Chile lidera obesidad en Sudamérica y ocupa el tercer lugar mundial
Un reciente informe de marzo de 2025 ha revelado que Chile se posiciona como el país con mayor índice de obesidad y sobrepeso en Sudamérica, superando a naciones como Argentina, Paraguay y Perú. La situación es aún más alarmante en la población infantil y adolescente, donde Chile ocupa el tercer lugar a nivel internacional, solo después de México y Estados Unidos. Esta “epidemia global y sin precedentes”, como la califica el doctor Franco Lotito en entrevista con Paislobo Prensa, representa una “tragedia muy grande” y un “monumental fracaso social” que exige un abordaje urgente y multifactorial, trascendiendo la mera nutrición y el ejercicio físico para incluir la dimensión psicológica y las políticas de Estado.
El doctor Franco Lotito, psicólogo con una vasta trayectoria y entrevistado por Rocío Gambra de Paislobo Prensa, enfatizó la gravedad de estas cifras. Según proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que en poco más de una década, habrá más de 3.800 millones de personas con sobrepeso y obesidad a nivel global, lo que equivale a casi la mitad de la población del planeta. Lotito subrayó que si el Estado chileno no interviene con un “cambio profundo”, las consecuencias en términos de salud y los costos económicos para el país serán “tremendos”, ya que la atención a las enfermedades asociadas a la obesidad y el sobrepeso implica miles de millones de dólares.
La problemática de la obesidad y el sobrepeso no es exclusivamente nutricional o de falta de actividad física, sino que tiene un componente psicológico significativo. El doctor Lotito explicó que esta condición afecta profundamente la autoestima de las personas, convirtiéndolas en “centro de atracción” y objeto de burlas, especialmente en el caso de los niños, quienes sufren acoso escolar o bullying. Esto genera un “auto-menosprecio”, aislamiento social, soledad, insatisfacción e incluso traumas. Además, la ansiedad y el estrés, factores transversales en la población chilena, llevan a muchas personas a consumir alimentos en exceso como mecanismo para “tapar otro hoyo grandísimo”, lo que agrava aún más la situación. La incertidumbre económica y política, sumada a la falta de trabajo, con cifras de cesantía del 8,2% en hombres y 9,6% en mujeres (cifras que, según Lotito, podrían estar “maquilladas” debido al trabajo informal), contribuyen a este ciclo de angustia, desesperación y frustración que impulsa el consumo excesivo de alimentos.
El doctor Lotito recalcó que la obesidad no es solo un problema estético, sino una condición que conlleva graves riesgos para la salud. Un aumento de más de 20 kilos en el peso corporal (o un poco menos en mujeres) incrementa en un 58% las probabilidades de desarrollar cáncer. Entre las enfermedades asociadas se encuentran accidentes cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes tipo II, cáncer de mama, cáncer de colon, escoliosis, hígado graso, apnea del sueño y enfermedades articulares como la artrosis de rodilla y problemas de columna. La OMS ha declarado en “miles de veces” que la obesidad es una “grave pandemia mundial de tipo no infecciosa”, y, a pesar de no ser contagiosa como el COVID-19, causa la muerte de “millones de personas innecesariamente”. Según la última estadística mencionada por el doctor Lotito, alrededor de cuatro millones de personas han fallecido a causa de la obesidad.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el doctor Lotito abordó la preocupación planteada por un auditor sobre la dificultad de las personas de escasos recursos para acceder a comida saludable, dado que esta puede costar entre un 50% y un 100% más. “Solo un porcentaje menor de la población de nuestro país tiene acceso a alimentos saludables”, afirmó. Asimismo, criticó a la industria alimentaria por “mentir descaradamente” y “tratar de evadir las leyes” para que la gente siga consumiendo productos que, en muchos casos, son adictivos. Mencionó el glutamato monosódico, presente en muchas preparaciones como las sopas, como un elemento “altamente adictivo”. También alertó sobre el azúcar añadido en productos como las papas fritas y la acrilamida, una sustancia cancerígena que se produce al cocinarlas en aceites de baja calidad, llevando a llamarlas “papas cancerígenas”.
