Hezbolá en Chile: Una mirada a las conexiones e implicancias

Hezbolá en Chile: Una mirada a las conexiones e implicancias
La reciente declaración del senador estadounidense Marco Rubio, durante una sesión del subcomité de relaciones exteriores en el hemisferio occidental, encendió el debate sobre la presencia y actividades de Hezbolá en Chile. Rubio destacó la preocupación de Estados Unidos respecto a la asociación entre organizaciones criminales transnacionales y grupos terroristas en América Latina, mencionando específicamente al Tren de Aragua y a Hezbolá. [ https://www.paislobo.cl/2024/04/hezbola-en-chile-ee-uu-manifiesta-preocupacion.html ]

El "Partido de Dios", una milicia chiíta con fuertes lazos en Irán y Líbano, ha sido señalado por Rubio como una fuerza influyente en varios países latinoamericanos, incluyendo Venezuela, Nicaragua y Bolivia. Este grupo ha sido clasificado como una organización terrorista por varios países y entidades internacionales debido a su historial de actividades terroristas y vínculos con el régimen venezolano.

Las recientes revelaciones y análisis históricos indican que la presencia de Hezbolá en Chile ha sido una preocupación constante para la inteligencia tanto local como internacional. El origen de estos vínculos data de principios de los años noventa y abarca complicadas redes de actividades que incluyen financiamiento del terrorismo y vínculos con figuras gubernamentales en diversos países de América Latina.

La primera mención pública de un posible vínculo entre Hezbolá y Chile se remonta a 1992, cuando un error de declaración colocó a Chile en el foco internacional como lugar de un atentado que en realidad ocurrió en Buenos Aires. Este episodio puso en alerta a las autoridades chilenas sobre la posibilidad de ser blanco de actividades terroristas.

A inicios de la década del 2000, la CIA compartió con la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) información sobre las actividades de ciudadanos libaneses en la Zona Franca de Iquique, quienes supuestamente estaban involucrados en operaciones financieras destinadas a apoyar a Hezbolá. A pesar de las presiones y propuestas controvertidas por parte de la CIA para capturar a sospechosos, la PDI mantuvo una postura de respeto a los procedimientos legales, negándose a participar en acciones que consideraron secuestro.

El atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994 es un ejemplo clave de cómo los tentáculos de Hezbolá y sus operaciones pueden extenderse a nivel internacional. Investigaciones posteriores revelaron que individuos con vínculos directos a este atentado tuvieron presencia y actividades en Chile, mostrando una red de operaciones que abarcaba varios países de Sudamérica.

La complejidad de las operaciones de Hezbolá en Chile y la intersección de estas con actividades criminales locales han requerido una respuesta coordinada entre agencias de inteligencia internacionales y fuerzas de seguridad chilenas. Este esfuerzo conjunto ha sido fundamental para intentar desmantelar redes financieras y operativas asociadas al grupo.

Las acusaciones sobre la presunta pasividad de distintos gobiernos chilenos frente a la presencia de Hezbolá han generado debate público y críticas. El análisis de la situación sugiere una necesidad de mayor transparencia y acción decidida para enfrentar no solo a Hezbolá, sino a cualquier forma de apoyo local a actividades terroristas.

Esto subraya la necesidad de una vigilancia constante y de cooperación internacional efectiva para prevenir que organizaciones como Hezbolá encuentren terreno fértil en regiones fuera de sus bases tradicionales. La seguridad nacional y regional depende de la capacidad de los gobiernos para enfrentar y desmantelar estas redes de manera efectiva y conforme a la ley.


Fuente 1: https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2024/04/14/la-larga-mano-de-hezbola-en-chile/ 
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