Alerta por explosivo aumento de flota china en puertos chilenos
La organización de conservación marina Oceana alertó sobre un incremento del 1.628% en el arribo de barcos de la flota pesquera china a puertos chilenos en el último año. Este drástico aumento coincide con un endurecimiento de las regulaciones en Perú, país que hasta 2024 era el principal punto de recalada para estas naves, las cuales enfrentan denuncias por presuntas actividades ilegales y vulneraciones a los derechos humanos de sus tripulantes.
Una investigación de la organización de conservación marina Oceana, basada en datos de la plataforma Global Fishing Watch procesados por la ONG peruana ArtisOnal, ha revelado un explosivo y preocupante aumento en el número de embarcaciones de la flota china que recalan en puertos chilenos. Concretamente, se ha registrado un incremento del 1.628% en menos de un año, con arribos a los terminales de Arica, Iquique, Valparaíso y Talcahuano.
Las cifras evidencian un cambio drástico en el comportamiento de esta flota en Sudamérica. Durante 2023 y 2024, los puertos peruanos de Paita, Chimbote, Callao y Pisco recibieron 155 y 205 naves chinas respectivamente, mientras que en Chile solo se registraron cinco y siete en los mismos períodos. La situación cambió radicalmente este año: hasta la fecha, se han contabilizado 121 ingresos en puertos nacionales, mientras que en Perú prácticamente han desaparecido.
Este éxodo desde las costas peruanas se explica por un fortalecimiento de su normativa. Según Eloy Aroni, director de pesquerías de ArtisOnal, la medida fue una respuesta a una serie de irregularidades. “En 2020, se detectaron varios casos de barcos asiáticos apagando sus sistemas de identificación automáticos en el límite de la Zona Económica Exclusiva de Perú, los que luego ingresaban a usar los servicios portuarios peruanos”, aseveró Aroni. Agregó que esto “motivó a fortalecer la regulación al exigir posicionadores satelitales de Perú, pero la flota china, en vez de adecuarse a la norma, utilizó un vacío legal, solicitando ingresos de emergencia”.
Las autoridades peruanas lograron cerrar dicha brecha legal a fines de 2024, tras múltiples denuncias de su pesca artesanal sobre maniobras sospechosas de pesca ilegal. “Esta flota no está dispuesta a visibilizar su actividad, lo que la motivó a buscar otros puertos con regulaciones aún flexibles”, sentenció el especialista peruano.
La preocupación no es solo por la actividad pesquera, centrada en la captura del calamar gigante o jibia. La flota del país asiático arrastra un historial de alertas por derechos humanos. “En las inspecciones en Perú en los últimos cuatro años, se desembarcaron cerca de 70 tripulantes en estado crítico de salud y seis fallecidos”, detalló Aroni. Adicionalmente, un estudio de la ONG C4ADS identificó a la empresa chilena Agental, con sede en Perú, como una de las principales gestoras en puerto para estas naves, consignando que “también tiene un historial documentado de representar embarcaciones de alto riesgo y fue sancionado por violaciones regulatorias en 2023 y 2024”.
Desde Oceana Chile, el director de campañas de pesca, César Astete, llama a las autoridades chilenas a tomar cartas en el asunto. “Que barcos internacionales transiten dentro de la Zona Económica Exclusiva de los países o recalen en los puertos no es una actividad ilegal per se”, aclaró. “Sin embargo, el problema es que en Perú esta flota recibió denuncias de actividades ilegales, incluyendo pesca o que apagaban sus dispositivos de posicionamiento satelital, lo cual sí es ilegal. Por ello es imprescindible que se doten de recursos y tecnología al Servicio Nacional de Pesca y a la Armada de Chile”.
La alerta ya fue levantada por pescadores artesanales de la región de Tarapacá, quienes recientemente denunciaron que barcos chinos apagan sus luces y sistemas de posicionamiento durante la noche, además de entorpecer la captura de jibia. Astete concluyó que es un “desafío de extrema importancia para las autoridades de la Armada y Sernapesca controlar la alta cantidad de embarcaciones” y subrayó la interrogante clave: “Debemos identificar por qué las embarcaciones dejaron los puertos de Perú y ahora prefieren Chile. Esa respuesta, aún no la tenemos”.
