Fonterra, aseveró durante una conferencia telefónica con analistas, tras los resultados financieros del semestre terminados al 31 de enero, que mientras los volúmenes en Soprole crecieron, “los porcentajes de margen bruto se redujeron significativamente como resultado de una campaña de ‘compra local’, que impactó los precios de venta”.

¿Cómo comenzó la campaña en contra de Soprole? No es fácil identificar el momento exacto, aunque un análisis de redes sociales sobre los peacks de ésta, establecen como un muy probable punto de origen el 4 de marzo del año pasado, con la publicación de una columna de opinión del ex vicepresidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, SAGO A.G., Harold Brethauer que lleva por nombre “Las reglas del juego” http://sago.cl/columna-04032018/.

En ella, el economista llamó a dejar de pelear contra el mercado apuntando a las importaciones, porque Chile no lo abandonará, pero al mismo tiempo indicaba que la invitación era a generar estrategias de diferenciación apostando a la calidad del producto nacional en base a pastoreo –alimentación de vacas exclusivamente vía pasto-. Paíslobo realizó entonces una entrevista a Brethauer con fecha 6 de marzo, https://www.paislobo.cl/2018/03/harold-brethauer-y-la-desconocida.html, en que si bien es cierto volvía apuntar a que la solución de mercado para los productores locales era la diferenciación, que la leche importada en polvo debe ser reconstituida con agua, jamás señaló que una era más nutritiva que la otra, pero la duda quedó instalada. Era una suficiente potencial causa de alarma para los consumidores que les dijeran que la leche que llegaba del exterior lo hacía en polvo, luego era secada y tras ello se le echaba agua, a diferencia de la que se vendía fluida. ¿Quiénes eran los paladines de la leche no reconstituida? Colun y Surlat.

Otros dos elementos se sumaron a la tormenta perfecta para Soprole. Primero, su lobby para terminar con los beneficios tributarios de Colun, dados que estos generan según estos una competencia desleal. El otro, una violenta baja del precio de compra a productor por parte de Prolesur –la otra filial de Fonterra en Chile que le hicieron disminuir fuertemente su número de proveedores nacionales y aumentar las importaciones de leche en polvo y quesos desde su matriz Fonterra. https://www.paislobo.cl/2018/03/soprole-en-la-mira-cada-vez-usa-menos.html

Con los antecedentes sobre la mesa, Paíslobo realizó a través de su equipo de editores un reportaje que, por azar del destino, sería luego la punta de lanza de la campaña contra Soprole: “se seca la ilusión de la leche chilena”, https://www.paislobo.cl/2018/03/se-seca-la-ilusion-de-la-leche-y-solo.html al ser citada miles de veces en los posteos.

EL CONSORCIO LECHERO AL RUEDO

En 2010, el Consorcio Lechero había lanzado su estrategia al 2020, donde anunciaba que el país duplicaría su producción, pasando desde los 2 mil millones de litros de producción de leche a los 4 mil, lo que lo transformaría en un exportador neto y protagonista del mercado mundial. Así, y en medio de las acusaciones por el alza de importaciones que provocaban un estancamiento de diez años en el rubro nacional, el diputado Fidel Espinoza arremetió contra el Consorcio Lechero, dado que en el origen de esta instancia, que se define a sí misma como articulador de la cadena láctea había recibido un fuerte impulso del Estado, el que se mantiene hasta el día de hoy con una serie de proyectos y la entrega de la representación internacional de todo el rubro en el extranjero por parte del Ministerio de Agricultura.

Fue entonces que el parlamentario emplazó al entonces jefe de la cartera Carlos Furche, a aclarar las razones de la entrega de la agenda a este organismo que, en ausencia de los gremios de los productores que habían renunciado a él en 2014, ya no representaba al sector lácteo en su conjunto y, más aún, había demostrado una “nula capacidad” para orientar al sector con proyecciones técnicamente sólidas https://www.paislobo.cl/2018/04/minagri-regalo-la-agenda-al-2030-al.html, agregando que el organismo “estaba al servicio de la industria”. En esa misma semana, el gerente del Consorcio Lechero presentó su renuncia al cargo.

EL MISTERIOSO DIETER WEISS HOTT

Soprole y Prolesur aún no dimensionaban la bola de nieve que se les estaba gestando. En redes, una serie de elaboradas infografías técnicas y también memes, intentaban probar cómo Soprole/Prolesur perjudicaban a los productores y recién ahí se encendieron las alarmas. La fuente predilecta de los ataques era el gerente general de Prolesur, Juan Carlos Petersen, quien además había sido gerente general de Manuka, una productora primaria de leche chilena propiedad que también es propiedad de agricultores neozelandeses.

El sustento de la campaña que entonces estaba en ebullicón, provenía de una cuenta falsa de correo de un perfil que se identificaba a sí mismo como antiguo dirigente gremial de productores, de nombre Dieter Weiss Hott, un personaje que en realidad no existía, pero ante el cual era imposible no hacer la asociación con el entonces presidente de Aproleche Osorno, Dieter Konow Hott. El gremio desmintió categóricamente la ola de rumores, señalando que no se harían “el autogol” de crear una cuenta falsa con tal grado de similitud con el poco común nombre de su líder.

