Mujeres en STEM, una brecha de la que podemos hacernos cargo

Karol Oyanader
🔵Por Karol Oyanader, Gerenta legal y sostenibilidad Statkraft Chile.

En Chile, las mujeres representan el 51,1% de la población. Asimismo, ellas obtienen un mayor nivel de aprobación que los hombres en todos los grados de educación básica y media. Son ellas, también, las que ingresan en mayor porcentaje que los hombres a la educación superior. De las matrículas de primer año, el 52,7% corresponden a mujeres según un informe publicado este año por el Ministerio de Educación. Sin embargo, esta cifra baja considerablemente cuando nos referimos específicamente a las áreas relacionadas con las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por su sigla en inglés), representando apenas 19% del total de las matrículas de primer año.

Y si nos comparamos con el promedio global, estamos muy por debajo, ya que según cifras de la Unesco las mujeres representan sólo 35% de quienes cursan estudios de enseñanza superior en STEM. Pero ¿por qué es importante hacer frente a esta realidad? Más mujeres en STEM no solo permitiría aumentar la participación laboral femenina, sino también elevar la participación de mujeres en carreras históricamente masculinizadas, donde efectivamente se requiere más mano de obra y, generalmente, de sectores productivos mejor pagados.

Un ejemplo concreto: Educación básica, Educación Parvularia y Enfermería - Tres carreras con alta participación de mujeres- tienen una remuneración promedio al segundo año de egreso de $814.315 (MinMujer y EG). En tanto, carreras con alto porcentaje de hombres como algunas ingenierías (civil eléctrica, Electrónica en computación o informática), tienen un ingreso promedio al segundo año de egreso de $1.408.522. Es decir, una brecha de 40% diferencia.

Los factores que llevan a estas desigualdades son diversos y complejos. Sesgos de género desde la primera infancia, discriminación y machismo en espacios laborales, por nombrar algunos, con variables que pueden ser más relevantes en ciertas etapas de la vida. Ya son conocidos los esfuerzos desde la academia, la sociedad civil y el Ministerio de las Ciencias, para instalar esta problemática y que seamos conscientes de su existencia. Ahora lo que corresponde es que las y los distintos actores de la sociedad trabajemos para que esa brecha se cierre.

De acuerdo con el estudio “Las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas en América Latina y el Caribe”, elaborado por ONU Mujeres, el desarrollo sostenible también requiere más ciencia, lo que representa una oportunidad para incrementar significativamente la cantidad de niñas y mujeres en STEM.

Asimismo, diversos reportes y estudios indican que STEM tendrá un impacto significativo en la transformación social y económica que estamos experimentando, siendo un factor fundamental en innovación y crecimiento inclusivo.

Aprovechar las oportunidades y los espacios que entrega el sector de energías renovables para la participación de mujeres es relevante, no sólo porque estamos haciendo un tremendo esfuerzo por contribuir al planeta a través de fuentes limpias, sino también porque en estos últimos años hemos sido testigos de cómo ha crecido la presencia de mujeres en nuestro rubro y cómo cada vez hay más y mejores espacios.

Como parte de las personas que estamos fuertemente involucradas en áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, no sólo estamos buscando generar un potente cambio cultural, sino que buscamos orientarlo, darle sentido y lograr que cada una de las personas que forman parte de la industria estén capacitadas para aportar desde sus espacios de trabajo.

La invitación es, entonces, a que ocupemos los espacios y aprovechemos las oportunidades que ofrecen las energías renovables, a seguir trabajando desde nuestro sector para que más mujeres se formen y entusiasmen con las STEM, desde la infancia, y con ello aportar a que se reduzca cada vez más la brecha de género en nuestro país.


Fuente: Patricio Silva - psilva@feedback.cl

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