¿Por qué en EE.UU. no siempre gana el candidato con más votos?
Cómo se Elige al Presidente de Estados Unidos: El Rol del Colegio Electoral y el Número Mágico 270
En las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el candidato que obtiene la mayor cantidad de votos populares no siempre se convierte en presidente. Este fenómeno se debe al sistema del Colegio Electoral, un mecanismo establecido hace más de 200 años y que sigue siendo central en la elección presidencial. Este sistema indirecto implica que el presidente no se elige directamente por el voto popular, sino a través de 538 electores asignados a los 50 estados y a la capital. Cada estado tiene un número de votos electorales basado en su representación en el Congreso, y el candidato necesita alcanzar el "número mágico" de 270 votos para ganar.
El sistema funciona principalmente con una regla de "todo o nada": el candidato que obtiene la mayoría de votos en un estado se lleva todos los votos electorales de ese estado, con dos excepciones (Maine y Nebraska). Esto implica que un candidato podría ganar en los estados más grandes, como California o Texas, pero aún depender de los votos de los llamados “swing states” o estados péndulo, donde la competencia es tan ajustada que el resultado es impredecible. Estos estados, que suman 93 votos electorales en la elección de 2024, son el foco de las campañas, mientras que los candidatos suelen ignorar aquellos con resultados más predecibles.
Además, en el caso improbable de un empate con 269 votos para cada candidato, la decisión pasa a la Cámara de Representantes, que elige al presidente, mientras que el Senado elige al vicepresidente. Aunque este resultado solo ha ocurrido una vez en la historia, resalta la complejidad y las particularidades del sistema electoral estadounidense.
El resultado de las elecciones se oficializa solo cuando los 538 electores se reúnen semanas después de la votación para emitir sus votos formales. Mientras que este sistema tiene detractores que abogan por un cambio, sus defensores valoran que evita el centralismo y permite una campaña más focalizada. Así, aunque el resultado de quién gana puede conocerse la noche de las elecciones, el proceso de oficialización es una tradición que se mantiene desde hace siglos.
Fuente información: BBC News Mundo
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En las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el candidato que obtiene la mayor cantidad de votos populares no siempre se convierte en presidente. Este fenómeno se debe al sistema del Colegio Electoral, un mecanismo establecido hace más de 200 años y que sigue siendo central en la elección presidencial. Este sistema indirecto implica que el presidente no se elige directamente por el voto popular, sino a través de 538 electores asignados a los 50 estados y a la capital. Cada estado tiene un número de votos electorales basado en su representación en el Congreso, y el candidato necesita alcanzar el "número mágico" de 270 votos para ganar.
El sistema funciona principalmente con una regla de "todo o nada": el candidato que obtiene la mayoría de votos en un estado se lleva todos los votos electorales de ese estado, con dos excepciones (Maine y Nebraska). Esto implica que un candidato podría ganar en los estados más grandes, como California o Texas, pero aún depender de los votos de los llamados “swing states” o estados péndulo, donde la competencia es tan ajustada que el resultado es impredecible. Estos estados, que suman 93 votos electorales en la elección de 2024, son el foco de las campañas, mientras que los candidatos suelen ignorar aquellos con resultados más predecibles.
El Colegio Electoral: Historia y Críticas
El Colegio Electoral fue creado en el siglo XVIII como una solución a la falta de infraestructura de transporte y comunicación, y como un compromiso entre estados del norte y del sur. Aunque el sistema permite dar peso a los estados pequeños, también ha generado controversias, ya que en cinco ocasiones, el presidente electo no ha sido el candidato con más votos populares, dos de ellas en las últimas dos décadas.Además, en el caso improbable de un empate con 269 votos para cada candidato, la decisión pasa a la Cámara de Representantes, que elige al presidente, mientras que el Senado elige al vicepresidente. Aunque este resultado solo ha ocurrido una vez en la historia, resalta la complejidad y las particularidades del sistema electoral estadounidense.
El resultado de las elecciones se oficializa solo cuando los 538 electores se reúnen semanas después de la votación para emitir sus votos formales. Mientras que este sistema tiene detractores que abogan por un cambio, sus defensores valoran que evita el centralismo y permite una campaña más focalizada. Así, aunque el resultado de quién gana puede conocerse la noche de las elecciones, el proceso de oficialización es una tradición que se mantiene desde hace siglos.
Fuente información: BBC News Mundo
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