El profe que revoluciona la enseñanza: Hans Contreras y sus métodos disruptivos
Hans Contreras: La innovación educativa que transforma aulas rurales en Chile.
El profesor Hans Contreras se ha convertido en un referente de la educación innovadora en Chile, especialmente en el ámbito rural. A través de metodologías activas y el uso estratégico de la tecnología, ha logrado cambiar la forma en que sus estudiantes aprenden en la Escuela Isla de Marchant, ubicada en Curicó. Su trabajo ha sido ampliamente reconocido y compartido en redes sociales, donde ofrece consejos para hacer las clases más dinámicas y efectivas.
Para Hans Contreras, la clave de una educación efectiva es conocer en profundidad el contexto de los estudiantes. "Antes de pensar en una clase, hay que entender a los alumnos, sus intereses y su entorno", señala. A partir de este enfoque, utiliza metodologías activas que permiten a los estudiantes aprender a través de la experimentación y el error, promoviendo un aprendizaje más significativo y duradero.
"La educación tradicional donde los errores eran castigados ya no tiene sentido", afirma Contreras, destacando la importancia de permitir que los alumnos exploren y se equivoquen en un entorno seguro. Además, critica las evaluaciones tradicionales como las pruebas o disertaciones, argumentando que fomentan el aprendizaje mecánico en lugar de desarrollar competencias reales.
Contreras ha integrado diversas herramientas tecnológicas en sus clases, como lentes de realidad virtual Meta Quest 2, aplicaciones de realidad aumentada y plataformas de programación como OctoStudio. Sin embargo, advierte que la tecnología debe usarse con un propósito pedagógico claro.
"Uno no puede incorporar tecnología solo por incorporarla; debe haber un fundamento educativo detrás", enfatiza. Contreras destaca que el uso adecuado de herramientas digitales puede mejorar la enseñanza, pero recalca que no deben sustituir por completo las dinámicas de interacción en el aula.
Asimismo, considera que el rechazo a la tecnología en las aulas, como ocurrió en Noruega con la eliminación de tablets, responde más a una mala implementación que a un problema con la herramienta en sí. "No se trata de depender de la tecnología, sino de utilizarla estratégicamente para potenciar el aprendizaje", explica.
Uno de los métodos más llamativos implementados por Contreras ha sido la gamificación mediante el uso de "billetes" con su rostro, que los estudiantes pueden ganar y luego usar en una subasta de premios. Este sistema ha incentivado la asistencia, el orden en la sala y la colaboración entre compañeros.
La iniciativa ha sido replicada en otros colegios, demostrando su efectividad. Sin embargo, no ha estado exenta de críticas, especialmente desde sectores que lo acusan de fomentar el capitalismo en el aula. Contreras defiende su enfoque, asegurando que está basado en principios pedagógicos sólidos y que los resultados han sido positivos en términos de formación de hábitos en los estudiantes.
El docente también ha incorporado herramientas de inteligencia artificial (IA) para personalizar la enseñanza y optimizar su trabajo. Ha entrenado modelos de IA para adaptar textos y actividades según el nivel y los intereses de sus estudiantes, permitiendo una enseñanza más efectiva y contextualizada.
"La inteligencia artificial es una herramienta esencial para los profesores hoy en día. Nos permite diversificar las estrategias y enfocarnos en el desarrollo de habilidades clave", asegura Contreras.
Hans Contreras concluye con una potente reflexión sobre el rumbo de la educación en Chile y el mundo. "Estamos educando a los niños para un futuro que no conocemos. Si seguimos enseñando como en el pasado, quedaremos obsoletos", advierte.
Para él, el foco debe estar en desarrollar habilidades atemporales como el pensamiento crítico, la gestión emocional y el aprendizaje continuo. "El contenido es importante, pero si no desarrollamos competencias esenciales, nuestros estudiantes no estarán preparados para enfrentar los desafíos del mañana", señala.
Con su enfoque innovador, Hans Contreras demuestra que la transformación educativa es posible, incluso en contextos rurales con recursos limitados. Su labor no solo inspira a otros docentes, sino que también ofrece una visión renovada sobre el verdadero propósito de la enseñanza.
