Los graves efectos en la salud como consecuencia de un sobre endeudamiento
Dr. Franco Lotito C.
Académico, escritor e investigador (MBA-UACH) – www.aurigaservicios.cl
Al tenor del alto nivel de endeudamiento que mantiene una parte importante de la población chilena, pareciera que las personas no supieran –o no se dieran cuenta– que el hecho de sobre endeudarse aumenta considerablemente el riesgo de sufrir infartos, obesidad y cuadros depresivos.
La salud emocional y física de las personas termina pagando un elevado precio por las numerosas preocupaciones que recaen sobre los hombros de la gente por causa de las deudas y compromisos financieros excesivos.
Diversos estudios internacionales demuestran que la condición de sobre endeudamiento representa la primera preocupación para muchas familias, y que esta situación –que a menudo se vuelve inmanejable para muchas personas– trae consigo insomnio, ansiedad constante, jaquecas y dolores de cabeza, hipertensión arterial, hasta sufrir problemas de carácter cardíaco.
Numerosos expertos en el tema, así como psicólogos y psiquiatras, han constatado que el sobre endeudarse representa un factor que está en grado de generar diversos trastornos del ánimo, donde el estrés, la angustia y la ansiedad provocada por el “no saber qué hacer” por causa de las deudas acumuladas, conduce a las personas a un estado constante de nerviosismo, presencia de tensión física y psíquica, temerosas de su futuro financiero, incertidumbre, irritabilidad y trastornos gastrointestinales, todo lo cual, puede desembocar, finalmente, en úlceras estomacales, depresión y riesgo de infarto.
En muchos casos, esto se ve agravado, a raíz de que como “fórmula de escape” para cubrir los gastos y pagos pendientes, la persona se embarca en nuevas deudas para poder pagar las deudas más antiguas, lo que conduce al sujeto a una suerte de círculo vicioso.
Dominique Keim, investigadora del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica, dio a conocer que alrededor del 30% de los chilenos realizan la mala práctica de la “bicicleta financiera”, práctica que consiste en pagar deudas a través de contraer más deudas, fórmula que ha ido aumentando con el paso de los años.
Un estudio realizado por el British Journal of Psychology sacó a la luz que el alto nivel de deudas se asocia, asimismo, con un incremento en la tendencia a beber, fumar y a sufrir obesidad como consecuencia del alto nivel de ansiedad que embarga al sujeto.
¿Cómo se explican estos resultados? Muy simple: la ansiedad y la inestabilidad emocional están muy vinculadas con trastornos de la alimentación y el sobrepeso, lo que determina que alrededor del 80% de las personas que se encuentran bajo la presión por pagar sus deudas, vean afectada su alimentación, es decir, la persona comienza a comer en exceso con la finalidad de reducir su nivel de ansiedad.
Bajo estas condiciones, los desórdenes alimenticios se hacen habituales, debido a que la comida se convierte en un “instrumento de alivio”, buscando hacer “grato lo desagradable”, producto del exceso de ansiedad. Esta debilidad por los carbohidratos, dulces y grasas pueden implicar un aumento de peso de entre tres a cuatro kilos por mes.
Paralelamente, el estrés que experimenta el sujeto provoca un incremento de la presencia de la hormona cortisol en el organismo, lo que, a su vez, aumenta la presión arterial, cuyas consecuencias pueden ir desde enfermedades crónicas al corazón, infartos, hasta problemas cardio y cerebrovasculares.
La forma en que afecta es, principalmente, por el aumento de las hormonas catecolaminas –adrenalina y noradrenalina-, las que provocan taquicardia, aumento de la presión arterial, sudoración fría y dolores abdominales.
¿Cuáles son las sugerencias que se pueden hacer para aquellas personas que podrían caer en el sobre endeudamiento? Revisemos algunas de ellas:
Hay que recordar y tener muy presente, que siempre hay salidas posibles, incluso, de los laberintos más oscuros.
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“Las deudas son como cualquier otra trampa en la que se es muy fácil caer, pero de la que es muy dificilísimo salir” (George Bernard Shaw, dramaturgo, crítico y polemista irlandés).
Al tenor del alto nivel de endeudamiento que mantiene una parte importante de la población chilena, pareciera que las personas no supieran –o no se dieran cuenta– que el hecho de sobre endeudarse aumenta considerablemente el riesgo de sufrir infartos, obesidad y cuadros depresivos.
La salud emocional y física de las personas termina pagando un elevado precio por las numerosas preocupaciones que recaen sobre los hombros de la gente por causa de las deudas y compromisos financieros excesivos.
