5 mejores cosas que hacer en Valdivia

Una de las ciudades más hermosas de Chile es Valdivia y esto ha hecho que el turismo sea una de sus principales actividades. Hay mucho que ver y disfrutar en la llamada “Perla del Sur”, a la que siempre se quiere regresar.

Valdivia es una de las ciudades más atractivas para vivir en Chile y una de las preferidas para hacer turismo, no solo para viajeros del mismo país, sino para visitantes extranjeros.

Conocida como la “Capital Cervecera de Chile” o la “Perla del Sur”, esta ciudad está ubicada a 847 kilómetros del sur de Santiago de Chile, y es conocida como la capital de la Región de los Ríos. Es famosa por haber sido azotada por un seísmo de 9,5 grados en la escala de Richter en 1960, y luego haber renacido, lo cual sigue causando mucha admiración.

Para quienes tengan pensado visitar esta hermosa ciudad próximamente, se indican aquí 5 cosas que se pueden hacer, y que convertirán este viaje en una visita inolvidable.

1.- Alojarse en una hermosa cabaña

Chile es uno de los países de América que tiene mayor cantidad de zonas naturales de incalculable belleza, por lo que el turismo rural ha alcanzado un gran auge.

Este es el caso de Valdivia, ciudad rodeada de hermosos paisajes naturales, por lo que existe gran cantidad de alojamientos rurales, específicamente cabañas, que no por estar apartadas del centro de las ciudades dejan de ser cómodas. Las cabañas en Valdivia cuentan con diversidad de servicios y confort: son sitios privados con muy buena ubicación, tienen amplios espacios, acceso a tours en las áreas naturales del entorno y otras entretenidas actividades al aire libre.

En la “Perla del Sur” existe gran variedad de cabañas para elegir, entre las que se pueden mencionar: Dahue, Tres Espinos, Domos Curiñanco, Islote Haverbeck, Arrayán Alto, Refugio Sauna Spa, Parque Krhamer, La Ruta de Valdivia, 4 Aguas, Entre Ríos, Prado Verde, Cádiz, B&L, Centenilla, Quitacalzón, El Huairavo, Doce74, Rosner y Río Vivo.

Uno de los beneficios más valorados que ofrecen las cabañas, es que garantizan total privacidad, lo que no siempre se consigue al alojarse en un hotel. No hay riesgo de ser molestados por huéspedes extraños, al ser un espacio independiente completamente.

2.- Visitar el Mercado Municipal

Un sitio que no se puede dejar de visitar en unas vacaciones en Valdivia es el Mercado Municipal. Este sitio se caracteriza por la calidez de sus trabajadores y la buena atención que se presta a todos aquellos que lo recorren. Muchos van a este mercado, no solo una vez durante el viaje, sino algunas más, ya que hay mucho por ver y disfrutar.

Es el mejor lugar para degustar la gastronomía local y los productos de la zona. Uno de los platos preferidos por todos son las deliciosas sopas, y las empanadas de queso y camarones, que son una irresistible tentación.

En este mercado se puede comprar gran variedad de pescado fresco, marisco, vegetales, además de hierbas medicinales. Destaca también porque se puede encontrar gran diversidad de hermosa artesanía local, ideal como souvenirs para amigos y familiares.

Tiene unas vistas hermosas, ya que está ubicado a orillas del río Valdivia, de hecho, también se conoce como Mercado Fluvial.

3.- Museo de la Cervecería Kunstmann

Una actividad que no puede faltar en el viaje a Valdivia, es conocer sobre la elaboración de la cerveza, una bebida que sin duda, representa a esta zona. En esta ciudad están asentadas varias cervecerías que permiten hacer recorridos y se pueden degustar cervezas artesanales, además de postres locales, siendo algunos de los preferidos; el helado de arándanos, la torta de ciruelas y las galletas de cebada.

Una parada obligada es el Museo de la Cervecería Kunstmann, donde se realiza un interesante tour para conocer el proceso de elaboración de este producto. Además, muestran imágenes históricas de Valdivia, cuando se promovió la colonización alemana con el objetivo de impulsar la industria.

La cerveza de Valdivia está considerada de muy alta calidad, debido a la pureza del agua de la región, y además, es una tradición. Su importancia ha convertido en atractivo turístico todo lo que está relacionado con ella.

4.- Hacer un recorrido fluvial

Navegar por los atractivos ríos de Valdivia es una de las mejores formas de conocerla. Calle-Calle, Tornagaleones, Lingue, Pilmaiquén, Cutipay, Cruces, San Pedro, Hua-Hum y Bueno, son algunos de los ríos que bordean la ciudad y que ofrecen hermosas vistas; además, es una experiencia mágica subir a una embarcación y navegar.

En estos afluentes se pueden practicar diversos deportes acuáticos, como kayak y remo. Merece especial mención que, anualmente, se realiza en el río Calle-Calle, el Campeonato Nacional de Paracaidismo de Precisión al Agua. El evento comienza con el lanzamiento en caída libre desde una avioneta, se abre el paracaídas y luego el participante debe apuntar al blanco que se haya puesto en el río. La actividad es bastante entretenida para propios y extraños.

También se pueden observar leones marinos, tomar el sol y comer platos elaborados en base a pescados y mariscos. Y es que en las cercanías de la mayoría de los ríos, hay restaurantes para degustar preparaciones deliciosas, además de pescados y mariscos. Entre estas, se pueden mencionar las chuletas de cerdo, puré de manzanas y pastel de carne con patatas.

5.- Ir a parques emblemáticos

En Valdivia hay varios parques que vale la pena visitar, dos de ellos son Oncol y Saval.

El Parque Oncol es una hermosa reserva natural de, al menos 750 hectáreas, en la Cordillera de la Costa. Este lugar de incalculable belleza permite internarse en los paisajes de la selva de Valdivia, la cual, por cierto, es el único bosque templado lluvioso que existe en Sudamérica.

Tiene hermosos miradores y senderos, donde los mejores son los que están en la cúspide del cerro Oncol, a 715 metros sobre el nivel del mar, desde donde se pueden observar vistas espectaculares de volcanes de la Cordillera de los Andes y del Océano Pacífico.

El Parque Saval está en la Isla Teja y es uno de los sitios turísticos más visitados en Valdivia. Tiene como principal atributo su variedad de espacios recreativos y rincones de recreo. Cuenta con zona de picnic, áreas de esculturas, juegos infantiles, lagunas y centros para eventos.

Está conformado por 30 hectáreas, que en el pasado, eran los jardines de la acaudalada familia Prochelle, y que tienen aún los árboles centenarios y dos hermosas lagunas artificiales, que siempre están cubiertas por flores de loto, como testigos de esas épocas.

Fuente: Y. Lobo - MI

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