En el intertanto, los memes fueron aumentando de tono. En uno de ellos, aparecía un jugador de rugby neozelandés pisando la bandera chilena. Soprole/Prolesur también tenía sospechas de que el origen de la campaña estuviera en uno de sus proveedores, dada las similitudes gráficas entre los viralizables y algunas presentaciones de éste disponibles en web. Todo esto hizo que la empresa reportara a la matriz los ataques y notificara de esta acción a algunos de sus proveedores que había iniciado trámites para identificar la IP desde donde emanaban las inforgrafías y memes, los que cesaron de inmediato. Pero el material ya estaba diseminado en redes sociales y acompañaría luego casi toda la campaña cuando esta explotó en Twitter y Facebook.

La olla a presión era ya insostenible. Durante todo 2018, además, Fedeleche, Aproleche y Agrollanquihue mantuvieron una fuerte presión ante la Cámara de Diputados, reparticiones de gobierno, medios y también a través de una presentación ante la Comisión Anti Distorsiones, apuntando principalmente a Soprole/Prolesur como el gran agente distorsionador del mercado interno que lo tenía inmerso en una grave crisis. https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/region-de-los-lagos/2018/04/08/productores-de-leche-de-osorno-plantean-crisis-del-rubro-a-politicos-locales-y-piden-ayuda.shtml

ESTALLA EL VOLCÁN EN REDES SOCIALES

El 4 de abril de 2018, apenas un mes desde el inicio de las polémicas, el diputado Fidel Espinoza anunció el ingreso al parlamento de un proyecto de ley para transparentar rotulación de los lácteos. Los diputados Iván Flores y Harry Jürgensen apostaron a lo mismo con otra moción similar y el diputado Javier Hernández reflotó una iniciativa que había presentado sobre la materia en octubre de 2017. Meses después, el senador Manuel José Ossandón y Ena Von Baer seguirían el mismo camino, pero a esas alturas ya se había instalado que la leche reconstituida tenía diferencias nutricionales y que, eventualmente, su consumo podía generar efectos adversos para la salud, todas afirmaciones que recién fueron desestimadas en marzo de 2019, cuando el daño ya estaba hecho. https://www.cooperativa.cl/noticias/pais/consumidores/odecu-todas-las-leches-son-iguales-en-macronutrientes-y-calidad/2019-03-19/152706.html

En agosto de 2018, la olla a presión explotó a través de un tuit proveniente de la cuenta Twitter @Derecha_Abyecta –un perfil de izquierda- que apuntaba a la calidad de la leche Soprole/Prolesur y estigmatizaba a sus controladores: los neozelandeses. Los mensajes comenzaron también a ser retuiteados por cuentas de corte nacionalista de derecha, al tiempo que la campaña llegaba a Facebook con mensajes devastadores y apocalípticos, como asimismo a WhatsApp. La sicosis derivó en reportajes de televisión. Para entonces, SAGO A.G. llamaba sin éxito a la calma con una declaración pública en que señalaba que no les quedaba otra alternativa que decir “basta”. https://sago.cl/colun-manifiesta-su-desacuerdo-con-campana-de-redes-sociales/.

Colun seguí el mismo camino, llamando a detener la escalada de la denominada “Guerra de la Leche”, pero Soprole la miraban con desconfianza, ya que en marzo también había contribuido a las dudas con un explícito comercial en que señalaba a través de una de sus productoras que “Jamás dejaría que sequen mi leche para mezclarla contra otra”. https://www.paislobo.cl/2018/03/colun-profundiza-la-guerra-de-la-leche.html. A esta, la empresa controlada por los neozelandeses había respondido con una campaña llamada “buena leche”, una indirecta a que lo que había hecho su competencia había sido un golpe bajo el cinturón, pero lo cierto es que la batalla ya la tenían perdida por una muy tardía reacción.

Hacia el mes de mayo de 2018, además, el inicio de la preparación del juicio oral y luego realización del mismo por la matanza animal registrada en Manuka, cuyo presidente es el también ex presidente y fundador de Fonterra, Henry Van Der Heyden, enturbiaban aún más el ambiente contra las inversiones neozeandesas en Chile.
https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/columnas/2018/11/30/manuka-una-empresa-que-se-burla-de-chile/

Hoy, los ejecutivos de Fonterra en Nueva Zelanda reconocen que 2018 fue una verdadera catástrofe para Soprole ¿Venta a la vista? Está por verse. https://www.latercera.com/pulso/noticia/matriz-soprole-acusa-efecto-ventas-chile-campanas-favor-colun/579447/#.

Si esta concatenación de hechos obedeció a un solo cerebro, no cabe más que sacarse el sombrero ante tamaña estrategia y ejecución, aunque lo más probable es que se trate de una serie de hechos que simplemente generaron una tormenta perfecta cuya guinda de la torta es la reciente acusación por administración desleal de Prolesur. https://www.paislobo.cl/2019/02/todo-se-aclara-accion-judicial-sostiene.html, otra noticia en desarrollo de la “Guerra de la Leche” con pronóstico reservado

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