Diversos estudios internacionales demuestran que la condición de sobre endeudamiento representa la primera preocupación para muchas familias, y que esta situación –que a menudo se vuelve inmanejable para muchas personas– trae consigo insomnio, ansiedad constante, jaquecas y dolores de cabeza, hipertensión arterial, hasta sufrir problemas de carácter cardíaco.
Numerosos expertos en el tema, así como psicólogos y psiquiatras, han constatado que el sobre endeudarse representa un factor que está en grado de generar diversos trastornos del ánimo, donde el estrés, la angustia y la ansiedad provocada por el “no saber qué hacer” por causa de las deudas acumuladas, conduce a las personas a un estado constante de nerviosismo, presencia de tensión física y psíquica, temerosas de su futuro financiero, incertidumbre, irritabilidad y trastornos gastrointestinales, todo lo cual, puede desembocar, finalmente, en úlceras estomacales, depresión y riesgo de infarto.
En muchos casos, esto se ve agravado, a raíz de que como “fórmula de escape” para cubrir los gastos y pagos pendientes, la persona se embarca en nuevas deudas para poder pagar las deudas más antiguas, lo que conduce al sujeto a una suerte de círculo vicioso.
Dominique Keim, investigadora del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica, dio a conocer que alrededor del 30% de los chilenos realizan la mala práctica de la “bicicleta financiera”, práctica que consiste en pagar deudas a través de contraer más deudas, fórmula que ha ido aumentando con el paso de los años.
Un estudio realizado por el British Journal of Psychology sacó a la luz que el alto nivel de deudas se asocia, asimismo, con un incremento en la tendencia a beber, fumar y a sufrir obesidad como consecuencia del alto nivel de ansiedad que embarga al sujeto.
¿Cómo se explican estos resultados? Muy simple: la ansiedad y la inestabilidad emocional están muy vinculadas con trastornos de la alimentación y el sobrepeso, lo que determina que alrededor del 80% de las personas que se encuentran bajo la presión por pagar sus deudas, vean afectada su alimentación, es decir, la persona comienza a comer en exceso con la finalidad de reducir su nivel de ansiedad.
Bajo estas condiciones, los desórdenes alimenticios se hacen habituales, debido a que la comida se convierte en un “instrumento de alivio”, buscando hacer “grato lo desagradable”, producto del exceso de ansiedad. Esta debilidad por los carbohidratos, dulces y grasas pueden implicar un aumento de peso de entre tres a cuatro kilos por mes.
Paralelamente, el estrés que experimenta el sujeto provoca un incremento de la presencia de la hormona cortisol en el organismo, lo que, a su vez, aumenta la presión arterial, cuyas consecuencias pueden ir desde enfermedades crónicas al corazón, infartos, hasta problemas cardio y cerebrovasculares.
La forma en que afecta es, principalmente, por el aumento de las hormonas catecolaminas –adrenalina y noradrenalina-, las que provocan taquicardia, aumento de la presión arterial, sudoración fría y dolores abdominales.
¿Cuáles son las sugerencias que se pueden hacer para aquellas personas que podrían caer en el sobre endeudamiento? Revisemos algunas de ellas:
- Para efectos de no llegar al tremendo agobio que produce el exceso de deudas y carga financiera, lo primero que debe tener presente una persona, es hacer un uso en forma responsable del dinero. Esto significa no ser presa de un consumismo desenfrenado, algo que los medios de comunicación incentivan de manera habitual, lo cual, sumando a la facilidad con que se accede a diversas tarjetas de créditos, puede ser el inicio de una larga pesadilla.
- Ante el incremento del estrés y la ansiedad que lleva a un exceso de consumo de alimentos, las personas deben hacer un esfuerzo –personal y voluntario– por evitar las tentaciones de consumir alimentos entre comidas y no servirse porciones muy grandes. Esto debe ir acompañado de actividad física regular, actividad que genera endorfinas, las que activan el buen ánimo y ayudan a mantener el peso.
- Evitar estresores adicionales provenientes, por ejemplo, del ánimo laboral. Ya que si estos estresores se suman a la gran angustia que ya provoca el exceso de deudas sobre un individuo, ello podría generar un verdadero reventón en el estado de ánimo de la persona.
- Si la persona se siente muy abrumada y apremiada por lo que está viviendo, es importante que sepa pedir ayuda a especialistas, de modo tal, que su sufrimiento, ansiedad y frustración no lleguen a extremos que pudieran hacerse inmanejables, especialmente, cuando las personas comienzan a experimentar pensamientos irracionales e ideaciones suicidas.
Hay que recordar y tener muy presente, que siempre hay salidas posibles, incluso, de los laberintos más oscuros.
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