¿Iglesia del Carmen o Parroquia José Sebald en un Osorno del ayer?

Por Omar González Hurtado.

La Parroquia de la Virgen del Carmen, como hoy se denomina, quien escribe esta nota tuvo la suerte de conocer muy de cerca sus inicios, cuando según datos tomados de Internet, fue creada en el año 1949 por un decreto firmado ese entonces por el monseñor Francisco Valdés Subercaseux, en la Población Angulo, un sacerdote de emblemática figura muy destacado y querido en la diócesis de Osorno, un clérigo de figura delgada, con una notoria barba y poseedor de una voz profundamente pausada y reflexiva, que llamaba fuertemente la atención en los feligreses, sacerdote que estableció la construcción de una capilla que desde un principio era solamente una humilde y precaria construcción, siendo denominada La Capilla de la Iglesia Del Carmen", en honor a la Virgen Patrona de Chile.

Sin embargo quien suscribe en ese tiempo era tan solo un niño de 8 años de edad, y vivía a menos de tres cuadras de este local que comenzó las altas funciones espirituales y sociales en el desarrollo de la fe y los valores cristianos a través, como ya se ha mencionado, con construcción de una incipiente mediagua, hecha de tablas nuevas y muchas maderas tomadas de deshechos y colaboración de un conglomerado de personas del ambiente osornino de aquellos tiempos, una sumisa capilla que fue construida en una especie de montículo, o sitio de cierta altura dentro de la “Población Angulo” y dedicada a la Virgen del Carmen, ubicada en calle Guillermo Matta entre las calles Errazuriz y Los Carrera. Obra creada a través de donaciones, por cuanto los recursos económicos en esos años eran escasos. Inclusive recuerdo con satisfacción que mi padre, que en aquellos años 1945 tenía un pequeño taller de mueblería, en donde tuvo la oportunidad de construir algunos pulpitos o bancas de madera para la iglesia.

Así comenzó a levantarse "La mentada Iglesia del Carmen". Fue en esos años cuando siendo niño, junto a otros niños y niñas de mi edad recibimos el sagrado sacramento de la “primera comunión”. Instancias, en que en esos años, los niños recibíamos ese evento con mucha sobriedad, fe y con un tremendo orgullo en el pecho, con una vestimenta que se caracterizaba por llevar pantaloncitos cortos y en uno de sus brazos, pendía una cinta blanca que indicaba el trascendente momento de fe.

En tal sentido, permítanme estimados lectores, resaltar en esta ocasión parte de la realidad humilde y quimérica de esta capilla. En donde por esfuerzos personales de la comunidad comenzó a construirse. A que en honor a la verdad en sus inicios fue en toda su característica física en principio una verdadera bodega con viejos galpones, que albergaban a un personaje que hoy recuerdo con mucho cariño, un joven alto de estatura, de sonrisa fácil, alegre y opuesto, proveniente de la hermana República de Argentina, me refiero al padre José Sebald, que desde su llegada a Chile y en especial a la ciudad de Osorno, se fue ganando la simpatía, la confianza y un tremendo aprecio por parte en la ciudadanía osornina, inclusive a poco anda fue ganando prestigio y simpatía entre fieles proveniente de diversas zonas urbanas y rurales de un Osorno del ayer, con feligresías que acudían a este magnánimo, generoso y noble joven sacerdote, para solicitar sus servicios religiosos, tales como: bautizos, confirmaciones y eventos de bodas, constituyéndose así una gran familia unidos todos por la fe cristiana.

Fue así entonces que comenzaron con entusiasmo diversas actividades, tales como exposiciones de articulo artesanales que incluía eventos artísticos que en aquellos tiempos de se denominaban “Veladas”, en donde adultos, jóvenes y principalmente niños, teníamos la gran oportunidad de mostrar nuestros talentos de arte musical y de danzas, como también se organizaban reuniones familiares para tomarse algún refrigerio o algunas sencillas comidas, eventos que se denominaban kermés, que prácticamente constituían una fiesta popular de carácter familiar, generalmente barrial donde participaba el vecindario, que incluía puestos de juegos de destreza, juegos mecánicos, puestos de comida y bebida, sorteos, etcétera. Y que muchos denominaban erróneamente como “Malones o carretes”, todo tendiente a reunir fondos para colaborar económicamente con la precaria condición económica en que la capilla debía realizar sus principales ceremonias, entre ellas la infaltable misa dominical y reuniones de pastoral, en donde el Padre José, alzaba su clara voz con claro acento argentino, para predicar la palabra de Dios, motivando siempre la Fe, con esa simpatía, calidez y amabilidad que le caracterizaba.
 Cabe finalizar este escrito informando que este “Gran Sacerdote”, habiendo dado gran parte de su vida dedicada a su labor eclesiástica en esta “Iglesia del Carmen”, por más de 40 años, falleció en Santiago tan solo algunas décadas pasadas, a cuyos funerales, concurrió en buses una parte importante de la ciudadanía provenientes de Osorno y sepultado en el “Cementerio Parque El Prado", en la comuna de La Florida.

En fin con este corto y exhaustivo relato no se pretende otra cosa que hacer resaltar los inicios y cierta información sobre cómo se inició “La Iglesia del Carmen en Osorno”, otrora denominada "Capillita del Carmen", como igual y fundamentalmente dar informaciones sobre el perfil de la personalidad de este magnánimo sacerdote, que fuera uno de los primeros pilares de fortaleza, fe y esperanza de una capilla que la Congregación del Verbo Divino dispuso que el padre José Sebald se hiciera cargo de la parroquia y que en honor a sus méritos, esfuerzos y tantos años de trabajo mancomunado perfectamente la "Iglesia Del Carmen", debió ser llamada La Parroquia José Sebald.

Creo finalmente que muchos ciudadanos de mi querida ciudad de Osorno, pocos recordarán a este sacerdote, por cuanto gran parte de aquella población de feligreses hoy ya no existen.


Fuente: Omar González Hurtado - alonsitogh@gmail.com

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