Lotito también se refirió a las concepciones culturales erróneas, como la idea de que “la gordura es hermosura” o la imposición infantil de “comerse todo lo que hay en el plato”, que han contribuido a profundizar el problema. Propuso un cambio de enfoque, inspirándose en la experiencia de Canadá, donde se logró reducir la diabetes mediante programas de prevención y educación constantes, incluso desde la educación básica y preescolar, liderados por psicólogos. A pesar de los sellos de advertencia en los alimentos, el doctor Lotito señala que estos no han tenido el efecto esperado, y la gente sigue comprando los productos con altos niveles de grasas, azúcares y sodio.
Finalmente, el especialista hizo un llamado a la acción individual y colectiva. Reconoció que, si bien hay factores externos fuera de nuestro control, como el acceso a alimentos saludables, hay otros que sí se pueden controlar, como la actividad física y el autocontrol frente al sedentarismo. Instó a la disciplina y la fuerza de voluntad, señalando que no es necesario ir a un gimnasio para hacer ejercicio. Concluyó que el sobrepeso y la obesidad son problemas peligrosos para la salud que pueden llevar a la muerte, y enfatizó la importancia de generar conciencia para un cambio profundo en la sociedad.
Fuente información: Rocío Gambra
El doctor Franco Lotito, psicólogo con una vasta trayectoria y entrevistado por Rocío Gambra de Paislobo Prensa, enfatizó la gravedad de estas cifras. Según proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que en poco más de una década, habrá más de 3.800 millones de personas con sobrepeso y obesidad a nivel global, lo que equivale a casi la mitad de la población del planeta. Lotito subrayó que si el Estado chileno no interviene con un “cambio profundo”, las consecuencias en términos de salud y los costos económicos para el país serán “tremendos”, ya que la atención a las enfermedades asociadas a la obesidad y el sobrepeso implica miles de millones de dólares.
La problemática de la obesidad y el sobrepeso no es exclusivamente nutricional o de falta de actividad física, sino que tiene un componente psicológico significativo. El doctor Lotito explicó que esta condición afecta profundamente la autoestima de las personas, convirtiéndolas en “centro de atracción” y objeto de burlas, especialmente en el caso de los niños, quienes sufren acoso escolar o bullying. Esto genera un “auto-menosprecio”, aislamiento social, soledad, insatisfacción e incluso traumas. Además, la ansiedad y el estrés, factores transversales en la población chilena, llevan a muchas personas a consumir alimentos en exceso como mecanismo para “tapar otro hoyo grandísimo”, lo que agrava aún más la situación. La incertidumbre económica y política, sumada a la falta de trabajo, con cifras de cesantía del 8,2% en hombres y 9,6% en mujeres (cifras que, según Lotito, podrían estar “maquilladas” debido al trabajo informal), contribuyen a este ciclo de angustia, desesperación y frustración que impulsa el consumo excesivo de alimentos.
El doctor Lotito recalcó que la obesidad no es solo un problema estético, sino una condición que conlleva graves riesgos para la salud. Un aumento de más de 20 kilos en el peso corporal (o un poco menos en mujeres) incrementa en un 58% las probabilidades de desarrollar cáncer. Entre las enfermedades asociadas se encuentran accidentes cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes tipo II, cáncer de mama, cáncer de colon, escoliosis, hígado graso, apnea del sueño y enfermedades articulares como la artrosis de rodilla y problemas de columna. La OMS ha declarado en “miles de veces” que la obesidad es una “grave pandemia mundial de tipo no infecciosa”, y, a pesar de no ser contagiosa como el COVID-19, causa la muerte de “millones de personas innecesariamente”. Según la última estadística mencionada por el doctor Lotito, alrededor de cuatro millones de personas han fallecido a causa de la obesidad.
