Pensiones y acuerdos solidarios
La Presidenta ha convocado a todos los sectores del país a un gran pacto nacional que permita cambiar el sistema de pensiones. Es la convicción del Gobierno, la responsabilidad y la valentía de hacernos cargo de una demanda ciudadana que exige que la seguridad social responda a sus necesidades.
En su primer Gobierno se hizo la Reforma Previsional que creó el pilar solidario. En este segundo Gobierno, a 48 días de asumir, iniciamos el trabajo para abordar los cambios demandados. Las marchas y manifestaciones públicas dan cuenta que esta es una demanda que requiere una respuesta.
Así como es convicción que requerimos un sistema solidario, también es convicción que cambiar las pensiones es una tarea no de un Gobierno, sino del país en su conjunto. Todos debemos aportar pensando en el país que queremos construir. Ello implica provocar este gran diálogo social, con responsabilidad, procurando que las propuestas a las que lleguemos sean viables, sustentables y se hagan cargo del desafío.
Por ello, y lo ha anunciado esta semana la propia Mandataria, será ella quien encabezará conversaciones con todos los actores, trabajadores, empresarios, especialistas, representantes de la sociedad civil, partidos políticos, para lograr amplio acuerdo que releve la solidaridad como valor y permita mejores pensiones para todos y todas.
Y es que luego del trabajo de expertos y la presentación del informe de la llamada “Comisión Bravo” y también de escuchar las demandas de las ciudadanía, es el momento de actuar. La Presidenta ha propuesto un conjunto de medidas que permitirán un sistema de pensiones más solidario, transparente, equitativo y eficiente.
Las propuestas se resumen en un aumento gradual y significativo de la cotización de cargo del empleador, que permitirá financiar el ahorro colectivo y fortalecer el Pilar Solidario; mejores regulaciones para la industria que administra las pensiones; una AFP estatal; cambios necesarios para enfrentar inequidades de género, desafíos demográficos y de grupos que no cotizan y, finalmente, eliminar potenciales distorsiones en los otros sistemas vigentes.
Estamos claros que éste no es un proyecto de ley final con sus contenidos ya definidos hasta el último detalle. El Gobierno espera ideas y propuestas de los distintos actores sociales para precisar contenidos específicos y los plazos de materialización.
Hoy hay cierto consenso de que esta iniciativa nos abre la oportunidad como país de poder hacernos cargo de una demanda real, sentida, justificada de los chilenos y las chilenas. Ese es el propósito común y nuestras energías estarán allí concentradas.
Fuente: seremigob10@gmail.com
En su primer Gobierno se hizo la Reforma Previsional que creó el pilar solidario. En este segundo Gobierno, a 48 días de asumir, iniciamos el trabajo para abordar los cambios demandados. Las marchas y manifestaciones públicas dan cuenta que esta es una demanda que requiere una respuesta.
Así como es convicción que requerimos un sistema solidario, también es convicción que cambiar las pensiones es una tarea no de un Gobierno, sino del país en su conjunto. Todos debemos aportar pensando en el país que queremos construir. Ello implica provocar este gran diálogo social, con responsabilidad, procurando que las propuestas a las que lleguemos sean viables, sustentables y se hagan cargo del desafío.
Por ello, y lo ha anunciado esta semana la propia Mandataria, será ella quien encabezará conversaciones con todos los actores, trabajadores, empresarios, especialistas, representantes de la sociedad civil, partidos políticos, para lograr amplio acuerdo que releve la solidaridad como valor y permita mejores pensiones para todos y todas.
Y es que luego del trabajo de expertos y la presentación del informe de la llamada “Comisión Bravo” y también de escuchar las demandas de las ciudadanía, es el momento de actuar. La Presidenta ha propuesto un conjunto de medidas que permitirán un sistema de pensiones más solidario, transparente, equitativo y eficiente.
Las propuestas se resumen en un aumento gradual y significativo de la cotización de cargo del empleador, que permitirá financiar el ahorro colectivo y fortalecer el Pilar Solidario; mejores regulaciones para la industria que administra las pensiones; una AFP estatal; cambios necesarios para enfrentar inequidades de género, desafíos demográficos y de grupos que no cotizan y, finalmente, eliminar potenciales distorsiones en los otros sistemas vigentes.
Estamos claros que éste no es un proyecto de ley final con sus contenidos ya definidos hasta el último detalle. El Gobierno espera ideas y propuestas de los distintos actores sociales para precisar contenidos específicos y los plazos de materialización.
Hoy hay cierto consenso de que esta iniciativa nos abre la oportunidad como país de poder hacernos cargo de una demanda real, sentida, justificada de los chilenos y las chilenas. Ese es el propósito común y nuestras energías estarán allí concentradas.
Fuente: seremigob10@gmail.com