Fuente información: Rocío Gambra
El profesor Hans Contreras se ha convertido en un referente de la educación innovadora en Chile, especialmente en el ámbito rural. A través de metodologías activas y el uso estratégico de la tecnología, ha logrado cambiar la forma en que sus estudiantes aprenden en la Escuela Isla de Marchant, ubicada en Curicó. Su trabajo ha sido ampliamente reconocido y compartido en redes sociales, donde ofrece consejos para hacer las clases más dinámicas y efectivas.
Para Hans Contreras, la clave de una educación efectiva es conocer en profundidad el contexto de los estudiantes. "Antes de pensar en una clase, hay que entender a los alumnos, sus intereses y su entorno", señala. A partir de este enfoque, utiliza metodologías activas que permiten a los estudiantes aprender a través de la experimentación y el error, promoviendo un aprendizaje más significativo y duradero.
"La educación tradicional donde los errores eran castigados ya no tiene sentido", afirma Contreras, destacando la importancia de permitir que los alumnos exploren y se equivoquen en un entorno seguro. Además, critica las evaluaciones tradicionales como las pruebas o disertaciones, argumentando que fomentan el aprendizaje mecánico en lugar de desarrollar competencias reales.
Contreras ha integrado diversas herramientas tecnológicas en sus clases, como lentes de realidad virtual Meta Quest 2, aplicaciones de realidad aumentada y plataformas de programación como OctoStudio. Sin embargo, advierte que la tecnología debe usarse con un propósito pedagógico claro.
"Uno no puede incorporar tecnología solo por incorporarla; debe haber un fundamento educativo detrás", enfatiza. Contreras destaca que el uso adecuado de herramientas digitales puede mejorar la enseñanza, pero recalca que no deben sustituir por completo las dinámicas de interacción en el aula.
Asimismo, considera que el rechazo a la tecnología en las aulas, como ocurrió en Noruega con la eliminación de tablets, responde más a una mala implementación que a un problema con la herramienta en sí. "No se trata de depender de la tecnología, sino de utilizarla estratégicamente para potenciar el aprendizaje", explica.
Uno de los métodos más llamativos implementados por Contreras ha sido la gamificación mediante el uso de "billetes" con su rostro, que los estudiantes pueden ganar y luego usar en una subasta de premios. Este sistema ha incentivado la asistencia, el orden en la sala y la colaboración entre compañeros.
La iniciativa ha sido replicada en otros colegios, demostrando su efectividad. Sin embargo, no ha estado exenta de críticas, especialmente desde sectores que lo acusan de fomentar el capitalismo en el aula. Contreras defiende su enfoque, asegurando que está basado en principios pedagógicos sólidos y que los resultados han sido positivos en términos de formación de hábitos en los estudiantes.
El docente también ha incorporado herramientas de inteligencia artificial (IA) para personalizar la enseñanza y optimizar su trabajo. Ha entrenado modelos de IA para adaptar textos y actividades según el nivel y los intereses de sus estudiantes, permitiendo una enseñanza más efectiva y contextualizada.
"La inteligencia artificial es una herramienta esencial para los profesores hoy en día. Nos permite diversificar las estrategias y enfocarnos en el desarrollo de habilidades clave", asegura Contreras.
Hans Contreras concluye con una potente reflexión sobre el rumbo de la educación en Chile y el mundo. "Estamos educando a los niños para un futuro que no conocemos. Si seguimos enseñando como en el pasado, quedaremos obsoletos", advierte.
Para él, el foco debe estar en desarrollar habilidades atemporales como el pensamiento crítico, la gestión emocional y el aprendizaje continuo. "El contenido es importante, pero si no desarrollamos competencias esenciales, nuestros estudiantes no estarán preparados para enfrentar los desafíos del mañana", señala.
Con su enfoque innovador, Hans Contreras demuestra que la transformación educativa es posible, incluso en contextos rurales con recursos limitados. Su labor no solo inspira a otros docentes, sino que también ofrece una visión renovada sobre el verdadero propósito de la enseñanza.
Fuente información: Rocío Gambra