La historia de la familia Geisse y su legado de 170 años en el sur de Chile
En una extensa entrevista en el podcast "Raíces y Horizontes", el agricultor Alfredo Geisse relató en detalle la historia de su familia, desde su llegada a Chile en 1852 como parte de la colonización alemana, hasta el presente, donde lideran un diversificado negocio lechero y agroindustrial en la Región de Los Lagos. Geisse abordó los complejos desafíos históricos que enfrentaron, como la Reforma Agraria, el valor de la asociatividad empresarial para innovar y su visión de futuro para el sector agrícola nacional.
El agricultor Alfredo Geisse, figura representativa del sector agropecuario del sur del país, desgranó la historia de su familia y su evolución empresarial en una conversación con el podcast "Raíces y Horizontes". En la actualidad, el núcleo del negocio familiar es la producción lechera, un rubro en el que se han especializado tras incursionar en diversas áreas como la remolacha y las papas. El trabajo se desarrolla en un consolidado equipo familiar: mientras su hermano Eduardo está a cargo de la administración, su hermana gestiona otro de los predios y su esposa, médico veterinaria, participa activamente en la operación en Río Negro.
Más allá del negocio principal, Geisse destacó la importancia de la asociatividad, materializada en la sociedad "Prosecor" (Productores de Semilla Corte Alto). A través de esta alianza con otros doce socios, han diversificado sus inversiones hacia rubros como una plantación de 28 hectáreas de cerezos, una planta de trigo mote que abastece a las principales cadenas de supermercados del país bajo la modalidad de "marcas blancas", y una fábrica de alimento concentrado para bovinos.
Los orígenes de la familia Geisse en Chile se remontan a 1852, cuando sus antepasados emigraron desde Hessen, Alemania, huyendo de la inestabilidad política y la hambruna que afectaron a Europa tras la revolución de 1848. El primer Geisse en llegar al país fue el agrimensor encargado por el gobierno de medir y delimitar las parcelas para los colonos en el entorno del Lago Llanquihue.
La familia dejó una huella significativa en la zona. Uno de sus ancestros, Justo Geisse, fue una figura prominente en Osorno, siendo fundador del Club Alemán, el Colegio Alemán y la Segunda Compañía de Bomberos "Germania", además de convertirse en el primer alcalde de origen alemán de la ciudad.
Geisse narró también los complejos momentos vividos durante el proceso de Reforma Agraria en los gobiernos de Eduardo Frei Montalva y Salvador Allende. Ante el temor de una expropiación, su abuelo y su padre tomaron la decisión estratégica de transferir parte de un extenso campo en Riachuelo a un conocido del sector, Julio Escobar, basándose únicamente en un acuerdo de palabra. "Si por A, B o C este régimen cae, tú me devuelves la mitad", fue el pacto, según relató. Años después, tras el cambio de gobierno, Escobar cumplió su promesa, un hecho que Geisse resalta como un testimonio del valor de la palabra en aquella época.
Finalmente, sobre el porvenir del sector, Alfredo Geisse se mostró optimista, argumentando que la creciente demanda mundial de alimentos asegura un futuro promisorio para la producción de proteínas de alta calidad como la leche y la carne. "Yo lo veo como industria, lo veo bien", sentenció, aunque reconociendo los desafíos permanentes en materia de gestión, sustentabilidad y respeto al medio ambiente.
El agricultor Alfredo Geisse, figura representativa del sector agropecuario del sur del país, desgranó la historia de su familia y su evolución empresarial en una conversación con el podcast "Raíces y Horizontes". En la actualidad, el núcleo del negocio familiar es la producción lechera, un rubro en el que se han especializado tras incursionar en diversas áreas como la remolacha y las papas. El trabajo se desarrolla en un consolidado equipo familiar: mientras su hermano Eduardo está a cargo de la administración, su hermana gestiona otro de los predios y su esposa, médico veterinaria, participa activamente en la operación en Río Negro.
Más allá del negocio principal, Geisse destacó la importancia de la asociatividad, materializada en la sociedad "Prosecor" (Productores de Semilla Corte Alto). A través de esta alianza con otros doce socios, han diversificado sus inversiones hacia rubros como una plantación de 28 hectáreas de cerezos, una planta de trigo mote que abastece a las principales cadenas de supermercados del país bajo la modalidad de "marcas blancas", y una fábrica de alimento concentrado para bovinos.
Los orígenes de la familia Geisse en Chile se remontan a 1852, cuando sus antepasados emigraron desde Hessen, Alemania, huyendo de la inestabilidad política y la hambruna que afectaron a Europa tras la revolución de 1848. El primer Geisse en llegar al país fue el agrimensor encargado por el gobierno de medir y delimitar las parcelas para los colonos en el entorno del Lago Llanquihue.
La familia dejó una huella significativa en la zona. Uno de sus ancestros, Justo Geisse, fue una figura prominente en Osorno, siendo fundador del Club Alemán, el Colegio Alemán y la Segunda Compañía de Bomberos "Germania", además de convertirse en el primer alcalde de origen alemán de la ciudad.
Geisse narró también los complejos momentos vividos durante el proceso de Reforma Agraria en los gobiernos de Eduardo Frei Montalva y Salvador Allende. Ante el temor de una expropiación, su abuelo y su padre tomaron la decisión estratégica de transferir parte de un extenso campo en Riachuelo a un conocido del sector, Julio Escobar, basándose únicamente en un acuerdo de palabra. "Si por A, B o C este régimen cae, tú me devuelves la mitad", fue el pacto, según relató. Años después, tras el cambio de gobierno, Escobar cumplió su promesa, un hecho que Geisse resalta como un testimonio del valor de la palabra en aquella época.
Finalmente, sobre el porvenir del sector, Alfredo Geisse se mostró optimista, argumentando que la creciente demanda mundial de alimentos asegura un futuro promisorio para la producción de proteínas de alta calidad como la leche y la carne. "Yo lo veo como industria, lo veo bien", sentenció, aunque reconociendo los desafíos permanentes en materia de gestión, sustentabilidad y respeto al medio ambiente.
Fuente información: Rocío Gambra