Fuente información: carroyo@oceana.org
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Una investigación de la organización de conservación marina Oceana, basada en datos de la plataforma Global Fishing Watch procesados por la ONG peruana ArtisOnal, ha revelado un explosivo y preocupante aumento en el número de embarcaciones de la flota china que recalan en puertos chilenos. Concretamente, se ha registrado un incremento del 1.628% en menos de un año, con arribos a los terminales de Arica, Iquique, Valparaíso y Talcahuano.
Las cifras evidencian un cambio drástico en el comportamiento de esta flota en Sudamérica. Durante 2023 y 2024, los puertos peruanos de Paita, Chimbote, Callao y Pisco recibieron 155 y 205 naves chinas respectivamente, mientras que en Chile solo se registraron cinco y siete en los mismos períodos. La situación cambió radicalmente este año: hasta la fecha, se han contabilizado 121 ingresos en puertos nacionales, mientras que en Perú prácticamente han desaparecido.
Este éxodo desde las costas peruanas se explica por un fortalecimiento de su normativa. Según Eloy Aroni, director de pesquerías de ArtisOnal, la medida fue una respuesta a una serie de irregularidades. “En 2020, se detectaron varios casos de barcos asiáticos apagando sus sistemas de identificación automáticos en el límite de la Zona Económica Exclusiva de Perú, los que luego ingresaban a usar los servicios portuarios peruanos”, aseveró Aroni. Agregó que esto “motivó a fortalecer la regulación al exigir posicionadores satelitales de Perú, pero la flota china, en vez de adecuarse a la norma, utilizó un vacío legal, solicitando ingresos de emergencia”.
Las autoridades peruanas lograron cerrar dicha brecha legal a fines de 2024, tras múltiples denuncias de su pesca artesanal sobre maniobras sospechosas de pesca ilegal. “Esta flota no está dispuesta a visibilizar su actividad, lo que la motivó a buscar otros puertos con regulaciones aún flexibles”, sentenció el especialista peruano.
La preocupación no es solo por la actividad pesquera, centrada en la captura del calamar gigante o jibia. La flota del país asiático arrastra un historial de alertas por derechos humanos. “En las inspecciones en Perú en los últimos cuatro años, se desembarcaron cerca de 70 tripulantes en estado crítico de salud y seis fallecidos”, detalló Aroni. Adicionalmente, un estudio de la ONG C4ADS identificó a la empresa chilena Agental, con sede en Perú, como una de las principales gestoras en puerto para estas naves, consignando que “también tiene un historial documentado de representar embarcaciones de alto riesgo y fue sancionado por violaciones regulatorias en 2023 y 2024”.
Desde Oceana Chile, el director de campañas de pesca, César Astete, llama a las autoridades chilenas a tomar cartas en el asunto. “Que barcos internacionales transiten dentro de la Zona Económica Exclusiva de los países o recalen en los puertos no es una actividad ilegal per se”, aclaró. “Sin embargo, el problema es que en Perú esta flota recibió denuncias de actividades ilegales, incluyendo pesca o que apagaban sus dispositivos de posicionamiento satelital, lo cual sí es ilegal. Por ello es imprescindible que se doten de recursos y tecnología al Servicio Nacional de Pesca y a la Armada de Chile”.
La alerta ya fue levantada por pescadores artesanales de la región de Tarapacá, quienes recientemente denunciaron que barcos chinos apagan sus luces y sistemas de posicionamiento durante la noche, además de entorpecer la captura de jibia. Astete concluyó que es un “desafío de extrema importancia para las autoridades de la Armada y Sernapesca controlar la alta cantidad de embarcaciones” y subrayó la interrogante clave: “Debemos identificar por qué las embarcaciones dejaron los puertos de Perú y ahora prefieren Chile. Esa respuesta, aún no la tenemos”.
Fuente información: carroyo@oceana.org
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