Cambio climático: ¡Tenemos que actuar ya!
Por Annika Schuttler
Jefa de Proyectos de Energía en CAMCHAL, Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria
Este sábado 30 de marzo una vez más se realizó “La Hora del Planeta”, actividad que cada año llama a un apagón eléctrico voluntario en todo el mundo para concientizar sobre los daños del cambio climático. Estas y otras iniciativas cobran mayor relevancia los episodios que hemos presenciado en este último tiempo en materia meteorológica: récords de calor en ciudades acostumbradas a un clima frío o lluvias en zonas desérticas.
Un reporte publicado el pasado 6 de febrero por la Organización Meteorológica Mundial, dependiente de la ONU, indicó que los años 2015, 2016, 2017 y 2018 fueron los cuatro más cálidos registrados jamás en la historia de la humanidad. Esto implicó que el año pasado se superó en 1° C en promedio la temperatura mundial respecto a la época preindustrial, situada entre 1850 y 1900.
En nuestro país la materia es aún más preocupante pues el aumento es mayor. De hecho, entre 1970 a 1979 se promedió una temperatura de 34,4°C mientras que en la década de 2010 a 2019, el promedio ya va en 36,1°C: esto significa un aumento de 1,7°C en treinta años, según datos obtenidos en la Dirección Meteorológica de Chile.
Este fenómeno, entre otros, ha traído consigo escasez hídrica y erosión de suelos, lo cual está provocando enfrentamientos violentos a nivel mundial y también en Chile, como lo está evidenciando en estos días el conflicto que se vive en la comuna de Panquehue con el agua. En ese contexto, no podemos cruzarnos de brazos y esperar. Desde el mundo empresarial y desde las organizaciones que agrupan a los privados es fundamental tomar acciones y ser agentes proactivos para contribuir al deber social de frenar la tendencia del aumento en las emisiones de CO2. ¿Qué podemos hacer? Considerando la composición de la matriz energética de Chile que incluye la energía eléctrica al igual que térmica, es fundamental que reduzcamos el consumo energético en todos los sectores, como el transporte, el industrial y el domiciliario, además de incorporar energías renovables no convencionales en nuestras operaciones. Esto deriva en una reducción en las emisiones de CO2, una de las principales causantes del problema climático.
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¿Viste esta nota?↓
Siete señales que delatan una memoria saturada
https://www.paislobo.cl/2019/03/memoria-saturada-falta.html
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Por eso es importante revisar tecnologías concretas, experiencias internacionales y casos de buenas prácticas en seminarios y actividades relacionadas a la materia. CAMCHAL, Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria, imparte el diplomado “European Energy Manager”, el cual es un formato único en Chile debido a que capacita de manera integral a gestores energéticos, equipándolos con herramientas para poder detectar potenciales de ahorro e implementar soluciones innovadoras para la eficiencia energética en las compañías en las que trabajan, reduciendo de esta manera considerablemente las emisiones de CO2, una de las claves para frenar los efectos del cambio climático.
Es conveniente motivar a aquellas grandes mentes tanto del mundo privado y gubernamental a participar en estas instancias. El objetivo es que estos agentes puedan conocer alternativas viables para trabajar en medidas de mitigación, ya que no podemos seguir esperando y hay que actuar ahora.
Información enviada a PL por: Jaime Liencura
Este sábado 30 de marzo una vez más se realizó “La Hora del Planeta”, actividad que cada año llama a un apagón eléctrico voluntario en todo el mundo para concientizar sobre los daños del cambio climático. Estas y otras iniciativas cobran mayor relevancia los episodios que hemos presenciado en este último tiempo en materia meteorológica: récords de calor en ciudades acostumbradas a un clima frío o lluvias en zonas desérticas.
Un reporte publicado el pasado 6 de febrero por la Organización Meteorológica Mundial, dependiente de la ONU, indicó que los años 2015, 2016, 2017 y 2018 fueron los cuatro más cálidos registrados jamás en la historia de la humanidad. Esto implicó que el año pasado se superó en 1° C en promedio la temperatura mundial respecto a la época preindustrial, situada entre 1850 y 1900.
En nuestro país la materia es aún más preocupante pues el aumento es mayor. De hecho, entre 1970 a 1979 se promedió una temperatura de 34,4°C mientras que en la década de 2010 a 2019, el promedio ya va en 36,1°C: esto significa un aumento de 1,7°C en treinta años, según datos obtenidos en la Dirección Meteorológica de Chile.
Este fenómeno, entre otros, ha traído consigo escasez hídrica y erosión de suelos, lo cual está provocando enfrentamientos violentos a nivel mundial y también en Chile, como lo está evidenciando en estos días el conflicto que se vive en la comuna de Panquehue con el agua. En ese contexto, no podemos cruzarnos de brazos y esperar. Desde el mundo empresarial y desde las organizaciones que agrupan a los privados es fundamental tomar acciones y ser agentes proactivos para contribuir al deber social de frenar la tendencia del aumento en las emisiones de CO2. ¿Qué podemos hacer? Considerando la composición de la matriz energética de Chile que incluye la energía eléctrica al igual que térmica, es fundamental que reduzcamos el consumo energético en todos los sectores, como el transporte, el industrial y el domiciliario, además de incorporar energías renovables no convencionales en nuestras operaciones. Esto deriva en una reducción en las emisiones de CO2, una de las principales causantes del problema climático.
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Siete señales que delatan una memoria saturada
https://www.paislobo.cl/2019/03/memoria-saturada-falta.html
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Por eso es importante revisar tecnologías concretas, experiencias internacionales y casos de buenas prácticas en seminarios y actividades relacionadas a la materia. CAMCHAL, Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria, imparte el diplomado “European Energy Manager”, el cual es un formato único en Chile debido a que capacita de manera integral a gestores energéticos, equipándolos con herramientas para poder detectar potenciales de ahorro e implementar soluciones innovadoras para la eficiencia energética en las compañías en las que trabajan, reduciendo de esta manera considerablemente las emisiones de CO2, una de las claves para frenar los efectos del cambio climático.
Es conveniente motivar a aquellas grandes mentes tanto del mundo privado y gubernamental a participar en estas instancias. El objetivo es que estos agentes puedan conocer alternativas viables para trabajar en medidas de mitigación, ya que no podemos seguir esperando y hay que actuar ahora.
Información enviada a PL por: Jaime Liencura