En cuanto a las barreras socioeconómicas, el doctor Lotito abordó la preocupación planteada por un auditor sobre la dificultad de las personas de escasos recursos para acceder a comida saludable, dado que esta puede costar entre un 50% y un 100% más. “Solo un porcentaje menor de la población de nuestro país tiene acceso a alimentos saludables”, afirmó. Asimismo, criticó a la industria alimentaria por “mentir descaradamente” y “tratar de evadir las leyes” para que la gente siga consumiendo productos que, en muchos casos, son adictivos. Mencionó el glutamato monosódico, presente en muchas preparaciones como las sopas, como un elemento “altamente adictivo”. También alertó sobre el azúcar añadido en productos como las papas fritas y la acrilamida, una sustancia cancerígena que se produce al cocinarlas en aceites de baja calidad, llevando a llamarlas “papas cancerígenas”.
Lotito también se refirió a las concepciones culturales erróneas, como la idea de que “la gordura es hermosura” o la imposición infantil de “comerse todo lo que hay en el plato”, que han contribuido a profundizar el problema. Propuso un cambio de enfoque, inspirándose en la experiencia de Canadá, donde se logró reducir la diabetes mediante programas de prevención y educación constantes, incluso desde la educación básica y preescolar, liderados por psicólogos. A pesar de los sellos de advertencia en los alimentos, el doctor Lotito señala que estos no han tenido el efecto esperado, y la gente sigue comprando los productos con altos niveles de grasas, azúcares y sodio.
Finalmente, el especialista hizo un llamado a la acción individual y colectiva. Reconoció que, si bien hay factores externos fuera de nuestro control, como el acceso a alimentos saludables, hay otros que sí se pueden controlar, como la actividad física y el autocontrol frente al sedentarismo. Instó a la disciplina y la fuerza de voluntad, señalando que no es necesario ir a un gimnasio para hacer ejercicio. Concluyó que el sobrepeso y la obesidad son problemas peligrosos para la salud que pueden llevar a la muerte, y enfatizó la importancia de generar conciencia para un cambio profundo en la sociedad.
Para entender mejor
- OMS (Organización Mundial de la Salud): Organismo de las Naciones Unidas especializado en gestionar políticas de salud a nivel mundial.
- Glutamato monosódico: Aditivo alimentario utilizado para realzar el sabor de los alimentos procesados, que el Dr. Lotito describe como "altamente adictivo".
- Acrilamida: Compuesto químico que se forma en alimentos ricos en carbohidratos durante procesos de cocción a altas temperaturas, como el freír o asar. Ha sido clasificado como "probable carcinógeno" para humanos.
- Pirámide invertida: Estructura de redacción periodística que organiza la información de mayor a menor importancia, comenzando con los datos más relevantes (qué, quién, cuándo, dónde, cómo y por qué) y luego añadiendo detalles y contexto.
- ISAPRE (Instituciones de Salud Previsional): Entidades privadas en Chile que administran el seguro de salud de sus afiliados.
- FONASA (Fondo Nacional de Salud): Sistema público de salud en Chile que otorga cobertura médica a sus beneficiarios.
- Bullying: Acoso físico o psicológico al que se somete, de forma continuada, a un alumno por parte de sus compañeros.
- Fatorexia: Trastorno que describe una distorsión de la imagen corporal en la que una persona con obesidad no percibe su exceso de peso, creyendo que su cuerpo es saludable.
- Anorexia nerviosa: Trastorno de la alimentación caracterizado por una imagen corporal distorsionada y un miedo irracional a engordar, lo que lleva a las personas a restringir severamente lo que comen.
- Bulimia nerviosa: Trastorno alimentario grave y potencialmente mortal. Las personas con bulimia pueden atracarse con grandes cantidades de alimentos, a menudo con una sensación de pérdida de control sobre la ingesta, y luego tratar de compensar esa ingesta calórica con métodos como el vómito autoinducido, el uso excesivo de laxantes o el ejercicio excesivo.
- Desidia: Falta de ganas, de interés o de entusiasmo.
Fuente información: Rocío Gambra
