¿Es Osorno una buena ciudad para vivir?

¿Es Osorno una buena ciudad para vivir?
🔵Por Omar González Hurtado, ex osornino que ama y recuerda su ciudad.

“Osorno la mejor y bella ciudad del sur de Chile ya cumplió 464 años de historia y de progreso”.

Esta aseveración se complementa con una encuesta que elabora anualmente la consultora en investigación y tendencias Visión Humana, efectuadas el año 2018, cuyos resultados señalaron hace un tiempo, que Osorno se encuentra dentro de las 24 principales urbes del país, ocupando la octava posición en un buen lugar para vivir. En tal sentido, cabe preguntarnos, qué tan cierta y efectiva será la afirmación que enfatiza este resultado, señalando que: “Osorno es una buena ciudad para vivir”.

Si este planteamiento se hubiese hecho muchos años antes de hoy, la respuesta a este trazado, quizás habría sido muy diferente a lo que hoy cualquier osornino podría expresar. En efecto, para vivir bien en algún lugar, obviamente que cualquier ciudad o poblado en nuestro país Chile¡No da lo mismo!, he ahí entonces que cuando existe la posibilidad de elegir, deben primar algunos factores que son esenciales para que nuestras vidas tengan un buen pasar, obviamente en una multiplicidad de aspectos.

Dentro de esta informal y espontánea plática, francamente, de acuerdo a los años que llevo alejado de mi querida ciudad de Osorno, para ser exacto 57 años, sería incapaz de emitir un juicio que sea justo y certero, pese a que nunca he dejado de visitarla, en cada verano casi en forma periódica, sin embargo algunos años atrás ya se observaba un gran avance en todos los aspectos sociales, culturales, instalaciones, servicios e infraestructura, con un enorme avance en el ámbito de las construcciones especialmente mobiliarias y de mercadotecnia, alejándose cada vez más de aquella visión pueblerina, con imágenes de una ciudad con grandes casonas, y espacios libres.

En efecto, poco a poco, fueron apareciendo construcciones de varios pisos que sin duda han ido cambiando el perfil de una ciudad común y corriente, convirtiendo su periferia de acuerdo a las grandes urbes, ampliando la ciudad a límites antes inconcebibles, invadiendo zonas que eran tradicionalmente rurales, en las cuales su densidad demográfica era más bien baja, con actividades económicas de índole primarias, con sectores de amplios espacios destinados al cultivo agrícola y desarrollo ganadero.

De acuerdo al último Censo de Población y Vivienda efectuada el año 2017, y de las Proyecciones de Población 2021, generadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Se presentan datos de población, total y desagregados por sexo y grupos de edad; además se entregan indicadores calculados a partir de dichas desagregaciones: índice de masculinidad, índice de dependencia demográfica (o relación de dependencia) e índice de adultos mayores (o índice de envejecimiento).

No obstante aquello, lejos de perjudicar a la ciudad total, le fue dando una progresiva modernización en los diversos ámbitos de su vida socio cultural, hasta llegar a constituir hoy día una metrópoli en pleno desarrollo, aumentando su densidad demográfica y enriqueciendo las principales actividades económicas, con grandes entidades tanto de servicios como industriales y la existencia de centros administrativos gubernamentales.

No obstante, pese al gran desarrollo de la ciudad en muchos aspectos, también y como en toda ciudad, en Osorno existen ciertas deficiencias que al momento de decidir irse a vivir a Osorno, se debe tomar también muy en cuenta.

La ciudad de Osorno, no es una zona libre de problemas, “de ninguna manera”, estos emergen obviamente de aquel enorme y acelerado crecimiento poblacional, lo que se transforma en un verdadero bumerang que amenaza con la falta de recursos que permitan superar ciertas dificultades que son notoriamente deficientes, solo por citar algunos, cabe mencionar el acelerado crecimiento del parque automotriz, lo que conlleva a tener que crear nuevas y modernas carreteras y vías de acceso tanto dentro como fuera de la ciudad, situación a la cual se suma el mal estado de los caminos rurales que afecta a diferentes sectores de la provincia.

Junto a esta deficiencia, se sabe que Osorno también experimenta algunas falencia en la atención de la salud, en hospitales, centros asistenciales e inclusive en clínicas, constituidas a través de diversas redes asistenciales, aunque muchas de ellas son de mediana y baja complejidad, especialmente en las zonas rurales. 

Dentro del ámbito laboral osornino, es justo tener que mencionar los esfuerzos que realizan algunas entidades, tendientes a ofrecer cupos de empleos en diversos rubros vinculados a la vida ocupacional osornina, incluyendo programas de capacitación y perfeccionamientos. De la misma forma Osorno presenta cierto déficit en el sector vivienda, pese a que las autoridades gubernamentales, el problema habitacional están en la mira, es una preocupación latente que está inserta en ciertos programas que dentro de poco y de acuerdo a los planes locales y nacionales, permitirá más temprano que tarde que una mayor población podrá acceder a la soñada casa propia.

Finalmente, de acuerdo a la realidad plantea sucintamente en esta nota, se invita a los lectores sacar sus propias conclusiones en torno a la pregunta que encabeza esta nota. 

¿Es o no es Osorno una buena ciudad para vivir?


Fuente: Omar González Hurtado - alonsitogh@gmail.com

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