Por qué queremos recuperar el municipio de San Juan de la Costa

Por Prosperina Queupuan Cheuquian, Candidata a alcaldesa en San Juan de la Costa.

Una de nuestras consignas de campaña es que todas y todos vamos a recuperar el municipio de San Juan de la Costa. Lo asumimos como un compromiso con nuestra comuna, con su bienestar y desarrollo social, no sólo económico, con sentido de realidad y mirada de futuro.

Es hora de que un habitante de San Juan lo administre: un territorio especial, que requiere pertinencia y un trabajo con sentido de urgencia mucho mayor, como pocas en Chile.

Evidentemente, ser elegido alcalde te vincula al territorio y te posiciona como el primero obligado a cumplir el mandato popular de dirigir la comuna. Para eso no importa dónde naciste o vienes; si conoces el día a día de la gente.

Incluso puedes hacerlo bien en un comienzo, sin embargo, el paso del tiempo hace mella y puede comenzar a ser cada vez más notoria la falta de ese arraigo inicial, tan necesario para entender el sentir de la comunidad y sus problemas.

Y eso puede verse en los anuncios de campaña. Programas que ofrecen grandes construcciones, sin soluciones a los problemas inmediatos de la gente demuestran esa falta de vinculación e incomprensión. Un ejemplo: una piscina temperada en Puaucho. Sí, una alberca para una localidad con un sistema de agua potable con problemas, que muchas veces hace intomable el vital elemento.

Para nosotros es importante, en cambio, construir un Centro Cívico en Puaucho, no una piscina, pues sabemos de los serios problemas que tiene el actual edificio municipal en su infraestructura, a la hora de recibir a la comunidad o propiciar buenas condiciones para el trabajo de los funcionarios o los mismos concejales.

También es importante ordenar, por decir algo, administrativamente el municipio. De conocimiento público son algunos de los procesos judiciales contra funcionarios por delitos de corrupción, en programas de viviendas o ayudas sociales, entre varios otros. Lamentablemente, el Ministerio Público ha accedido a salidas alternativas, como la suspensión condicional, que no aclara si se afectó o no el patrimonio municipal. Varios otros siguen en tribunales.

Se suman además investigaciones y juicios de cuentas en la Contraloría; cuestionamientos por anexos de contrato millonarios a gente de confianza; causas laborales iniciadas por funcionarios por los que el municipio arriesga millonarias demandas; déficit y problemas económicos millonarios en diversos departamentos, como el de Salud.

San Juan de la Costa debe ser dirigida con cariño y respeto por su gente, su biodiversidad y el “todo” que ello construye. Y no lo planteo desde la mera filosofía o un presunto purismo territorial o racial, sino desde el convencimiento de que es urgente un mejor trato para nuestra comuna.

San Juan de la Costa puede ser pobre; sin embargo, posee la mayor riqueza: gente a la que hay que respetar, biodiversidad que proteger y una identidad que resguardar y fortalecer.

Lo tenemos todo, pero no nos han dirigido bien y se han desaprovechado nuestras capacidades. Para hacerlo no se necesitan grandes títulos ni especializaciones universitarias. Esas han sido parte de las exigencias habituales a la hora de evaluar un candidato y ya ven la actual crisis política que se vive en Chile, producto de la acción de aquellos que elegimos para representarnos.

Debemos tener sentido de realidad, que aún en tiempos de Coronavirus, que golpea fuertemente y aún desconocemos sus efectos, en salud y economía. Por eso necesitamos un programa aterrizado, que dé un uso eficiente a la inversión pública.

Lo tenemos todo, pero se ha hecho poco. Y no tiene que ver con desconocer el trabajo de una persona o gestión, sino de evaluar conforme al tiempo el cumplimiento de los compromisos que hizo para ser electo, que muchas veces son suscritos frente a notarios u otros ministros de fe y no se cumplen.

Si me preguntan si San Juan de la Costa ha avanzado, uno no puede decir que no. Claro, si antes prácticamente no había nada, era obligación hacer algo y cualquier camino o construcción que se vea parece progreso. Pero ahora cabe preguntarse, en ocho años, sí, ocho años ¿no podía hacerse más? Yo creo que sí.

Y es que la comuna tanto no ha cambiado tanto y eso lo demuestra que aún no aseguramos el acceso al agua y el extractivismo destruye cada día nuestro bosque, costa, mar, cordillera y valle; aún hay adultos mayores viviendo solos, violencia intrafamiliar y consumo problemático del alcohol y drogas; familias literalmente viviendo en condiciones hasta inhumanas, material y económicamente; procesos judiciales y administrativos contra funcionarios municipales; un edificio municipal con problemas graves en infraestructura y así un largo etcétera.

Por eso quiero recuperar el municipio de San Juan de la Costa, para enfrentar sus problemas con un programa aterrizado que apunte al sentido común y dé urgencia ante las necesidades más que conocidas de nuestra gente, dejando fuera la megalomanía.

Necesitamos respeto, dignidad y esperanza.

Juntas y juntos podemos recuperar el municipio de San Juan de la Costa.






Comunicado de Prensa / Fuente: Unidad de Comunicaciones Prosperina Queupuan
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